Crítica de Gravity Falls por PeterLynch

Para hablar de esta serie, hay que ponerse serio y sobre todo, de pie. Esta es probablemente una de las mejores series de animación no adulta que se ha hecho junto con Avatar, Hora de Aventuras o Steven Universe. Esta serie toca todos los palos de todos los temas que uno se pueda imaginar, desde una crítica al capitalismo, a los videntes, temas científicos (algunos más ficticios que otros) y mucha fantasía. Empieza con una primera temporada introductoria que empieza a poner en situación el mundo que se crea en Gravity Falls (Oregon) a través de personajes como la hiperactiva y optimista Mabel y el inquieto y realista Dipper que se marchan a vivir las vacaciones de Verano con su tio-abuelo (Grunkle) Stan. A partir de aquí, van descubriendo distintos misterios que rodean el pueblo (un poco a lo Scooby Doo) pero tiene una trama principal que resulta inquietante: En Gravity Falls, no todo es lo que parece. No confies en nadie.

Cuando ya se entra en la primera temporada, la serie empieza a tomar un tono más oscuro y empiezas a decir, "esto un niño lo entenderá pero creo que se han pasado de rosca", y ya cuando empiezas a descubrir lo que hay detrás de todo el pueblo, tu yo interior te dice "la cosa se pone interesante", y decides seguir viendo la serie, y no paras de verla, y te deja ese pensamiento en el cerebro por saber más, te hace volver a tu infancia.

Con la segunda temporada, ya empieza la cosa a tomar otro color, se vuelve más madura y dices "esto no es para niños", y se empieza a complicar. Lo que antes te parecía sencillo, ahora te sorprende más y empiezas a sospechar y tomas al pie de la letra la frase de inicio: "no confíes en nadie". Esta claro que en la segunda temporada dieron el cierre a la historia sin dejar ningún cabo suelto, aunque te da la sensación de que hay algo que no nos han contado.

La historia de Alex Hirsch (que dijo que se siente representado por los dos hermanos ya que está basado en él y su hermana melliza) es posiblemente uno de los proyectos más completos en TV, y si me apuras, en la cumbre de las mejores series de animación. Personalmente por series como esta deberíamos reconocer que el trabajo de animación, a pesar de competir en otra liga respecto a las series de carne y hueso, está al mismo nivel ya que el trabajo que hay detrás de los dibujos, la historia, los actores de voz y los gestos de los personajes son bastante complejos como una serie de alto presupuesto. La única pega que le pongo a la serie es que el final, en palabras del mismo Alex Hirsch, iba a ser más duro pero Disney le pidió que le rebajara el tono del final ya que le dieron manga ancha a la hora de mostrar ciertas escenas que han sido censuradas en algunos países. Además, los códigos que aparecen durante los episodios y las escenas de los créditos tienen un significado y siempre viene bien el buscarlos y definir su significado en los distintos alfabetos usados en la serie para resolverlos (cada uno con su significado).

De los personajes son todos increíbles y empatizas rápido con todos ellos. Mabel y Dipper como los hermanos son increibles, Grunkle Stan se hace entrañable y muy divertido. En esta serie, además de descubrir a Alex Hirsch como guionista, también se muestra como uno de los mejores actores de voz de la actualidad haciendo distintos registros en los personajes de la serie como Grunkle Stan, Soos, Dippy Fresh o Bill Cipher y que le sirvió para otras series como Star contra las Fuerzas del Mal, Rick y Morty y The Owl House.

Personalmente es de las series que más me ha llegado por todo el viaje que tienen los personajes y por cómo te vas sumergiendo en la historia de la serie. Hasta pronto Dipper, Mabel, Stan, Soos y Wendy. No tardaré mucho en revisionar esta maravillosa historia.