No deja de ser una sitcom como tantas otras, ya que son un grupo de amigos, la mayoría de ellos que comparten piso, y todo gira en torno a esos personajes y las relaciones que van surgiendo y cómo van evolucionando. La protagonista, interpretada por Zooey Deschanel, es encantadora y divertida, tiene puntos muy buenos, aunque en otros momentos resulta un tanto cargante, y entre los demás amigos tenemos un conjunto de clichés con patas, como no podría ser de otra manera, porque quién no reconoce el tipo de personaje que es Schmidt.

Al final no ofrece nada que no hayamos visto ya, ni en la forma de afrontar distintas etapas en la vida de cada uno de los personajes, ni en cómo son todos ellos, ni en relaciones y tramas predecibles que nos vamos encontrando. Es fresca y ligera, pero yo la dejé al terminar la tercera temporada, no porque sea mala, las hay mucho peores, pero no me estaba enganchando lo suficiente y me daba pereza ponerme a verla. Creo que es precisamente porque es algo ya muy visto que terminé por desencantarme, y ni siquiera llegué a cuando faltó Zooey Deschanel por su embarazo, que tengo entendido que flojeó bastante. Pero si te gustan este tipo de sitcoms y desde un principio te atrae, seguramente te gustará. Yo preferí hacer hueco a otras series que me llenaran más, no porque no me gustara.

Debe ser por la época que he vivido en Alemania o durante la Universidad al estar en distintos sitios mientras estudiaba, pero lo que ha mostrado esta serie me ha hecho disfrutarla mucho y poder empatizar con ella. Aunque parezca la típica comedia americana, trata muchos temas con su delicadeza y está más actualizada a situaciones del S.XXI.

Si hay un punto fuerte en esta serie son sus personajes y la evolución que sufren. Cada uno de ellos tienen sus manías, sus defectos y sus virtudes que hacen empatizar con ellos, y además se quita el tópico desde el principio. No es la serie de Jessica Day, sino que es de todos ellos. Zooey Deschanel deja de ser la hermana pequeña de la actriz de Bones y continúa con una carrera de grandes papeles como Guía del Autoestopista Galáctico, Elf o (500) días juntos, para interpretar a Jess, una profesora de enseñanza desahuciada que se va a vivir con tres chicos a un loft.

Los tres chicos tienen reticencias ante su nueva compañera pero acaban aceptándola como una más dentro del Loft cuando conocen a su mejor amiga y modelo Cece. Nick, Schmidt y Winston forman un trío explosivo y a la vez cómico aliviando un poco al personaje de Jess que a veces llega a ser cargante pero por otros momentos acabas disfrutando de ella (razón por la que ganó el Emmy a mejor actriz). Y cada
uno de ellos tienen momentos memorables y situaciones en las que no faltan la risa, el llanto o la crítica. Si me quedo con alguno de ellos es con Winston, porque tiene cosas que me hacía recordar a mi yo de la universidad como la timidez, el ser olvidadizo pero a la vez, ser el adhesivo de los demás, y ser cariñoso. Confieso que más de una vez viendo esta serie, me ha parecido que me convertía en un fanboy de la misma.

Una serie que peca de ser un poco larga pero que no pierde su estilo. Como todas tiene sus altibajos pero en su mayoría los supera con creces además de mostrar tópicos modernos que la hace ser la que es. Y un final que si bien sirve como cierre redondo, acaba siendo feliz para todos sus protagonistas. Como serie, entretenida es desde luego aunque para mí no es de las mejores de su género. Es posible que le sobrara una temporada, pero cumple con creces su propósito. Gracias por todo Coach, Cece, Winston, Schmidt, Nick y Jess.