Más allá de la técnica del óleo sobre vidrio que usa Alexandre Petrov en muchos de sus cortos, y que es sencillamente impresionante, tanto visual como técnicamente, el cortometraje “ The Dream of a Ridiculous Man” me cautivó al enviarme directamente a una pesadilla palpablemente real. Muchos directores han probado suerte filmando sueños, aunque se han limitado a dar forma a una realidad paralela de características similares, como si se tratara de establecer en el espectador unos puntos de referencia que sólo se modificarían para producir la ilusión. Alexandre Petrov traduce a la perfección para su cortometraje el mundo de Fiódor Dostoyevski de una manera muy aguda. Es una proeza transmitir un sueño de forma tan feroz. En cuanto a la historia, es bastante sencilla pero eficaz y, sobre todo, sombría. Pero esta sencillez no impide sumergirse totalmente en la mente de un hombre atormentado. En cuanto al dibujo de Petrov, como he mencionado antes -un auténtico milagro una vez animado-, parece abrazar la inconstancia de los sueños. Al igual que las imágenes que percibimos cuando estamos dormidos, esta obra maestra es inestable y vacilante, como un espejismo escurridizo: la llama parpadeante de una vela. Pero más allá de la perfección visual que se esconde entre el rigor de las líneas y la inventiva de la animación, el genio de Petrov reside en la forma en que pinta el inconsciente. “ The Dream of a Ridiculous Man” es una catarsis, los ecos íntimos de la memoria se cruzan con los mitos antiguos, del pecado original a las fantasías del mundo de los muertos, el psicoanálisis está aquí en estado de arte. En resumen, una animación que no dejará indiferente a nadie, por su técnica y su oscuridad.

Segundo corto que veo de Aleksandr Petrov, después de My love, y este me ha gustado bastante más. Sigo pensando que este estilo de animación tan curioso, pintado en cristal, tiene que llevar un gran trabajo y tiene mucho mérito, pero aquí me ha gustado más que en el otro corto, me ha parecido más elegante, más cuidada, más sutil, menos estridente, y me ha recordado bastante a Botticelli en varias ocasiones. En general me ha resultado más fácil de ver, no se hace pesado a la vista, aunque las caras siguen estando bastante desdibujadas en general, pero también me ha parecido que tiene más detalle. Menos pinceladas y más precisión, eso es lo que creo que tiene, aunque supongo que es porque, dentro de usar la misma animación, no quería que fueran idénticos, a pesar de parecer también una obra de arte.

En cuanto a la historia, no conozco la historia de Dostoyevsky y no sé cómo de fiel es o cómo de bien reflejada está la obra original con lo que aquí nos cuenta Petrov. Vemos a un hombre que está hasta la pera de la vida (le entiendo la mayor parte de los días, para qué mentir), y no encuentra nada que le entusiasme, así que ha decidido suicidarse, algo que me parece una decisión muy drástica, la verdad. Pero, después de encontrarse con una niña pequeña que le pide ayuda, cuando llega a casa se queda dormido y empieza a soñar.

Como cualquier sueño, creo que es muy de libre interpretación, hay todo un arte a la hora de interpretar sueños, aunque creo que es muy relativo todo. En este caso, pueden ser varias opciones las que se podrían pensar. ¿Son remordimientos de conciencia? ¿Algún ente superior le está enviando señales y enseñándole que hay cosas que merecen la pena y que la vida merece ser vivida? Sin duda, el encuentro con la niña es el detonante de esos sueños, y creo que ***contenido con spoilers*** , y creo que con ese final queda bastante claro.

Es algo lento, eso sí, y la voz resulta bastante monótona, pero me ha parecido bastante interesante, dentro de que es muy fácil que cada uno saque sus propias conclusiones e interpretaciones, y la animación me ha parecido muy bonita y muy cuidada en este caso.

Nuevo cortometraje del director ruso Aleksandr Petrov basado en el cuento de 1877 escrito por Fyodor Dostoyevsky, de los vistos hasta ahora es el que menos me ha gustado en su trama, muy extraña, abstracta incluso metafórica se podría decir.

Una historia de la vida, la muerte, la desesperación, el suicidio y también de una nueva ilusión de un nuevo mundo o nueva vida, que en un momento dado se pasa de ser un mundo maravilloso a un lugar oscuro y lleno de pecado por parte del ser humano.

Aquí se ve al ser humano como culpable de que todo se corrompa.

A mí la historia no me termina de convencer, no me llega como me esperaba, eso sí, mantiene su inconfundible animación de oleo sobre lienzo animado, como si los cuadros cobraran vida.

Después de ver "El viejo y el mar" y "My love" me esperaba algo más de esta historia triste pero que no me convence.

No es un corto que pueda recomendar pero tampoco es para no verlo, puede que haya gente que si le transmita lo que a mí no ha conseguido hacer.

The dream of a ridiculous man es un cortometraje animado, en el que un hombre desilusionado e incapaz de encontrarle sentido alguno a la vida, decide quitarse de en medio. Poco antes de llevar a cabo su acción, se topa con una niña que le enciende una chispa para ver las cosas desde otra perspectiva.

Pues otro cortometraje que en sus 20 minutos se me ha hecho eterno. He intentado abrir mi mente y que Kuato estuviera orgulloso, pero no ha sido suficiente. Este tipo de cortometraje existencialista, de redescubrimiento vital a base de viajes por la imaginación, se me hace pesado y poco interesante, o al menos este.

A la animación sí que le concedo un minipunto, y al empleo del brillo que ayuda a transmitir el mensaje según se encuentra el protagonista, un protagonista que nos narra la historia y sus pensamientos en una voz en off muy relajada al que le falta algún café a lo mejor. O quizá el café me falta a mí después de esto.