Críticas de Ted Lasso

Crees que vas a ver una comedia, piensas que son capítulos cortos, algo pasajero para pasar el rato...
Ni mucho menos.
Cada capítulo es una lección de vida, momentos de reflexión y aprendizaje.
Podríamos hablar de muchas cosas, de los cameos, de los mejores momentos, de los peores, de las cosas que quedan en el tintero, pero todo se puede resumir en una sola palabra

BELIEVE

Uno no vuelve a ser el mismo después de conocer a Ted Lasso

Es simpática, agradable, ... No va de fútbol, Va de relaciones, de amistad. Muy biuena segunda temporada

Pues se nos ha ido la serie que, como leí una vez por aquí, nos hacía ser mejores personas. Una serie súper buen rollista, con sus altos y sus bajos como todos, pero que siempre te dejaba con buen sabor respecto no respecto a ella, sino respecto a la vida. Se nos va una de las grandes.

A mí me ha encantado esta temporada. Que sí, que no es un serión, pero es la típica serie que te bebes después de cenar o en un día tonto. Nada difícil y muy muy entretenida. Mención especial al personaje de Roy Kent y a los momentos de drama de Ted en esta temporada.

Lo que echaré de menos esta serie no lo sabe nadie... Ha habido un tiempo en mi vida en el que, siendo opositora, Ted Lasso era lo único que me permitía ver, por su motivación y esencia feel good. Y lo conseguía, me hacía sentir bien y me daba esa chispa para seguir y CREER.
Nunca pensé que me gustaría una serie en la que todo gira en torno a un equipo de fútbol, pues no soy aficionada a este deporte, pero he disfrutado del Richmond como si fuese real, y me da muchísima pena despedirme de todos los personajes. Qué vacío más grande.
Los voy a echar mucho de menos.

Pues mira que esperaba poco de esta serie, pero me ha encantado la tempora. No es que sea un seriote que haya que ver sí o sí, pero es la típica serie para los días de verano o para las noches en la que solo apetecerse relajarse y pasar un buen rato. Capítulos cortos que pasan bastante rápido, chistes que hacen gracia (que no es poco) y buenas actuaciones. Destacan sobre todo, además de Ted Lasso, los actores de Roy Kent (que maravilla de actualización de Roy Keane) y Jamie Tartt, que aunque tontísimo se hace un hueco en el corazón del espectador.

Ted Lasso es una serie que te hace sentir bien y te saca risas al mismo tiempo. El personaje principal es un entrenador de fútbol americano que es contratado para entrenar a un equipo de fútbol profesional en Inglaterra a pesar de que no sabe nada de ese deporte. A primera vista, parece una premisa bastante simple, pero en realidad es una serie con mucho corazón, que trata temas profundos como la empatía, la amistad, la familia y el perdón, y además lo hace de una manera que es sincera y conmovedora sin ser cursi o forzada. También tiene un gran sentido del humor y un mensaje optimista de que la bondad y la honestidad pueden triunfar incluso en un mundo cínico y desesperanzado.
No me gusta el deporte y aun así la serie me encanta y creo que esa es la mejor crítica que puedo hacer de ella.

Una serie de fútbol para mí? No, thanks! Y entonces, empecé a ver comentarios y valoraciones de otros palomiteros y decidí darle una oportunidad. ¡Qué maravilla! El humor consiguió atraparme y la evolución de los personajes me enganchó. Ha sido una temporada muy divertida y emocionante. Creo que la duración de los capítulos es un acierto, y con algún que otro cliffhanger siempre te dejan con ganas de más. Poder verla en v.o. siempre es un añadido. El personaje de Jason Sudeikis comienza siendo un poco surrealista, pero terminas queriéndolo.
Primer final de temporada con sabor agridulce. ¡Vamos a por la segunda! ¡Richmond!

Serie de pseudo humor blanco (que no hace daño a nadie) en el que vemos como un inexperto entrenador estadounidense acaba entrenando a un mediocre equipo de la Premier League. Tiene una forma de ser muy positiva que acaba contagiando a todos los que le rodean y llevando a su equipo a cotas insospechadas.
La serie cuenta con cameos de futbolistas y exfutbolistas famosos, incluido el entrenador español Pep Guardiola.
Se deja ver aunque algunos personajes pueden ponerte de los nervios como la choni y el utillero Nate (que me recuerda a Kif de Futurama)
La serie con 3 temporadas y 30 y pico episodios tiene una duración adecuada, más temporadas sería alargar el chicle de manera innecesaria.

