Críticas de Mad Men

Una maravilla de serie realmente cuidada y hecha con amor a los pequeños detalles en la que se nos muestra el día a día de un grupo de publicistas en el Nueva York de los años 60. Lo que hace que Mad Men sea esa maravilla es que sabe hacer vivir al espectador los diversos cambios sociales y los grandes hechos históricos ocurridos en esa época desde la óptica de unos personajes con una mentalidad muy particular, concretamente la de un pasado no tan lejano que todavía tiene huellas en nuestro presente y que hace que tengamos que volver a poner al orden del día temas que damos por sentados como el machismo, el tabaquismo, la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, etc. Ésto le da ese toque de reflexión que la hace tan buena y que encima va acompañado de grandes interpretaciones, guiones sublimes y una atmósfera cuidadísima. Toda una joya del entretenimiento contemporáneo. Imprescindible.

MadMen, The Wire y Los Sorpranos, el trío de la época dorada de las series. Esta es increíblemente estupenda por su trasfondo, por la evolución de los personas, las historias que tienen entre ellos, la época en la que se desarrolla, el momento del auge de la publicidad. Es como, alucinante.

Está bien y sobre todo tiene muy buena factura técnica y grandes interpretaciones, pero no es el tipo de serie que más me suele interesar y que te guste o no puede depender mucho de tus gustos seriéfilos. Mad Men es una serie de señores muy señores, ricos, exitosos, en la Nueva York de los años 60 donde la industria publicitaria despunta y te puedes hacer de oro si te adaptas al horror consumista que representa. Para mí un retrato de la masculinidad más tóxica ligada al capitalismo más voraz. En ese sentido es bastante poco sutil y detrás de ello hay una miseria evidente, por mucho que la serie a menudo se afane en mostrarnos esa imagen prototipo del empresario de éxito con mucho poder y dinero como algo casi elegante. Es un espejismo, me sorprendería que alguien tomase a estos hombres como modelo de nada. Don Draper se destroza constantemente a sí mismo y a su familia, es egoísta e incapaz de aprender de ello, como si sus traumas y su pasado fuesen una excusa para estar siempre engañando a sus parejas y tomando decisiones por sí mismo que ponen en peligro a la gente con la que trabaja.

A pesar de que no es my cup of tea, como se suele decir, algunos personajes tienen evoluciones muy interesantes. He disfrutado especialmente del papel de Peggy o Joan, dos mujeres que se tienen que abrir paso en un mundo tan misógino y que lo hacen de maneras muy distintas para terminar siendo amigas. Betty, por su parte, representa el papel de ama de casa americana de la época que disecciona Betty Friedan en La mística de la feminidad y que no puede escapar de ello porque toda su identidad está construida sobre ese restrictivo rol de la mujer que debe ser feliz siendo esposa, madre y preocupándose por su casa y su belleza. Pero ella es infeliz y a menudo caprichosa e irritante. Betty tiene un final que me ha dolido, tras una vida tan vacía que se acaba por un diagnóstico de cáncer justo cuando había decidido empezar a estudiar psicología, porque es la única protagonista que tiene un final así de triste.

A menudo es una serie bastante lenta (hay que reconocer que hacer anuncios no parece la trama más interesante del mundo y a veces a una le cansa estar escuchando a hombres con el ego del tamaño de una catedral bebiendo, fumando, presumiendo de dinero y haciendo bromas machistas), pero a la larga tiene sus cosillas disfrutables. Si tienes paciencia y te interesan series con estas características, adelante, si no probablemente no sea para ti.

Puede que te guste o que no. No es plato del gusto de todos los espectadores

Pocas series como esta han demostrado ser más regulares, quizá nos podemos encontrar con algún capítulo más flojo, pero la enorme calidad global de todas sus temporadas es enorme.

La serie te cautiva por su ambientación, por un casting en el que sin sobresalir ninguno de sus actores, parece que todos ellos han sido elegido en su papel perfecto, unas historias que sin pretenderlo te va envolviendo hasta que parecen tus propias citas.

