Críticas de Normal People

A estas alturas es poco probable que alguien no sepa quiénes son Connell y Marianne. Los protagonistas del magnífico libro de Sally Rooney, tienen la particularidad de sufrir todos los problemas que sufren y sufrimos todos los que un día fuimos unos adolescentes despreocupados. Aquí radica la importancia de 'Normal People' (tanto de la obra literaria como de esta grandísima adaptación), en representar situaciones tan complejas como el maltrato intrafamiliar, el despertar sexual, el primer amor, el consentimiento, la ansiedad, depresión, inseguridad, el suicidio, el bullying, el desprecio por uno mismo y la falta de comunicación. Es una historia de amor sí, pero una historia de amor real, íntima (casi sientes que violas su privacidad) y diferente que te llega al corazón por la forma en la que está narrada. Las miradas y los silencios son pura poesía. El punto fuerte de esta historia de idas y venidas, radica en el valor de contar las cosas que todos hemos padecido en algún momento de nuestras vidas, de forma diferente y haciendo gala de una originalidad y frescura fascinante.
La emotividad que traspasa completamente la pantalla, la química que comparten Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones, las miradas, la cinematografía y esa estupenda BSO conforman una serie imprescindible para todo amante de la vida y la sensibilidad. Yo que renegaba de todas las temáticas adolescentes y amorosas, aquí estoy a mis 28 veranos enamorada de una historia tan real como cruda. Sin un ápice de arrepentimiento.

PD: si tenéis la oportunidad, leeros el libro. Ya me daréis las gracias después.

Una gozada, tan sencilla como brillante. No toca ningún tema novedoso, pero qué bien lo hacen

Mucha delicadeza contando esta historia. La BSO me la guardo para el coche.

Es una serie que merece ser vista pero como recomendación es mejor leerse el libro antes. Yo lo hice y aunque me costó mucho entrar de lleno en el libro por ser una lectura muy diferente sí que me ayudó a entender mucho mejor la historia al ver la serie ya que hay ciertos momentos que se pueden entender de una manera diferente si no lo has leído antes.
No se puede esperar una historia idílica y romántica de las de las pelis americanas. Ésta es una historia real, un paso entre la adolescencia y la adultez pero haciendo alusiones a temas tan comunes y tabús como las inseguridades, la depresión, el intentar encajar a costa de dejar de ser uno mismo, etc.
Es una historia bonita e intima pero también dura y difícil. Los protagonistas (para mí desconocidos hasta ahora) son espectaculares. Interpretan su papel de una forma tan real y sincera...
Y la adaptación del libro es la más exacta que he visto hasta ahora en pantalla.

En resumen, muy muy recomendable.

'NORMAL PEOPLE' tiene momentos brillantes y una creación muy natural de ese romance tan complejo sobre el que se construye la trama, pero su final me deja bastante insatisfecho. No parecen coherentes algunas decisiones o giros forzados que rompen ese dinamismo orgánico inicial. Por no hablar de la falta de sutileza en su distintas interacciones, sobre todo al principio, algo que le habría sentado muy bien. El resultado final es notable, aunque mi experiencia es agridulce. Entiendo el cariño que despierta pero no lo comparto con el mismo entusiasmo.

Una pena no haber leído antes el libro para poder comprender mejor a estos protagonistas, que durante toda la serie podría decirse precisamente eso sobre ellos, son unos incomprendidos.

-La historia de una pareja y todo lo que le rodea.

Una sensación extraña, y como leí en otra crítica en este mundo de internet, es sentirse a gusto y a disgusto con todo lo que pasa, y que no debería pasar . Pero por otro lado lo veo bueno que haga plantearte tantas cosas, que no sea ver algo y listo, si no que le des vueltas a como podrían haber hecho tal cosa, o como lo hubiera hecho uno mismo si surgiera la ocasión. Hay varios momentos que te puedes sentir identificado con lo que le sucede tanto a él como a ella .

Lo mejor puede ser esa fotografía, además de ese cuidado y delicadeza para rodar determinadas escenas. La música que ha ido apareciendo durante los capítulos, hay que destacarlas sin duda, un perfecto acompañamiento, además de que le puede servir a uno escuchar esas canciones en su día a día.

Que decir de los protagonistas, unas actuaciones sensacionales, tanto Paul Mescal como Daisy Edgar-Jones. los dos realizan un gran trabajo, aunque me decantaría más por ella, pero espero que ambas carreras proliferen después de esta serie.

He tardado en hacer esta crítica porque creo que es difícil expresar con palabras esta serie. Si cuentas la trama, realmente no parece muy interesante, y es porque lo interesante de esta serie está en la sensibilidad y la intimidad. No es tanto lo que pasa, sino cómo pasa.

Vemos la evolución de dos personas y de su "relación" con el paso de los años, de cómo su atracción especial perdura a través de viento y marea, con el cambio de las etapas de sus vidas y con la evolución personal de cada uno. Son esas dos las claves: cómo evolucionan a nivel individual, y cómo evoluciona su peculiar relación.

Me he sentido identificado con la evolución de Connell, las luchas personales contra las que tiene que pelear, cómo tiene que revisitar sus propias creencias y su propia manera de ver el mundo, al tener esta disyuntiva sobre quién es y quién quiere llegar a ser, a todos los niveles. Algo muy evidente que nombrar es cómo debe quitarse la mochila del machismo en el que ha crecido rodeado, y esa coraza que le impide siquiera reconocer sus propios sentimientos.

Respecto a Marianne, puedo empatizar con su situación, ya desde el inicio podemos ver que se trata de un personaje singular, y muy real, en apariencia fuerte e independiente, pero realmente rota por dentro. Rota por crecer aguantando algo que no merece, hasta el punto de llegar a creer que quizás lo merezca, tras llevar toda su vida preguntándose qué ha hecho mal.

Ambos llevan caminos contrarios: mientras que Connell pasa a enmendar todo lo que ha hecho mal, y poco a poco aprende a encauzar sus sentimientos y su forma de vida, Marianne pasa de luchar de forma honesta a cometer muchos errores, a rendirse a esa pesada carga que lleva acarreando toda su vida. Pero eso no la hace una mala persona, todo lo contrario, en ningún momento se convierte en una mala persona, y siempre demuestra su amor a Connell de forma honesta. Sencillamente se rompe, definitivamente, y tiene que aprender a vivir rota.

Tanto Paul Mescal como Daisy Edgar-Jones hacen un papel antológico, desde ahora les voy a seguir la pista muy de cerca a ambos. Y eso que estaba reticente respecto a Paul Mescal en los primeros capítulos, pero tal y como ocurre con la propia serie, va de menos a más, hasta llegar a la excelencia en el capítulo 10, si no me equivoco.