Muy buena serie. Realza a la perfección los valores como equipo. Un equipo al principio sin ilusión. mediocre y sin compañerismo y que llega un entrenador que no sabe nada de futbol y lo convierte un una familia,

Sus primeras temporadas me parecen buenas, especialmente los momentos emotivos que involucran a Ted pero con la última no he podido y la he dejado a medias. Por veces me aburría y por veces me parecía que le faltaba la chispa de las anteriores.

Hace unos diez años se terminó una relación que me dejó bastante tocado, recuerdo que mi mejor amigo en aquel momento me recomendó ver "Friday night lights" pues me haría desconectar y que seguro me gustaría. Efectivamente, tenía razón. Me gustó tanto que me enganché y tras terminarla quise más...y llegaron Dexter y Breaking Bad, pude ver Lost y entender porqué tanta gente habló de ella en su momento. Y ya no he parado de ver series, a veces más, a veces menos pero siempre alguna he seguido.

Pues la serie de Connie Brighton es de las pocas deportivas que he visto - documentales a parte- solo me viene a la cabeza "Les del hoquei" y quizás alguien me concederá la licencia de añadir "Gambito de dama". Y ninguna de ellas han sido tan fantásticas como Ted Lasso. Ya he dicho que Friday me gustó y enganchó pero esta lo supera todo.

Honestamente tengo que decir que al principio me fallaba bastante la parte estrictamente futbolística, recuerdo comentar algún capítulo diciendo que había jugadores en peor estado de forma que Hazard! Ciertamente el personaje de Ted tal como confiesa en el último capítulo, no sabía ni que era el soccer y en cambio termina viendo un fuera de juego antes que el linier. Pero no me importó, esta serie trasciende del futbol y del deporte en general. Los valores de Ted, el coach, Rebecca, Roy, Keeley, los jugadores, el wonder kid Nathan, Trent, Collins, Sharon... y toda la família del Richmond se pueden aplicar al deporte pero también a las empresas.

El "Believe" de Jason Sudeikis podría ser el "How can I help you" de Ryan Eggold, Max, en New Amsterdam. Si continuo con la similitud, la jefa Hannah Waddingham, Rebecca, podría ser tranquilamente Debra Monk, Karen. Habla muy bien de la serie cuando equipos potentes como el Manchester City o el West Ham, incluso la Premier League, se ponen a disposición de la serie. No es para menos viendo la cantidad de galardones que se ha llevado, y los que se llevará por esta temporada que, a mi juicio, ha sido la mejor. Incluso a nivel futbolístico a nivel histórico, táctico, estratégico y hasta con efectos especiales por los goles y sus regates. Realmente no hacía falta pero se agradece el esfuerzo, que no deja de ser uno de los emblemas de la serie, algo sagrado para Roy que hemos visto inculcar a Jamie. Los amigos que se pelean por Keeley, supuestamente la guapa tonta de la serie si bien tiene ideas brillantes como el Richmond femenino.

Hay que verla y gozarla!

muy buena, la temporada 1 es pa sacarse el sombrero, como se dice,

Una última temporada en la que se cierran ciclos y se abren nuevos horizontes.

Me ha gustado la relación del equipo, se les ve interactuar más sin la presencia de Ted para conocer mejor a personajes como Isaac o Colin. Esa unión queda plamada en la escena de la pancarta. Además, me ha alegrado que Trent Crimm continuara en la serie después de su 'despedida' en la segunda temporada, es un personaje muy carismático.

Lo que menos me ha gustado es que los capítulos pasen a durar una hora, me gusta más el formato de treinta minutos cuando se trata de comedia.

Y la trama de Keeley de esta temporada, no sé si estban probando un posible spin off, pero la he encontrado desconectada del resto, sólo estaba presente a través de Rebecca y en algunos momentos por Roy. Pero la amiga medio loca y la historia con Jack no han aportado demasiado al crecimiento del personaje. Sí me ha gustado cómo termina en el último capítulo.

Un buen final para Ted Lasso y para el Richmond.

Cuando 'Ted Lasso' empezó a arrasar en los Emmy y los Golden Globes me picó la curiosidad, pero me cuesta más ver series de comedia. Ése fue un error, porque crees que vienes al Richmond a reir, pero acabas los capítulos con el corzaxón blandito y los ojos empañados.

Esta serie te gana a base de optimismo y buenas personas. Esperanza, afán de superación, compañerismo, amistad y respeto.

Si bien Ted Lasso es el protagonista y la persona que une a la familia que es el Richmond, la serie está llena de pesonajes entrañables con un buen desarrollo. Creo que mi favorito es Rebecca (su amistad con Ted es la relación más importante de la serie), pero otros como Roy, Jamie, Trent, Colin, Isaac, Higgins, Nate... son importantes.

