Redactada: 2019-08-12
Una primera temporada que te puedes ver una tarde perfectamente (es lo que he hecho yo) y que no te defraudará en ningún momento. Tanto es que al terminar querrás más de esta serie, de la cual, tendremos que esperarnos hasta que salga una nueva temporada.

Unos actores que encajan unos con otros, con unos personajes con mentalidades de emprendedores de algo “no tan legal”, pero eso es lo que hace divertido a la serie y al menos esta primera temporada, el intentar hacer algo distinto, para que su negocio siga creciendo según va avanzando los capítulos.

La temporada no termina como uno quiere, pero en esto Netflix ya no tiene acostumbrados y nos deja siempre con la miel en los labios, dejando finales muy interesantes.

¿Puede ser que estemos ante una serie diferente en el género adolescente? Podría ser. Ya que desde siempre hemos vistos adolescentes emprendedores con cosas legales o en algunos caso, cierto es, adolescentes haciendo cosas ilegales, pero nunca hemos visto adolescentes emprendiendo directamente en cosas ilegales, currándose cada acción para hacer crecer su negocio de forma incluso “legal” dentro de todo lo que da la trama.

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