En definitiva, una serie de las mejores que ha dado la televisión, el ejemplo de por qué hay voces que afirman que la televisión se está comiendo al cine por la calidad de sus contenidos.

El guionista televisivo Matthew Weiner (The Sopranos) es el creador de la exitosa serie 'Mad Men', un viaje por la década de los 60s en los Estados Unidos a través de la vida de un ejecutivo publicitario.

Aunque el protagonista indiscutible de 'Mad Men' es el misterioso y talentoso Donald Draper, en realidad la serie funciona de forma coral con una cantidad de personajes principales que en algunos momentos llegan a superar la docena. Este elenco tan numeroso es un lujo que permite desarrollar multiples historias paralelas a la del protagonista, y a su vez profundizar en la vida del protagonista a traves de sus relaciones familiares, laborales y pasadas.

Estos personajes son perfilados y van evolucionando a traves de un excelente guion que va desarrollando la historia de forma inteligente y con un buen ritmo. Así, todos los personajes acaban teniendo un arco que nos muestra claramente su cambio desde los inicios de los 60s hasta llegar a 1970.

El otro punto fuerte de la serie es su esfuerzo por mostrarnos la evolución a los años 60s a traves de todos los detalles, el vestuario, los peinados, los muebles, la decoración, el vocabulario, los anuncios, los acontecimientos... Sin duda un enorme trabajo artístico y de documentación.

En la serie destacan tanto el actor protagonista Jon Hamm, como la actriz Elisabeth Moss. Ambos hacen un trabajo más que notable, siendo ambos las caras identitarias de la serie, y siendo nominados año tras año por su actuación.

Algo que me gusto especialmente fue lo poco políticamente correcta que es, y como prima por encima de todo el mostrar cómo era la sociedad en los 60s.

Aunque 'Mad Men' no es mi favorita, entre las grandes series, sin duda es de obligado visionado entre los seriefilos, además de ser un fiel y cuidado retrato de los Estados Unidos de la década de los 60s.

Bueno, hace tanto tiempo que no escribo por aquí...Me apetecía volver a hacer, espero no estar "oxidado" con esto.

Que decir "Mad Men", era una de mi eternas pendientes, pues cuando no sabía que serie ver, y me ponía a buscar en algún lado, algún tipo de ranking, o de las que no te puedes perder, siempre o casi siempre suele estar en esas listas y al final te quedas con la curiosidad de probar algún día.

La serie está ligada al mundo de la publicidad, a ese mundo que hay detrás de un simple anuncio que podamos ver en prensa o en televisión. Como buscar a las grandes marcas o como encontrar esa chispa del público que les haga comprar un determinado producto.

Cuando comencé a verla me llamó la atención los múltiples comentarios machistas y racistas que tienen lugar, es algo que hoy en día estarían fuera de lugar porque se supone que hemos avanzado como sociedad y demás, o eso, se supone.... Pero al fin y al cabo hay que "acostumbrarse" en esta serie, y no ver más allá, pues es lo que es, una serie y además el contexto es que se sitúa en los años sesenta. Un buen punto a su favor, es que con el transcurso de la serie, iremos viendo como evoluciona en estos aspectos

La serie te tiene que llamar la atención o que tengas interés en verla, pues no es que sea una serie muy dinámica, tenga acción o suceda muchas cosas, sino que todo es más denso, va poco a poco. Uno de los puntos fuertes que tiene seria los diálogos, esas conversaciones que tiene la mayoría de los personajes. Otro sería los propios personajes, tanto sus actuaciones como la evolución que tiene en la serie, como van cambiando según sus vidas, además de su aspecto.

El protagonista es alguien que tiene un "algo" de misterio que hace que todo gire alrededor de él. Según sus acciones, puede provocar que te caiga bien o ...no tan bien...

Hay muchos grandes personajes, por nombrar algunos me quedaría con el señor Jon Hamm, está sensacional como Don Drapper, la bella January Jones, así como Vincent Kartheiser, Christina Hendricks y Elisabeth Moss.