Un poquito por debajo de la primera temporada debido a un par de capítulos, uno de ellos demasiado experimental, pero en general muy buena temporada. Aunque personalmente me gustaba más que los capítulos fueran de treinta minutos.

Se otorga más importancia a pesonajes secundarios que van encontrando su camino y se pone en primer plano la salud mental en el deporte, pero al final todo el resto queda un poco eclipsado por el personaje de Nate. Se ha ido plantando la semilla a lo largo de la temporada, pero aun así me ha sorprendido mucho el último capítulo. Casi hemos aistido a al nacimiento de un némesis

Cuando era pequeña, un día mi hermano me sentó con él en el sofá y procedió a explicarme lo que veíamos en pantalla: el fútbol. Hemos sido del Deportivo y del Barça desde que casi nos sorbíamos los mocos. Crecí viendo fútbol, tanto que en la Facultad los martes y miércoles de Champions se convertían en noches fantásticas con las amigas. Había desavenencias por los equipos claro, pero lo que nos importaba eran esos 90 minutos donde nos sentábamos en un bar a tomar unas cañas y comer aceitunas o patatillas, como si el mundo no existiese. Dice Dani Rojas, uno de los protagonistas de la serie, que "el fútbol es la vida", pero para mí el fútbol es la magia de no saber nunca lo que puede pasar, la aparición de los "milagros" para ofrecerte un buen (o mal rato) con tus amigos.
Diciendo esto, estaba claro que una serie como 'Ted Lasso' iba a gustarme, pero no esperaba que fuese a calarme tan hondo con sus mensajes de honor, apoyo, sacrificio y diversidad. Nos encontramos aquí con un entrenador de fútbol americano que se traslada a Londres para dirigir a un equipo de fútbol de baja categoría. Sin tener ni idea de cómo se juega este deporte, Ted con su positividad por bandera y su inseparable coach Beard, coge el toro por los cuernos. Al principio veía esa positividad demasiado tóxica, pero poco a poco y capa a capa, comienzas a ver que todos tenemos nuestros mecanismos de defensa y el de Ted es restarle importancia a todo.

A lo largo de estas tres temporadas, observaremos como el A.F.C. Richmond pasa por todas las etapas posibles, destacando gracias a un elenco de personajes tan brillante que pocas veces se podrá repetir. Desde un rumiante Roy Kent, al chulo Jamie Tartt, pasando por el comprometido Sam Obisanya, el leal Isaac, la alegría de Dani Rojas, el siempre imprevisible Nate, el curioso Higgins, el excéntrico coach Beard, la sabia y malhumorada Mae, la maravillosa Keeley y la boss bitch Rebecca. Asistiremos a partidos mágicos, buenos y mediocres, pero sobre todo asistiremos a un espectáculo diferente donde puedes ser lo que quieras ser porque tu equipo te apoyará. Algo totalmente utópico en nuestro fútbol masculino actual. Aquí se hablará de salud mental, de homosexualidad, de compromiso político, de traumas y sobre todo, de la vida. Porque fútbol son once tíos detrás de una pelota, pero detrás de esos tíos también hay una vida con sus luces y sus sombras. ¿Muchos gilipollas? Evidentemente, pero supongo que también habrá buenas personas que lo den todo por los demás. Ted nos conquistará a base de referencias a la cultura pop, la literatura, sus chistes malos y unos mensajes vitales que son la guinda del pastel.

"You know what the happiest animal on earth is? It's a goldfish. You know why? It's got a 10 second memory. Be a goldfish". Gracias Ted, yo ya era un goldfish de antes con mi pobre memoria, pero ahora lo seré conscientemente porque para vivir plenamente hay que dejar los fracasos atrás y CREER.

No sé donde he leído que Ted Lasso es un Ned Nadflers en carne y hueso, y es verdad. Y no solo lo digo por el bigote, sino porque es un personaje tan empalagoso y tan bueno, que llega a estomagar.

Ted Lasso trata sobre un entrenador de fútbol americano que es fichado por un equipo de fútbol inglés de medio pelo para que les entrene, con lo que los choques entre culturas están asegurados, propinando situaciones divertidas, pero es un humor taaan, tan blanco, que acaba siendo empalagoso. Por eso, quizás el mejor personaje sea el de Roy Kent (claramente inspirado en el exManchester Roy Keane), haciendo de un futbolista veterano, malhumorado y de vuelta de todo. Tenemos también referencias a Mourinho, Ibrahimovic, Jack Grealish, a la Superliga europea y algún cameo curioso.

La serie sirve para pasar un rato entretenido, aunque a medida que pasan las temporadas los episodios duran más, pero por ese buen rollismo a mí me llegaba a exasperar.

