Críticas de El ferrocarril subterráneo

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La serie narra la historia de Cora, una joven esclava de una plantación de algodón en Georgia. Abandonada por su madre, vive sometida a la crueldad de sus amos. Cuando César, un joven de Virginia, le habla del ferrocarril subterráneo, ambos deciden iniciar una arriesgada huida hacia el Norte para conseguir la libertad.

RESEÑAS Y VALORACIONES DE El ferrocarril subterráneo

Crítico aprendiz
PTG 333
7.5 / 10
Preciosa fábula de como era la sociedad americana esclavista, lenta en muchos tramos, se recrean en pasajes menos interesantes que hacen el producto menos digerible pero premia la constancia con capítulos para el recuerdo dirigidos con maestría, una fotografía y unos planos asombrosos y unas actuaciones perfectas.
Solo la recomiendo a quienes tengan tiempo y calma para pasar 10 horas.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
8 / 10
Para apreciar plenamente "El ferrocarril subterráneo", la adaptación de la famosa novela de Colson Whitehead, que ha recibido numerosos premios en Estados Unidos, hay que estar prevenido si no se ha leído: lejos de ser una novela histórica realista, "El ferrocarril subterráneo" sigue regularmente el camino de la ucronía (Reconstrucción de la historia sobre datos hipotéticos). Y este enfoque, aparentemente bien recibido en Estados Unidos, sigue siendo en gran medida inquietante para nosotros, los europeos, que seguimos creyendo que para que una obra política, sea creíble, debe acercarse lo más posible a la realidad histórica que pretende señalar, luego denunciar...
No, en el siglo XIX no existía un ferrocarril subterráneo en el Sur que permitiera la huida de los esclavos fugitivos, sólo una red de almas bondadosas que ayudaban a los fugitivos porque su sentido de la humanidad no podía aceptar el trato innoble que recibían en las plantaciones. No, Griffin no es una ciudad real de Carolina del Sur, y el "rascacielos" llamado Edificio Griffin, donde se nos dice que se llevaron a cabo programas "científicos" de esterilización y exterminio "medicalizado" de negros, es -afortunadamente- un puro símbolo. En consecuencia, no estamos nada seguros de la existencia real de esta comunidad religiosa fundamentalista de Carolina del Norte que masacró a los "negros" y los sustituyó por irlandeses como esclavos. Y llegamos a dudar de la realidad de esta escena -aún devastadora en el penúltimo episodio de la masacre de una "granja negra" en Indiana... En definitiva, no es fácil que nos sintamos cómodos con la narrativa que propone "El ferrocarril subterráneo": Nos enfrentamos aquí al mismo problema "ético" que nos interpela ante "La vida es bella" de Benigni, que ficcionaliza los campos de exterminio... Dicho esto, hay que reconocer que Barry Jenkins, joven director celebrado desde su magnífica "Moonlight", entrega un trabajo formalmente extraordinario en esta serie de gran presupuesto. La envergadura de la dirección, la belleza de las imágenes, la fiabilidad de la dirección de actores, la increíble vitalidad de la banda sonora que participa plenamente en la creación de sensaciones y sentimientos sobrecogedores (y esto, sin recurrir a mucha música), la atención prestada a los rostros, a los gestos, al ser humano... todo ello es verdaderamente asombroso. La única pena es la elección de no utilizar iluminación artificial para las -numerosas- escenas nocturnas o subterráneas, decisión que dificulta la lectura de ciertos pasajes de la serie... Todas las intrepretaciones son excelentes, pero hay que destacar a la actriz principal, Thuso Mbedu, que está maravillosa en el papel de Cora, toda esa emoción que traspasa la pantalla y llega al espectador, ella la reprime de manera magistral para salvar su vida en varias ocasiones a lo largo de la serie. Una serie que merece la pena ver, sabiendo que lo que se cuenta no es real, como El hombre en el Castillo.

Valoraciones en tu crítica:

0 10 6 13