Críticas de Dororo

Me ha sorprendido la trama, muy cruda en algunos momentos, es algo que se agradece porque le da realismo, no es una obra maestra pero para cuando salió debió de ser increible de leer.
Me gustaria saber que justificacion se da para que pueda mover las prótesis tan eficazmente, pero bueno, supongamos que usa alguna fuerza demoniaca o algo asi.
La recomiendo si estas aburrido de tantos animes iguales

Me ha gustado la historia, tiene un buen balance, quizas no es la mejor que haya visto, pero vale la pena. Me hubiera gustado algo mas terminal y explicativo, pero estuvo bien en su mayor parte.

Una serie que habla de la mitología Japonesa, junto al ambiente que había antiguamente en la época de los samurais y el abuso que ejercian estos realmente de su poder, (comparado con lo que se suele contar) junto a toques de fantasía (demonios).

Imagínate que, algo tan tuyo como tu própio cuerpo, no puede pertenecerte, ni tu destino, ni la vida misma, siendo solo una víctima de un pacto en el que te viste inmiscuido entre la ambición y la codicia de los demás. Rechazado y despreciado como un demonio, los humanos demuestran parecerse y serlo más que Hyakkimaru, nuestro protagonista a quien le quitaron todo. Sin embargo, este nace con un don, una virtud que supera a cualquier demonio: ''Hiakkymaru tiene un poder especial, el poder de querer vivir.'' Me pareció algo sarcástico decirlo y compararlo en una época como la actual, donde cada vez existe más depresión y la gente tiene más ganas de cortarse las venas que otra cosa...

A medida que avanza nuestro protagonista, va recuperando y descubriendo nuevos sentidos, nuevas formas de vida: bien pensado, nacer en su condición (sin cuerpo prácticamente, ya lo veréis por vosotros mismos) es casi como estar ''muerto en vida''. Ello me llevó a recapacitar de que no apreciamos lo suficiente nuestro cuerpo...

Inclúso cuando Hyakkimaru consigue algo que le gusta, (aún habiendo pasado todas las peores penúrias que podría pasar alguien) se lo arrebatan, demostrando que a veces la vida no es muy justa. Entre metáfora y cuento mitológico, llegamos a situaciones crudas de la realidad, situaciones como tener que aguantar comida hirviendo con las manos al no tener un plato un cazo, o una realidad limitante del pasado, pero que no he podido evitar comparar con la actualidad ''liberal'' otra vez: el que alguien tenga que vender su cuerpo por comida, debe ser duro y triste... Pero lo más triste, es pensar que hoy en día, la mayoría de la gente quiere hacerlo con cualquiera, como si de un logro se tratara. Irónicamente, de nuevo, da esa sensación de contraste entre la antiguedad y la actualidad, donde nuestra sociedad de consumo y producción nos ha hecho menguar nuestros valores éticos y morales: la verdadera humanidad que hemos construido dentro de nosotros durante tantos milenios. ''Hoy en día, incluso el amor es un consumo''.
Se ve que al tener la barriga llena, pasamos a pensar con la cabeza de abajo, dando la sensación de que somos más ''animales'', de lo que uno pueda creer. ''Hemos evolucionado demasiado rápido, deshumanizandonos a la misma velocidad'' pensé.

Todo y ello, considero que por la mitad de la serie se pierde un poco el hilo argumental y la narrativa, dando a cambios de plano erráticos y sin sentido, pareciendo que pusieron de guionista al que hacía el story board. Supongo que hacer un anime sobre mitología debe ser complicado y tratar de mantenerte atrapado en ello aún debe ser más difícil, creando capítulos ''de puente'' hasta que se desarrolla el desenlace principal.

Otras reflexiónes de interés, tendrian que ver con factores como: (¿Cuál es el verdadero valor de un humano?, ¿vale lo mismo una vida que otra?, ¿valen lo mismo miles de vidas, sobre una? Hyakkimaru debe ser muy valioso si es asi, pero desde luego no es el camino correcto tener que aplastar a alguien, por el bien própio y ello lo demuestra la serie... Vivir a costa de otra persona no es algo que merezca elogio, ni mucho menos justificación.
Hyakkimaru seria el ejemplo del ser humano que no se ha visto corrompido por la sociedad ''nacemos puros pero la sociedad nos corrompe'' como decía Rousseau. Por ello me encantó el desenlace, en el que este demuestra ser mucho más humano que todos los demás humanos que se aprovecharon de él, una evolución del personaje increíble a mi parecer.
O que poético fué el momento de reencuentro de Hyakkimaru y Jukai... un hombre que quiere enmendar sus errores dando la vida a todos los malparados, se da cuenta que lo que ha hecho ha sido devolverlos al ''infierno''. Alguien que es ignorado por los propios Ayakashi, al parecer que, incluso para estos, él está más ''muerto que en vida''. Cuando al final uno le muerde la pierna, se da cuenta que tiene, como dice: ''el derecho de morir'' al darse cuenta de que Hyakkimaru lo considera su padre (o como dice: ''madre'' al no saber la diferencia) y entonces recupera las ganas de vivir, y volver a ser considerado ''vivo'' por los demonios.)

Por otra parte, la banda sonora no es muy prominente, aún que en general los openings y endings me gustaron, exceptuando el segundo opening de Asian Kung-Fu generation, ya que con el característico estilo de la banda, me dió la sensación de estar mirando Naruto (al ser una banda que hizo varios openings para esta serie) pensando que habría estado mejor dejar el primero, al ser muhco más elaborado audiovisualmente también.

Como conslusión: ¿Recomendaría la serie? Desde luego, creo que es un anime imprescindible y se pueden sacar muchas metáforas y ''aprendizajes'' destacables, sobretodo al estar basado en una antigua historia mitológica de Japón, aún que la verdad es que tenía la expectativa de ponerle el 10 y me quedé un poco como a ''medio camino'' de la satisfacción completa por los factores mencionados.

Magnífico.

'Dororo' es un anime que me ha hecho cambiar de parecer de forma radical a lo largo de sus 24 episodios.

No comencé muy convencido por su desarrollo tan lento, pausado y silencioso, pero tampoco sabía -ni entendía- por donde iba la historia, con el desarrollo de su historia, la relación entre Dororo y Hyakkimaru, los temas que presentaba me fue conquistando poco a poco, hasta terminar encantado.

Acabo de ver el último episodio y siento esa nostalgia única que todos hemos conocido al terminar una serie/anime que disfrutamos de corazón. Echando la mirada hacia atrás es un viaje único, triste, bonito y muy especial.

Si estás leyendo esta crítica para decidirte, por favor, dale una oportunidad, Dororo lo merece.