Me llamaba la atención que una serie sobre futbol se llevara tantos elogios y tantos premios, algo debía de tener. Pero lo que me convenció fue que a mi hermana, que no le gusta nada este deporte, le haya encantado.

Y ahora lo he entendido todo. Esta serie te gana a base de buenas personas y optimismo. Incluso, Rebecca, que hace unos años habría sido la villana es un personaje imponente y carismático que transmite fuerza y vulnerabilidad a la vez.

Ahora habrá que ir a por el ascenso.

Sorpresa estupenda con 'Ted Lasso', he terminado viéndola en modo maratón. Divertida, emotiva, inteligente y muy amena. Además de su punto de partida que cualquier futbolero disfrutará, suma todas las referencias cinéfilas que tiene, su punto social, su toque chorra y, a pesar de todo esto, los golpes emocionales que llega a tener. Una fantasía en este sentido.

Si no le doy más nota es porque en la segunda y tercera temporada hay algunos caminos que no compro demasiado, algún capítulo suelto medio de relleno y el final no termina de atar bien sus cabos, pero es una experiencia totalmente satisfactoria.

Esta comedia la empiezas para divertirte y puede que incluso para desconectar la mente un rato, pero te acabas quedando porque te deja el corazón calentito.

Y aunque gran parte de esto sea gracias a que Ted es un tipo bonachón que siempre tiene algo bueno para decir de todo el mundo (incluso aunque como espectadores pensemos distinto), un gran acierto es que las relaciones entre los personajes no giran en torno a él.

Sí, gran parte de los eventos que ocurren y de los vínculos que tienen el resto de personajes entre si son por la intervención de Lasso, sin embargo la obra se construye de tal manera que si él no existiera, parte de estos elementos tendrían lugar de todos modos.

Y con respecto a esto, al principio me preocupaba una posible trama romántica que se planteaba, ya que parecía que iba a ser todo muy evidente pero no y este tema te lleva por ciertos derroteros que aunque tampoco resulten sorprendentes cuando te los ponen delante, no decepcionan.

Algo que me gusta es la continuidad que tiene la serie, no solo en que la trama va avanzando cada episodio por poco que sea, sino que bastante pronto se va construyendo todo un lore que da lugar a gags recurrentes e incluso retomar chistes de los primeros episodios al final de la temporada. Que es posible que sea porque la mayoría de comedias que he visto han sido todas televisivas y la única que fue creada para un servicio de streaming fue Blockbuster (que es extremadamente mala), pero siento que Ted Lasso aprovecha bien el ser hecha para un servicio de streaming en lo que respecta a continuidad.

Luego los partidos de fútbol, aunque resultan anecdóticos siendo la temporada más centrada en lo que ocurre fuera del campo, sí logran dar el pego cuando vemos alguno.

Probablemente la única pega que se me ocurre es que a lo largo de los episodios podremos encontrar una series de fallos de raccord, que no estropean la experiencia, pero están ahí y si tienes un mínimo de atención pueden sacarte momentáneamente de la serie.

En definitiva, Ted Lasso es una serie que hace reír pero también hace llorar. Puedes disfrutarla tanto si te gusta el fútbol como si, al igual que su protagonista, no tienes ni idea del deporte, por tanto considero que esta temporada la debes ver sí o sí porque incluso si no te convence, tiene un desenlace que aunque abierto por obvias razones, podría funcionar bien si la serie hubiera sido cancelada.

Ted Lasso es una serie de comedia y drama, protagonizada por Jason Sudeikis.

El AFC Richmond, es un club de fútbol inglés que decide contratar a un entrenador con buenos métodos motivacionales para sus jugadores, pero que no tiene ni idea del fútbol (balón pie) porque hasta este momento, era entrenador de fútbol americano.

Quiero dejar claro lo primero, que no es una serie de fútbol, se habla de fútbol y cómo no, vemos de vez en cuando secuencias de algún partido, pero casi siempre habrá desarrollo de algún personaje en esa escena. El fútbol es sólo el telón de fondo de la serie.

La serie empieza como una comedia buen rollista, y esto me encantó, me subí al barco y tan contento de estar en él. De vez en cuando iremos viendo que la serie es en realidad un drama, y su particular modo de afrontar las cosas es lo que la hace especial.
En la segunda temporada, y sobre todo en la tercera, veremos puntos en tramas de algunos personajes llegar a esos puntos dramáticos, va dejando de lado la comedia y va desarrollando sus tramas, con pinceladas cómicas o como digo, con su enfoque buen rollista, que en ocasiones me ha resultado excesivo. La parte más cómica me gustó mucho, pero la serie se fue transformando en un drama positivista.
Al final la serie ha coqueteado demasiado para mi gusto con ser empalagosa, y le habría puesto algún medio punto menos, si no fuera por la innumerable cantidad de personajes que sí me han parecido memorables, y es uno de los motivos por los que podría recomendar la serie, muchos personajes que se hacen interesantes y respetables, que ayudan a que la serie derroche el positivismo que expresa.

