Cuando uno está acostumbrado a ver a ciertos personajes encasillados en ciertos roles, les ves salir de los mismos y se convierten en uno de los mejores, y en esta serie han conseguido llevar al extremo el tema de la interpretación y de la dirección de gran parte de la serie. Jason Bateman, a quién ya vimos en "Arrested Development", "Horrible Bosses" o "Zootopia", es el protagonista de esta historia que ha pasado sin hacer mucho ruido durante estos cuatro años y ha sido de las que más éxito ha dado a Netflix.

La historia nos da a conocer a los Byrde, una familia de clase media-alta de Chicago que, por un giro de los acontecimientos, acaban yendo a Missouri en una apuesta desesperada por huir de un error del pasado cuando un plan de blanqueo de dinero no sale adelante. La propia zona de los Ozark, la casa de los Byrde o las relaciones que tienen los personajes entre ellos hace que la historia sea de las más completas en cuanto a desarrollo de personajes y complejidad en cuanto a su forma de contarla. Muchas veces estas series se piensa que, por su temática puede resultar tópica, pero es que sorprende en muchos aspectos tanto para bien como para mal.

La historia de los Byrde bien podría ponerse frente al espejo con la otra familia que es protagonista de la serie que son los Langmore. Es una familia de clase baja, rateros y ladrones pero que pone en una balanza lo que está bien y lo que está mal. La atmósfera de misterio se cierne sobre un sitio que a cada eventualidad, supone otra cada vez mayor y hace a los personajes reflexionar si lo que hacen o han hecho está bien o está mal . Ya lo decía Marty al principio: "El dinero no es un anhelo, es el medio y es el fin, no es la excusa, es el engranaje." Y en esta historia, ese objeto deseoso en una sociedad materialista es el mayor indicio de poder.

Los personajes son de los más redondos y hace desarrollar al mismo nivel a protagonistas como secundarios. Los Byrde se llevan la palma con sus interpretaciones, sobre todo los padres Marty (Jason Bateman) y Wendy (Laura Linney) que consiguen, sobre todo Jason, hacer una de las mejores interpretaciones de su carrera interpretativa y el de ella ponerla en el mapa como una actriz conocida que todavía tiene mucho que decir. Pero sobre todo el personaje que se merece todas las críticas favorables es el de Ruth Langmore (Julia Garner) que bien le ha servido para ganar premios a mejor actriz de reparto para una chica que, teniendo un pequeño papel en la serie "The Americans", consiguió destacar y que los creadores de la serie se fijaran en ella como una candidata a hacer una de las mejores interpretaciones de las series actuales.

Siempre comenté que Netflix con sus series a veces no sabe aprovechar su potencial y cancela a muchas que ganan premios y dan continuidad a otras que no llegan a ese nivel pero que tienen tirón visual. Esta serie creo que si está en otra plataforma, no conseguiría tener la notoriedad que han tenido otras, pero que conseguiría ese enganche a través del boca a boca. Ganadora de premios Emmy, SAG y Globos de Oro, este ha sido el año de despedida de una de las series más interesantes de Netflix que, aunque sin hacer mucho ruido, ha conseguido notoriedad debido a un final que no ha sido del gusto de todos. Personalmente, no creo que haya sido malo o bueno, es que la vida es así. Unos sobreviven, y otros no. Hay momentos buenos y malos como en todas las series pero en Ozark, te dejas llevar y esperas que no vaya a pasar lo peor. Por su duración, puede parecer una serie lenta, y se comparó con Breaking Bad, en lo único en lo que se parecen es en la droga y en el blanqueo de dinero. Son series similares en ese aspecto, pero muy diferentes en cuanto a su desarrollo. Ha sido un placer seguirla y si tenéis oportunidad, vedla. No os decepcionará. Hasta siempre Familia Byrde. "Pasta, metálico, capital, tela, guita, efectivo, plata, billetes, fondos, pavos, dinero. Lo que separa el ser del no ser"