Me cuesta encontrar thrillers que me sorprendan y este film, que ni llega a ser considerado parte de dicho género, lo ha logrado.

Desde el comienzo se presenta cierto misterio y más o menos es lo que esperaba (en realidad pensaba que ***contenido con spoilers*** ), pero no es una de estas revelaciones que sientes básicas por lo evidente, porque te construyen toda una serie de red herrings bien hechos, a la vez que te dejan alguna pista sutil que te señala en la dirección correcta.

Sin embargo ese último giro... No recuerdo la última vez en encontrarme algo así y que me vuele la cabeza, porque o los giros los veo venir de lejos, o en caso de no hacerlo hay un tiempo para digerirlo todo; aquí no ha sido así, y vuelvo a repetir que esto ni siquiera se considera un film de suspense.

Por la premisa del viaje compartido entre cuatro desconocidos en el que alguien tiene un secreto, así como la manera en que la mayor parte del film tiene lugar dentro del coche, me ha recordado a El cuarto pasajero (que vi hace tiempo aunque es una peli posterior) y esta me parece que saca mejor provecho tanto de la premisa como de la manera de presentarla; porque en el film de Álex de la Iglesia, las cosas muy rápido se iban de madre dando lugar a situaciones inverosímiles, muchas veces con el simple afán de comedia.

Aquí por el contrario la comedia está asentada en la realidad, teniendo lugar por las personalidades de los personajes (especialmente la rareza de Julián) que nunca se llegan a sentir tan forzados como para romper la suspensión de incredulidad, y aunque de cara al clímax las cosas van a ir a más, eso aumenta gradualmente para que seas capaz de acompañar la obra y no acabar fuera de ella.

En definitiva, esto es la definición del meme «vine buscando cobre y encontré oro»; me lo puse porque es una peli cortita que pensaba que valdría para echar la tarde y me he llevado un sorpresón.

Si te gustan las road movies y también las pelis de misterios con buenos giros esta es una de las que debes ver sí o sí.