Mientras escribo estas líneas, el positivismo que me viene a la cabeza mientras pienso en la serie, me impide ser algo más duro con ella. Supongo que de alguna forma me ha transmitido lo que pretendían.

Tras tres temporadas, los creadores consideran cerrado el arco que pretendieron hacer, y viendo el final sí, esto está cerrado, aunque Apple TV+ se resiste a dejarla marchar.

Ted Lasso es la serie con la que más he logrado conectar.

Y ahora, tras acabar de ver el último episodio de esta tercera temporada, no sé muy bien qué decir. No creo que nada de lo que pueda soltar aquí le haga justicia, así que por no haceros perder el tiempo solo os diré que si os gustó las dos temporadas previas veáis esta cuanto antes, y si por algún motivo no os ha gustado, no tenéis corazón, pero aun con esas considero que debéis darle una oportunidad, porque Ted Lasso en general y esta temporada en particular tienen toda una serie de momentos distintos e igual de emotivos en los que por simple estadística acabarás sintiéndote identificado.

Si por el contrario, no habéis visto la serie, ¿cómo es que nos os han convencido mis dos críticas anteriores? ¿A qué estás esperando? ¡Mírala!

Podría acabar mi crítica aquí pero hay un par de temas que sí me gustaría tocar.

Para empezar, esta temporada (especialmente en los episodios finales) demuestra lo acertado que estaba al compararla con el live-action de un manga spokon; para lo poco que vemos partidos de fútbol en una serie sobre un entrenador de fútbol americano que empieza a entrenar fútbol, las escenas en el campo son jodidamente épicas.

En lo que respecta al otro tema, si llegaste a leer mi crítica a la cuarta temporada de Barry te diré dos cosas: primero, te aplaudo por tener la paciencia para leer los tostones que escribo donde me voy por las ramas para hablar de un tema tangencial a la obra a la que estoy tratando pero sin hablar de ella directamente (como de hecho estoy haciendo ahora mismo) y segundo, planteé la idea de que (con contadas excepciones) no existe algo que se pueda llamar «final», sino un punto arbitrario donde el autor acaba su obra, y esta serie es un buen ejemplo de ello.

Esto es a todas luces un final, no solo por la manera de presentarlo sino porque cierra un arco que empezó en la primera temporada y en el que cada una de ellas hace una parte de un todo correspondiendo a la introducción, nudo y desenlace de una obra.

De hecho, el propio Jason Sudeikis aseguró que este era «el final de la historia que queríamos contar», sin embargo dejan la puerta abierta a que la historia siga y el propio desenlace tiene semillas para contar nuevas tramas. Lo que sin importar si hay una cuarta temporada, o algún spin-off o esto es lo último que veremos de Ted Lasso, reafirma la idea de que no existe realmente algo que se pueda llamar «final».

Y esto es todo, cualquier cosa que podría añadir sería repetirme en lo que ya dije en las dos críticas previas...

En definitiva, ya te he recomendado que mires esta temporada (y el resto de la serie), y si lo que te preocupa es que la historia pueda seguir y la siguiente temporada sea mala, pues considera esto como un todo cerrado y olvida lo que venga después, sé como un pez dorado.

Y espero de veras que si ves esta serie consigas conectar con ella una pizca de lo que lo he hecho yo y con ello puedas replantearte cosas, o simplemente sentirte arropado y terminar con el corazón calentito.

Debo admitir que solo empecé esta serie por lo bien que hablaba todo el mundo de ella, porque la verdad es que el fútbol no es lo mío. O sea, a ver, conozco lo básico, como que son once contra once, que si te zancadillean hay que hacer la croqueta lo máximo posible y que si el árbitro te saca una tarjeta no es para felicitarte el cumpleaños precisamente. Sé poco y aun así sé más que nuestro protagonista, Theodore «Ted» Lasso, un técnico de fútbol americano que, pese a su declarada ignorancia sobre lo que allí llaman «soccer», es contratado para entrenar a un equipo de la Premier League inglesa. Esa extraña decisión, si bien puede parecer absurda de primeras, tendrá su razón de ser y además supondrá la base sobre la que se cimentará todo el factor cómico y emocional de la serie. Y es que el bueno de Ted, optimista, ingenuo y cercano como pocos, no lo tendrá nada fácil en su aventura futbolística, pero no por ello dejará de predicar su peculiar filosofía ni de extenderla a todos aquellos que le rodean.

