La reputación a veces hace buena (o mala) a una película sin explicación. El diario de Noa es una película que adapta la novela homónima de Nicholas Sparks. Nick Cassavetes, hijo del célebre John, aborda este best-seller. Tras leer la sinopsis y ver los carteles promocionales, uno se teme rápidamente una enésima película sensiblera como Hollywood sabe tan bien hacerlas. Pero cuando la ves, no te arrepientes de haberlo hecho. Un tema anticuado y algunos recursos bastante clásicos... El diario de Noa se distingue de otras producciones del género gracias a una cierta contención, unos diálogos hermosos y ricos, unos actores notables -bien dirigidos, por cierto- y una dirección muy delicada. Rachel McAdams está maravillosa, al igual que Ryan Gosling, que me convence cada vez más con cada película. Nos imaginábamos lo peor, Nick Cassavetes sorprende con cierto talento, manteniendo el patetismo y el romanticismo -ciertamente contenidos en el libro- para contarnos esta historia de amor a través del tiempo capaz de desafiar muchas cosas como la distancia, la memoria que falla con la edad y la propia medicina. Ryan Gosling y Rachel McAdams también tienen mucho que ver. Una película conmovedora, con sólo algunas pequeñas imperfecciones, que permanece con nosotros durante bastante tiempo después de su visionado. Estrenada discretamente en 2004, El diario de Noa es una película magnífica, humilde y contenida, que personalmente me conmovió mucho. Es una de las más bellas películas sobre el amor que he visto nunca y asumo plenamente que la disfruté muchísimo.

"Si tú eres un pájaro, yo también".

He perdido la cuenta de las veces que he visto esta película, y es de las que si me encuentro un día en televisión me quedaré a verla sin duda. Pero es que sólo con escuchar su nombre, o ver la portada, o encontrarla en cualquier lugar me emociono, cada vez que la veo me emociono de la misma manera que la primera. Sé que tiene muchos detractores, simplemente por ser una película romántica, o porque tiene tanta fama que es fácil odiarla, pero a mí me parece una película preciosa y muy bien hecha.

Un amor a primera vista, al menos por parte de Noah, una noria, un poco de insistencia y un amor de verano de lo más intenso y bonito, que tiemble el de Grease. Pero el verano se termina y hay que volver a la realidad, y la realidad es bastante complicada, porque al final del día el amor entre Noah y Allie es un imposible, sobre todo por la oposición de la madre de ella por la diferencia de clases, lo de siempre, cómo va a tirar todo su futuro por la borda por alguien que sólo es chusma, hay opciones mucho mejores, o más convenientes. Muchas cartas, una casa blanca con ventanas azules, que hace poco vi Forrest Gump y estoy convencida de que es la misma casa o su hermana gemela, y el resto es historia. Demasiada pasión, para bien y para mal, pero mucho amor también, incluso cuando ***contenido con spoilers*** .

Cuentan que Ryan Gosling y Rachel McAdams se llevaban a matar durante el rodaje de la película, pues menos mal, porque si así lograron semejante química, no quiero imaginarme si hubieran conectado desde el principio, aunque después la química lo arrasó todo y atravesó la pantalla, terminando con ellos juntos en la vida real. Pero no olvidemos a Gena Rowlands, que falleció hace poquitos días, y me parece un gran homenaje ver esta película ahora, porque yo siempre la recordaré por su papel de Allie de anciana.

El diario de Noa es romanticismo puro, llena de símbolos, como la propia casa, la noria o el vestido azul de Allie con el que aparece en la portada. Nunca me cansaré de recomendarla, incluso a quienes la rechazan sólo por ser romántica, puede que esté llena de tópicos, puede que sea un tanto ñoña, pero también es una película preciosa sobre un amor que puede con todo y por el que vale la pena arriesgarse una y mil veces.

Dicen que detrás de todo gran amor hay una gran historia, aunque seguramente existan pocas que puedan presumir de haber trascendido tanto como 'The Notebook', una de las películas románticas más exitosas de lo que llevamos de siglo e, indudablemente, la más icónica de todas ellas. Traducida aquí como 'El diario de Noa', la cinta está concebida precisamente como tal; como el recorrido vital que nuestro protagonista, narrando el relato en forma de extenso flashback, hace por la vida de Noah y Allie, dos jóvenes de mundos totalmente opuestos cuya irrefrenable pasión, sujeta a la cruel fugacidad del verano, se ve interrumpida cuando la familia de ella, perteneciente a la clase alta, la acabe alejando de él, de orígenes mucho más humildes. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, con la consecuente partida de Noah, tratará de poner el punto final a la llama existente entre ambos, pero, como suele decirse, donde hubo fuego siempre quedan cenizas y, si algo tiene esta historia es justo eso: fuego. Pasión. La incontenible necesidad de estar con alguien aun cuando todo parece estar en contra.

De primeras, la típica historia de amor de verano. En la práctica, una película que va más allá para contarnos lo que ocurre en el después; en esos momentos en los que lo fácil es preguntarse por qué seguir intentándolo y que son, a fin de cuentas, los que forjan la verdadera dimensión del relato. Mientras una parte fluye con la incandescencia propia de una relación que comienza, sustentada a su vez por la brutal química que desprenden Ryan Gosling y Rachel McAdams en los papeles protagonistas, la otra lo hace desde esa nueva perspectiva del amor que solo el paso del tiempo ofrece y que el guion, aun cayendo en muchos tópicos del género, viste de la necesaria sensibilidad que pone la contraparte perfecta a esta historia. Emotivo discurrir por las páginas de una vida y desgarradora crónica, elevada a fábula romántica en su forma más pasional, sobre todos aquellos retazos del pasado que definen lo que somos y quiénes, por muchas dificultades que se presenten, ocuparán siempre nuestro corazón.

El diario de Noa es un drama romántico protagonizado por Ryan Gosling y Rachel McAdams.

En una residencia de ancianos, un hombre le lee un cuaderno a una mujer. Ese cuaderno narra la historia de amor de dos jóvenes y algunas de las dificultades por las que pasaron.

Una vez la he visto. Y no serán más. No es mi género, ni creo que lo sea nunca. No por eso fue una película que lamentara ver.
Llevaba relativamente poco con mi novia, y en algún momento acordamos que la siguiente sugerencia de qué ver, se vería sin rechistar. Yo quise ver la primera de Deadpool. Ella quiso ver El diario de Noa.

Sólo ese conexto me iba a hacer caer en esta película que tenía la fama de ser la película romántica por excelencia.

Pues a ver, debo reconocerle a la pareja protagonista el buen hacer, gracias a los cuales, la película es mucho mejor llevable. También, a menudo, tiene esas situaciones sentimentaloides que un fan de Terminator quizá no está preparado para ver, pero sobre todo le concedo, que la película, en su totalidad, nos termina contando una historia que sí que acabó llegándome a la patata. Por supuesto, no me emocioné, pero el final resuelve de forma muy efectiva la historia.