Cuando uno ve este tipo de series, lo más interesante es el debate que se generará a posteriori con amigos, compañeros de trabajo o la propia familia. Ahí es donde se descubren muchas cosas sobre la gente con la que nos relacionamos a diario porque ‘Ni una más’, toca una fibra muy sensible de la que todos parecen querer opinar. Alma es una adolescente rebelde que prefiere la compañía de sus amigas o fumar en el parque a coger los libros. Una noche todo cambia para ella, se marca un punto de inflexión porque todo lo que podía salir mal, ha salido mal. ¿Qué ocurre entonces cuando los cimientos de tu caótica vida se resquebrajan de forma todavía más caótica? Alma emprenderá el camino a la libertad de la mano de sus amigas, que son las que siempre nos salvan en los momentos cruciales y en los banales. Se dedicará a intentar desmantelar un secreto a voces en su instituto, al tiempo que comprenderá cómo funciona la maquinaria de presión y el silencio del victimario en su propio ambiente.

No me ha parecido la gran serie que debería ser y es evidente que flojea en muchos sentidos, como en la representación maniquea de los caracteres que son constructos a base de topicazos, lo que acaba restándole originalidad a la trama. También acusa un tono bastante peliculero o que incluso podríamos definir como “made in Netflix”, a la hora de sobreexplicar ciertas cosas. Siendo así, prefiero quedarme con lo positivo y agradecer que se sigan haciendo este tipo de contenidos dirigidos a los más jóvenes y a los no tan jóvenes. Si nosotros lo tuvimos difícil, no me gustaría ponerme en la piel de una generación a la que tildan constantemente de “generación de cristal” por atreverse a alzar la voz ante todo lo que nosotros acabamos dando por bueno o porque “así son las cosas”. Es imprescindible que se cuenten este tipo de historias, pero el cómo se cuentan también importa y mucho.

He visto comentarios en otras webs tildándola de surrealista y poco creíble, cuando nosotros teníamos ‘Física o Química’. Serie en la que había abusos, orgías, drogas, líos sexuales con profesores, enfermedades terminales y muerte. Así que a ver… No es que esto aporte mayor credibilidad, pero ya hemos visto de todo como para escandalizarnos ahora.