A priori, la clásica historia de superación deportiva, solo que enfocada desde un esperanzador prisma de luminosidad que, sin embargo, no tiene reparo en tocar temas bastante serios. Detrás de su contagiosa positividad y su incansable buen rollo, la serie también encuentra hueco para hablar de aspectos como el fracaso, la ansiedad o la presión, haciendo un especial hincapié en la importancia de la salud mental y en el poder de la empatía como herramienta básica en todo desarrollo personal. Y, si bien es cierto que a veces peca de ser demasiado buenista y de mostrar situaciones que jamás tendrían lugar en un equipo real de fútbol (o incluso en la propia vida), al final resulta complicado no dejarse llevar por su entrañable calidez, por sus geniales puntos de humor o por la tremenda humanidad que desprenden sus personajes y las lecciones vitales que todos ellos compartirán con nosotros. Porque, si algo me ha quedado claro viendo esta serie, es que 'Ted Lasso' nunca fue una ficción sobre fútbol, sino una realidad sobre las cosas que más importan en esta vida y sobre cómo nos enfrentamos a ellas.

Si necesitáis un rinconcito donde purificar el alma y calentar el corazón, no dudéis en darle una oportunidad a Ted y a su particular universo de juegos de palabras, chistes malos y mensajes motivacionales. Puede que no vayáis a recordarlo por sus enseñanzas sobre fútbol, pero sin duda os costará olvidar su inspiradora forma de ver el mundo. Hasta siempre, míster.

Nunca me había planteado la idea de que fuera de las obras que se engloban en la ficción especulativa pudiera encontrar una de género hopepunk; Ted Lasso me ha hecho replantearme ese concepto.

Si me pongo a pensar en otras comedias que he visto que tocan temas sociales como Scrubs, Brooklyn Nine-Nine o Superstore ―que respectivamente tocan el tema de la sanidad en los EEUU, la policía estadounidense, y los trabajos precarios y las corporaciones―, las victorias no suelen ser tal: o una victoria trae consigo una derrota o, aunque con un gran impacto individual, no representan algo grande mirando el todo.

Esta serie es diferente; tendremos en esta temporada algo como un equipo protestando contra su principal patrocinador y que no haya ni una consecuencia negativa, solo positivas. Esto da un toque de irrealidad total a la obra y sin embargo me parece perfecto; tal vez si esto fuera una obra dramática (me refiero a exclusivamente dramática) un elemento así me sacaría de la obra, pero aquí no, me gusta una obra en la que algo así ocurra porque si quiero ver actos así teniendo consecuencias negativas miro las noticias...

La trama esta temporada, aunque apoyándose mucho en el crecimiento de los personajes y en sus relaciones, gira mucho en torno a la salud mental y hace una representación muy realista del tema y plantea lo importante que es. Aunque esto lleva a tocar otros temas como el de las pérdidas, y este es uno que me ha hecho llorar porque me ha tocado personalmente.

Con respecto a las relaciones, siguen funcionando; la serie sigue pareciendo que va a ser previsible al respecto y todavía sorprende, tanto en la manera en que evolucionan las relaciones que ya teníamos de antes como al plantear alguna nueva, y si bien sigo teniendo la impresión de que sé qué relación puede tener lugar de cara al final y dejaré un spoiler de ello simplemente por dejar constancia, creo que es una obra capaz de sorprender y no hacer que Ted y Rebecca acaben juntos, pero si no me equivoco no me sentiré defraudado por ello porque es una relación que se construye muy bien como para funcionar tanto como romance como amistad, a diferencia de otras obras en las que en cuanto dos personajes se conocen sabes que van a acabar juntos.

El fútbol sigue siendo anecdótico (de hecho, mis episodios favoritos casi ni tocan el tema) pero ciertos momentos son tan jodidamente épicos que si no conociera esta serie, los viera sueltos en un vídeo en YouTube y ahí pusiera que son de un live action me lo creería, porque la fotografía, la dirección, la elección musical... todo hace recordar a los momentos épicos de los mangas y animes spokon.

En definitiva, si te gustó la primera temporada esta no te la puedes perder y si aquella no te acabó de convencer pero te gustó su toque dramático dale una oportunidad a esta.

Humor blanco sobre el deconocimiento del fútbol sin ser aburrido.

Se resume en una buena serie con un humor blanco que permite verla a todo el mundo y que da un buen rollo sea el tema que sea que trate.

