Aunque esta crítica la escribí hará este verano unos 3 años con el estreno de la quinta y última temporada, vendría bien recuperarla:

Hace mucho tiempo, en un lugar lejano, donde los cerezos se alzaban y caían sobre la próspera primavera, un demonio llamado Aku se estremeció para someter a todo ser viviente con su maldad. Nadie podía hacer frente a la crueldad y destrucción que Aku dejaba a su paso y se extendía a través del tiempo con su poder. Nadie excepto un valiente samurai llamado Jack, cuyo único propósito es destruir a Aku y poner fin a su tenebroso reinado. Jack deberá enfrentarse a innumerables peligros y los secuaces del temible demonio intentarán impedir su objetivo, pero éste no se parará ante nada ni ante nadie. Él es el fantasma de Aku, su perdición, el alma en pena que acabe con el terrorífico demonio. Pasará el tiempo y Jack seguirá persiguiéndolo hasta los confines del mundo sin rendirse y así acabar con la oscuridad de Aku.

La serie me ha transmitido momentos de alegría, de tristeza, de levantarme del sillón de la emoción, de dejadez; estando a la altura de mis expectativas y puedo decir que he llorado con el final de esta magnífica serie. Grandísimos detalles que ha hecho el grandioso Genndy Tartakovsky mezclando distintos géneros en una misma serie. En su obra más reconocible, Tartakovsky libera toda su artillería, con grandiosa calidad de imagen, sonido y sobre todo animación para una serie de la época. Siempre recordaré ese homenaje a Cowboy Beboop y Star Wars en la 4ª temporada, a El Bueno, El Feo y El Malo en la 3ª, y otras muchas referencias a la cultura pop.

¿Y qué decir del final de la serie? Recuerdo cuando la vi apenas tenia 12 años en aquel lejano 2004-2005 llegaba del colegio a ver la gran obra de Genndy, todo me parecía genial, sus escenarios, su banda sonora y el elemento que destaca las obras de Genndy: el silencio. Creaba un momento de tensión el cual me mantenía pegado al televisor y al personaje de Jack. Pasaron los años y nunca una serie nos mantuvo en vilo por más de 10 años y hablo por aquellos que cuando termino la cuarta temporada nos quedamos con ganas de un final cerrado, los cómics que hicieron no bastaron y queríamos la quinta temporada, se anuncio el regreso del samurai en una película pero no sucedió, la espera había llegado a su fin cuando la quinta temporada fue anunciada.

En esta última tanda la serie sigue fresca y mantiene su esencia, algo muy destacable teniendo en cuenta que ya había pasado mas de una década, sus escenarios y su banda sonora son los mismos pero con una carga de momentos épicos y memorables como el enfrentamiento en las ruinas, la batalla en la nieve y el frío y el viaje de Jack a través de la locura culminando con su casi harakiri. Son solo 10 capítulos y a pesar de que a Tartakovsky le presionaron y no le dejaron trabajar con comodidad, supo darle calidad. Samurai jack es esa serie que hace que explotemos de emoción y saltemos del sillón. Una pena el fallecimiento de Mako (voz original de Aku y de Iroh en Avatar) que no pudo poner la voz de Aku e la última temporada de la serie. La trama de estos 10 capítulos dándole continuidad a la obra, está muy bien llevada salvo los dos últimos capítulos, que se pudo haber desarrollado mejor, pero no rebaja el nivel de la serie en general ya de por sí alto.

Absolutamente recomendable todo lo que ha hecho Tartakovsky, ya que es uno de los creadores de animación que está a la vanguardia. Gracias Jack y Aku por esta historia del bien contra el mal. Totalmente recomendable.