En líneas generales es una buena serie, con sus altos y bajos, si que la última temporada se me hizo más extraña, pero no le quita mérito el resto de lo anteriormente acontecido.

Pienso que es una serie recomendable, pero que quizás no sea para todo el mundo. Es cuestión de probar y ver que tal le parece a uno mismo.

Pues aquí ha caído el primer diez del año y totalmente merecido. Esta es una de las series más importantes que ha habido en la historia de la Televisión y una del grupo de la "Edad de Oro" junto con "The Sopranos" y "The Wire". Matthew Weiner es el principal responsable de que esta serie tuviese el éxito reconocido tanto por público como por crítica. Llego 7 años tarde, mis compañeros de la facultad me pidieron que la viese y lo he conseguido.

"Mad Men" es esa serie que, a pesar de los premios recibidos y grandes interpretaciones, no es una serie apta para todos. Es una serie que te pone frente al espejo y te hace reflexionar. Se centra en la vida de un personaje en cuestión pero bien podría centrarse en todo el grupo de la serie. Don Draper es uno de los mejores personajes que existe en la TV por todo el misterio que le rodea y lo que significa para la empresa que trabaja como creador de publicidad en los años 60 en EEUU (los Mad Men eran los responsables de los anuncios en Madison Avenue). Evidentemente la historia sobre la publicidad no es lo más interesante ni da para algo más allá sobre el cómo se crean los distintos contenidos. Pero lo interesante es lo que trata y deslumbra a cada uno de los personajes: la Identidad personal. Él es un personaje que parece que lo tiene todo, ser un padre de familia con sus hijos y una mujer que le quiere y un trabajo en el que es respetado.

Pero lo importante es cuando te vas introduciendo en la historia, y vas descubriendo que hay algo más en lo que oculta cada personaje. Y Don no es precisamente el mayor santo de la serie, ocultando su pasado a todo el mundo que le hace estar en el filo de la navaja tanto con su familia y su trabajo. Aunque trascurra en los años 60 y los eventos históricos están bien establecidos, estos son secundarios, ya que se centra más en otros temas sin dejar de lado a la propia historia. Sus personajes afrontan una serie de cuestiones que, aunque pasados 60 años pensemos que están lejos, algunos están bastante próximos a los de ahora. El machismo, los comentarios sexistas, el adulterio, el feminismo, alcoholismo son algunos de los temas que esta serie retrata bastante a la perfección. Y en algunos casos, esos temas fueron el motivo por el cuál decidí pararla. Es difícil ver una serie y sentirte conmovido por lo que ves pero, debido al realismo de los temas, necesitaba pararla para analizarla. Y más con ese final, y ese abrazo, que hace que se cierre el círculo en esta serie.

Tratar a "Mad Men" da para una tesis doctoral por los muchos temas que trata y sus personajes no se quedan cortos. Dio a conocer a grandes actrices como Elisabeth Moss o Kiernan Shipka y a consagrar a otros como Jared Harris, Christina Hendricks, John Slattery, January Jones o el propio Jon Hamm y además de todo esto la serie permitió profundizar en ellos y en sus relaciones. Un viaje de 92 capítulos de lo más completo y de lo mejorcito que se ha hecho en la televisión por otras muchas razones. Es sorprendente que algunos de los temas que se traten no lleguen a ser iguales pero sí similares en una sociedad que todavía no ha despertado y es similar a esos "inicios coloridos" de los años 60. La Banda Sonora te atrapa y las canciones escogidas no se dejan al azar sino que tiene su sentido. Incluso con esta serie, podemos ver los anuncios desde otra perspectiva.

No es una serie para todos, no se espera una acción prometedora o unos gags memorables, te atrapan sus discursos e historias de unos personajes que se fueron sin hacer mucho ruido allá en 2015 en el boom de la TV y de otras series que llegaron dando guerra pero que siempre será recordada como uno de los viajes más interesantes. Si eres capaz de llegar hasta el final, llegarás aquí diciendo ¿Qué más queda salvo disfrutar de nuestra vida? Hasta siempre Don Draper y gracias Matthew Weiner por esta historia.