Me la he visto en un finde, qué bien sienta. Es una comedia no comedia, más serie de "corazoncito caliente" (va siendo hora de que inventen un término para este tipo de series porque ni son comedias, ni son drama, sino que son tiernas y bonitas) que otra cosa. Ted Lasso es un bonachón e hiperoptimista entrenador de fútbol americano al que contrata un club inglés de fútbol para entrenar. El señor allá que se va, aunque no tiene ni idea de cómo funciona este deporte. Es una idea ingenua y absurda, claro, pero para una serie como esta funciona bien porque Ted lo que quiere por sobre todas las cosas es motivar a su equipo, que sean un equipo como tal, con valores humanos, que estén unidos y enseñarles cositas buenas. Ganar o perder para el es hipersecundario.

No es una serie que te vaya a sacar grandes risas ni nada por el estilo, es más una serie tierna con un humor muy sencillo, muy inofensivo, de sonrisa emotiva, con la que solo puedes conectar si te dejas llevar por su positivismo y corazón. Es lo que busca y a mí me ha encantado, así que deseando ver cómo va la segunda temporada del Richmond.

Pues vaya desubicado el Nate. Ya daba señales de no ser buena gente y pa lo que ha quedado... Otra buena temporada, aunque por el medio han experimentado un poco con un capítulo dedicado en exclusiva a Beard que me ha aburrido bastante, no puedo mentir. Pero del resto muy bien, se han centrado en temas de salud mental con la incorporación de una psicóloga y han pasado cosas que llevábamos tiempo esperando, como lo de Sam y Rebecca (que a ver si se retoma). Eso sí, como me separen a Roy y a Keeley me tiro por la ventana, de verdad.

Cuando es el último día de presentación de candidaturas a los Emmys, pone fin una de las comedias que más ha dado de qué hablar y llevado a otro nivel a la plataforma de Apple con una serie que se ha convertido en su insignia durante sus 3 años que ha estado en emisión. Cuando dijeron que sería la última temporada no podía creerlo, pero me dio la oportunidad de disfrutarla y, a la vez, darme cuenta de que la serie termina en un momento en el que las historias se han cerrado haciendo justicia a cada uno de los personajes, y con el bueno de Ted demostrando que aun teniéndolo todo en Richmond, decide volver a Kansas porque sabe que ahí está lo que necesita, pero siempre será recordado.

Ted Lasso nos cuenta la historia de Theodore Lasso, un entrenador cuyos métodos de entrenamiento y su forma de llevar un equipo son poco ortodoxas, con humor, múltiples referencias a la cultura pop y mostrando una fachada de persona que se entrega totalmente por los demás. Pero siempre se esconde en eso para evitar hablar de lo que deja atrás y el motivo por el cuál se marchó de Kansas a Londres: dejó a su hijo con su mujer con la cuál se separó, traumas por el pasado que vive tras la muerte de su padre cuando era niño. Tomándoselo con humor y dejando que le resbale los comentarios que hacen hacia su persona, Ted decide mostrar esa faceta que le hace ganar adeptos y, sobre todo, cambia a cada una de las personas que están a su alrededor . Personajes como Rebecca, Roy, Nathan, Keeley o Tartt cambian gracias a Ted, y algunos eran tan testarudos que no podían soportarle. A veces, el gritar en lo profundo del bosque y pedir ayuda, es la mejor solución cuando estamos agobiados o no sabemos cómo seguir.

La serie, a pesar de ser comedia, tiene momentos en los que sus toques certeros son pequeños punzones que nos llegan al corazón y nos hacen pensar que esos momentos duros, pero a la vez esperanzadores nos permiten valorar la serie el título de comedia dura en algunos aspectos de forma diferente. El toque de Lassina (palabra que se usa para hablar de esta serie) siempre viene bien para azucarar la serie, pero somos personas que tenemos que enfrentarnos a múltiples facetas en la vida. Y eso es lo que Bill Lawrence, Ethan Hunt y Joe Kelly consiguen llevar en la serie de una forma certera. Todos nos merecemos una segunda oportunidad, desde los buenos hasta los testarudos y cabezones. Aunque en esta última temporada han querido analizar múltiples temas tengo la sensación de que en algunos de ellos, por el hecho de abarcar tanto, se han quedado en la superficie y por ello no consiguen elevar lo suficiente la nota de la serie. En cuanto al trabajo de los actores, Jason Sudeikis y Hannah Waddingham hacen un trabajo más que excepcional y permiten que la serie gane muchos enteros a la hora de valorarla como una gran serie, y además actores como Juno Temple o Brett Goldstein, quien para mí era un perfecto desconocido, consiguen dar la talla y merecerse otros premios.

