Joseph L. Mankiewicz ganó el Oscar al mejor director y al mejor guión en dos años consecutivos, por esta película y por 'Eva al desnudo' un año después. La Fox no daba un duro por 'Carta a tres esposas' y ni siquiera se molestó en promocionarla. Pero esa vez los premios fueron justos y premiaron a una película maravillosa.

La sinopsis puede parecer un poco absurda, pero no le hace justicia a una historia brillante, sobre todo por la labor de su director y las interpretaciones de las tres actrices. Kirk Douglas también tiene un papel que me encanta.

A través de 'flashbacks' se aprecia el tipo de matrimonio que tienen las tres parejas, ***contenido con spoilers*** mientras las esposas se preguntan si el hombre de la carta es su marido. Esa duda, que aporta un punto de misterio, se va olvidando cuando el drama cotidiano va enganchando más... hasta el momento de revelar la identidad.

'Carta a tres esposas' tiene muchas bazas que la elevan de buen melodrama a ser un original y estupendo drama romántico donde los celos y las inseguridades se apoderan de sus protagonistas.

Una de esas virtudes es su estructura, bien pensada y mejor ejecutada. Divide en tres flashback la mayoría de su metraje para indagar en la relación matrimonial de cada una de ellas, sus problemas conyugales y el temor ante el enemigo común: un personaje abstracto.

He aquí otra de las grandes virtudes que eleva la trama, uno de los mejores usos del personaje omnipresente que en realidad está ausente en todo momento. Físicamente solo vemos un parte de su figura y, sin embargo, su sombra acecha y guía la trama en todo momento. Junto a 'Rebecca' de Hitchcock, son dos magistrales ejemplos en el uso de este particular recurso.

La película va de menos a más y logar golpear emocionalmente con un final bastante amable para sus personajes. Me ha ido convenciendo con los minutos y con un reparto que cumple con creces.