Críticas de Succession

De lo mejorcito que he visto este año.

Brutal temporada. Hemos visto a unos personajes desagradables, egoístas, miserables. Las relaciones familiares han sido espectaculares y el final grandioso para confirmar la serie como una de las mejores del momento.

Al principio te engancha, pero es que luego los episodios son demasiado lento y el guion es demasiado largo. Que hay algunas series muy buenas así, pero esta no me ha impactado tanto como otras de familias, por ejemplo Los Sopranos.
Si os gustan de este estilo, pues os encantará pero si no es así, no la veáis.

Es una auténtica masterpiece. Nunca antes había visto y amado una serie en la que despreciaba a absolutamente todos los personajes y Succession lo ha conseguido con su sátira tan realista y su brillante guión. Ha sido un viaje increíble.

Todavía no entiendo muy bien por qué me ha flipado tanto una serie donde todos los personajes son tan mezquinos, trepas y asquerosos, pero así es. Supongo que es parte de la magia de la serie, que te consigue crear morbo al ver cómo el ser humano es capaz de todo por cumplir sus deseos, aunque también hay algo de lástima en observar hasta dónde son capaces de arrastrarse. Por momentos hasta he llegado a sentir empatía y eso que ningún personaje me lo puso fácil, porque como digo, son todos despreciables.

El argumento es sencillo: los cuatro hijos de un importante magnate de la comunicación se pelean y se hacen putadas durante 4 temporadas para ver quién será el que suceda a su padre. Simplemente eso, pero os aseguro que atrapa lo que no está escrito. Todos tienen bastante complejidad y profundidad dentro de lo odiosos que son, porque que sean viles no quiere decir que sean todos iguales, ni mucho menos unidimensionales. Y esa empatía de la que hablaba antes no es porque haya llegado a defender o a justificar lo que hacen, sino más bien porque entiendo el papel en el que les ha tocado vivir en un mundo donde sólo han conocido el poder, el dinero y la rivalidad. Ser mejor que tus rivales a toda costa, sean las empresas competidoras o tus propios hermanos.

Una pasada. Te deja mal cuerpo pero merece mucho la pena.

Esta primera temporada de la serie me ha parecido sublime. Grandes guiones, grandes actuaciones, mordaz e inteligente en cada plano, conversaciones que valen su peso en oro y un humor ácido que han hecho que ver estos 10 capítulos haya sido toda una delicia. Es de ritmo lento y no le va a gustar a todo el mundo. El pretexto de la serie es muy sencillo: un padre multimillonario, dueño de la 5ª compañía de comunicación y entretenimiento de Estados Unidos se acerca a su edad de jubilación, mientras a su alrededor, se produce un auténtico Juego de Tronos entre sus posibles herederos y competidores, para ver quién será el próximo gran magnate de la comunicación. Me he llevado una sorpresa muy grata al verla y la recomiendo a todo el mundo al que le gusten las series que se cocinan a fuego lento.

Una serie sencillamente brutal, un "Juego de Tronos" sin dragones ni batallas con caminantes blancos.
Preocupa por lo escandalosamente realista que parece, el hecho de que cinco descerebrados tengan tanto poder como para manipular el mundo y no se hundan en la miseria ni dándose continuamente puñaladas entre ellos.
La trama es impecable, pero los actores son simplemente sublimes, con un Brian Cox bestial, pero donde sobresale una espectacular Sarah Snook, que se va merendado sin consideración a todos a su alrededor escena tras escena, una auténtico descubrimiento el de esta actriz australiana a la que habrá que seguir la pista, y por supuesto Kieran Culkin está genial en su papel de ser despreciable.
En definitiva, una serie muy recomendable.

He aguantado estoicamente 8 capítulos... y no puedo más. La caterva de personajes absurdos, incongruentes, soeces y estúpidos, implicados en una serie de acciones surrealistas, patéticas, insoportables e incomprensibles, me ha superado. Pensaba que el viejo patriarca serviría de armazón para el "argumento", pero al pobre no le dan bola. Escuchando los diálogos, viendo las escenas e intentando sacar algo en claro del "argumento" tiendo a pensar que los guionistas se han drogado a tope cuando escribieron este bodrio. Para colmo la mayoría de los actores son patéticos, y los que aportan algo, no pueden hacer nada con sus personajes de pacotilla. Con ese guión, esos personajes y esos actores, al/los realizadores sólo les queda poner oficio y cobrar. El arte quedará para la próxima.
Es increíble que un argumento tan potente como el de la sucesión de un imperio empresarial paternalista y personalista haya degenerado en este despropósito. Espero que Amancio Ortega no vea esta serie: o se moriría de la risa o vomitaría.

Sigue incombustible, y en esta temporada la lucha es si cabe más feroz que en las dos primeras. La pelea por mantener el poder es descarnada, y sin embargo recuerdan a Nerón tocando la lira mientras Roma arde.

Sigue a un gran nivel, con unas interpretaciones sublimes al servicio de una historia de conspiraciones empresariales donde no falta puñaladas y traiciones. Sobresaliente esta temporada el personaje encarnado por Jeremy Strong, un Kendal totalmente sumiso del que esperas en cualquier momento un nuevo zarpazo.

Quien da más ¿señores? Por si había duda de quien estaba al mando, para mi ha quedado claro en el último capítulo.
Serie muy buena, lenta, pero creo que debe ser así por la trama que tiene. Buenas interpretaciones de que personajes mueven y controlan el mundo en el que estamos, no creo que esté muy lejos de la realidad...