Lo dije más de una vez, esta serie te hace mejor persona. Y consigue calentar el alma. Y no lo digo desde el punto de vista religioso, sino desde el punto de vista humano. La serie consigue acercarnos a los demás y nos permite empatizar con ellos, dando la posibilidad de hacernos mejor y cambiar. Y como decían en el final de la serie, cambiar no nos hace ser perfectos. Simplemente hacer pequeños gestos nos permite seguir adelante y madurar . Y creo que esta serie, con sus muchas virtudes, pero también algunos defectos, consigue colocarse como una de las series del momento. Dadle la oportunidad, os hará ver las cosas de otra manera. Y si no lo consigue, como bien dice el opening “But Heaven knows I tried.” Se despide esta serie por todo lo alto. Como todos nosotros, se merece una oportunidad

Final bonito para una serie bonita, aunque con una sensación de que falta algo más en algunas tramas. Keeley y Roy no han terminado juntos, Rebecca tampoco ha vuelto con Sam y ha acabado con el señor ese random de Amsterdam que vimos en un capítulo... Hay cositas un poco inconclusas, no sé. Ha sido una temporada definitivamente más floja, hay capítulos que me han parecido un absoluto peñazo, creo que porque han terminado siendo capítulos de una hora, cosa a mi parecer innecesaria. Han hecho bien en acabarla a tiempo justo cuando empezaba a perder la frescura.

Mantiene el humor blanco y el buen rollo tratando todo tipo de temas.

Grandísima temporada, grandioso final. Serie que hay que ver, sí o sí. Todos están genial y no me imagino como va a continuar la serie. Ganas de más.

Serie de humor blanco que va de más a menos, menos en la duración de los capítulos, que en la tercera temporada pasan a durar 1 putísima hora. Incomprensible. Su argumento nos presenta a un entrenador de fútbol americano al que contrata un equipo de la Premier League inglesa (el ficticio AFC Richmond) y él decide que por qué no probar con el fútbol a secas y allá que se va, sin saber absolutamente nada de este deporte, con su segundo entrenador a la aventura. Al final esto es lo de menos, de hecho he visto a más personas a las que no les gusta el fútbol y aman la serie que al contrario, porque Ted Lasso va más sobre esperanza, ternura, buenrollismo y amistad que sobre fútbol. En realidad la visión del mundo del fútbol que deja es profundamente utópica y carente de masculinidad tóxica, algo que no se corresponde con la realidad del fútbol masculino, por desgracia.

La primera temporada me encantó, me la bebí, es cálida, te alegra el corazón y les coges cariño a todes rápidamente. Sí que es cierto que el optimismo hiperbólico de Ted Lasso sería insoportable de aguantar en la vida real, pero en esta serie lo encuentras un hombre bonachón y encantador que solo quiere sacar lo mejor de toda persona con la que se encuentra en la vida. Con grandes secundarios como Roy Kent y sus gruñidos, la espectacular amazona señora poderosísima que es Rebecca o Keeley, a quien te presentan un poco como la choni inglesa novia de futbolista supuestamente "superficial" pero que en realidad es simplemente la mejor. Y los jugadores del equipo que terminan siendo una familia (también bastante utópico y surrealista que en 3 temporadas siempre continúen casi los mismos jugadores, como si en la industria del fútbol no viniese cualquier otro con más pasta a llevárselos en cuanto destacan).

La serie va progresivamente dejando de lado los aspectos más cómicos (que tampoco eran tantos) hacia un sentimentalismo constante que estiran hasta sus límites, llegando por momentos a ser empalagoso, sobre todo en la tercera, donde pasan a hacer episodios larguísimos que a veces agotan. Creo que ha sido una buena idea haberla terminado aquí cuando empezaba a perder frescura, así que los rumores de una posible continuación o spinoff me parecen innecesarios. Ojalá no lo hagan. Así como está me parece más que suficiente (aunque considero que hay personajes que no acaban como tendrían que acabar) y deja un mensaje bonito, incluso crítico con el fútbol moderno ultracapitalista, que sienta genial. The Lasso way es el de la pura bondad y los valores positivos, una serie de humor inofensivo y cariño entrañable que te dejará el corazón calentito.

Sigue siendo una serie de buenismo (que puede llegar a ser un poco cansino). Y Nathan convertido en todo un Mourinho.

Pues otra serie que te la pintan como comedia, pero que por la mezcla de estilos, encajaría más como dramedia y, aunque tiene situaciones divertidas, no te vas a reír a carcajadas. La premisa de contratar a un entrenador de fútbol americano para que entrene a un equipo de fútbol europeo es interesante, aunque eche de menos más situaciones en las que se reflejase ese choque cultural y de desconocimiento de uno y otro deporte. El personaje de Ted Lasso, interpretado por Jason Sudeikis, es el más destacado. Él hace de un optimista y buen rollero entrenador, aunque a veces peca de un poco ñoño, en el que pocos creen, pero que se va ganando el afecto de la gente. Está simpática y los episodios duran poco, pero abusa del azúcar.