Muy buena temporada de esta serie que viene a ser algo así como un "Juego de tronos" con menos dragones y más dinero... tanto dinero que si no tienen dragones es porque no quieren.
Muy buenas interpretaciones de todos los personajes principales y una trama que acojona porque te lo puedes creer todo perfectamente.

No está mal, tiene buenas actuaciones y momentos concretos memorables pero poco más. Siempre me pareció repetitiva en lo que se refiere al "te traiciono, me arrepiento y vuelvo, te traiciono de nuevo, me arrepiento y vuelvo..." y así hasta el final de la serie.

Dicen que lo breve y bueno, dos veces bueno...pues allá voy.

El arte de hablar, dialogar o incluso discutir, sin decir absolutamente nada, elevado a obra maestra.

Las luchas de poder de la familia Roy son la munición con la que se cargan todos y cada uno de los episodios de esta serie. Cuatro hermanos (Kendall, Connor, Shiv y Roman) son los aspirantes al poder supremo que su padre multimillonario ostenta, propiciando un juego terrible entre los vástagos para nombrar al sucesor, el futuro director ejecutivo de la compañía familiar dueña de la cadena de noticias más famosa del mundo. Logan Roy es un hombre despreciable, sin humanidad y que fomenta las luchas internas entre sus hijos, derribando sus esperanzas y sus intentos de salir a flote en un ambiente corrompido. Un hombre hecho a sí mismo que busca un heredero a su semejanza.
‘Succession’ es una serie en la que todos los personajes son tan crueles como complejos, los típicos niños ricos que viven en una burbuja y no son conscientes del mundo que les rodea. Con una banda sonora maravillosa y un guion que no tiene pérdida, asistimos a un show de traiciones, conspiraciones, sexo, drogas, corrupción y guerras intrafamiliares; pero no pasa mucho tiempo hasta que eres consciente de que toda la falta de empatía es enseñada por el patriarca. Los niños que han crecido sin cariño se convierten en las balas que sus padres disparan contra todo y contra todos.

Estamos pues ante una especie de reality show en el que los participantes son un grupo de víboras despedazándose por el último trozo de carne disponible, mientras tú disfrutas del espectáculo cómodamente en el sofá. Un guilty pleasure de libro. Una tragedia shakesperiana moderna, ‘El Rey Lear’ de nuestro tiempo.

Succession es una serie dramática de la cadena HBO.

Cuando se empieza a divisar la retirada del poderoso patriarca de una familia con una empresa multimillonaria, los hijos de este empezarán a coger posiciones para hacerse valer y demostrar que son dignos sucesores del imperio familiar.

Grandísima serie, con un grandísimo reparto encabezado por un enorme Brian Cox. Es de esas series muy maduras y con mucha mano para crear, sin prisa pero sin pausa, una atmósfera de tensión entre los personajes, en la que no sabes quién realmente dice la verdad y es fiel, o quién está jugando sus cartas para luego dar la estocada. Una serie que ha sabido terminar antes de quemarse a sí misma, con cuatro temporadas cuyas tramas quedan bastante diferenciadas dentro del rumo que siempre llevó la serie.

Además de Cox, la serie cuenta con numerosos personajes muy bien interpretados, que a lo largo de las temporadas, muchos de ellos demuestran tener varias capas, haciendo que el espectador tenga su favorito en la sucesión, un favorito que también puede ir cambiando según van evolucionando los personajes. Además la serie también cuenta con cierto alivio cómico en ocasiones sin la necesidad de caer en bromas fáciles o chistes absurdos. Todo en la serie es a pulso de un guion y de unas interpretaciones que nos brindan una joya moderna que se asegura un revisionado en el futuro.

Cuando HBO decidió dar la vuelta al mundo del streaming con una serie que atrajo a jóvenes y adultos, como fue Juego de Tronos, se encontraba en una encrucijada sobre qué serie debía ser aquella que sirviese de buque insignia para la cadena de la torre de agua, y encontraron en esta serie, una de esas apuestas interesantes que se inició allá por 2018 pero que ha servido para ganarse el favor de crítica y público. Y dice adiós cuando se encuentra en la cresta de la ola, mostrando su punto más álgido, creciendo temporada tras temporada y capítulo tras capítulo. Y eso que ha tenido grandes rivales dentro de las series de televisión, pero pocas han conseguido hacerle sombra, tanto que ha sido de las series más laureadas en los últimos años.

Jesse Armstrong nos enseña en “Succession”, que siempre hay algo más de lo que pensamos en una familia donde las traiciones, los fracasos y éxitos se encuentran al orden del día. Esta serie nos enseña a los Roy, encabezados por el patriarca Logan que, después de haber cumplido una edad, piden un cambio de cabeza en la empresa “Waystar Royco”, una de las mayores empresas de telecomunicación de los Estados Unidos. Y esa lucha por ser el cabeza de familia enfrenta a Connor, el hijo de su primer matrimonio que no quiere nada con el legado familiar, y Kendall, Siobhan y Romulus; tres hijos que no van a parar hasta hacer caer al otro en la herencia familiar. La política, los negocios y la comunicación son el caballo de batalla en esta serie dramática que bien puede vivir bajo el paraguas de la comedia negra en muchos aspectos. Además, cuenta con otros personajes secundarios que dan ese toque como son Greg Hirsch o Tom Wambsgans, primo y cuñado de los Roy respectivamente que harán ver cómo funciona los entresijos de la empresa, algunos incluso siendo marionetas del propio magnate y patriarca. Aunque parezca que es ficción, no es de extrañar que se ha inspirado en algunas de las familias más influyentes de los Estados Unidos como son los Murdoch, Trump o Bush, que tanto dieron de qué hablar en política y en negocios.

La serie bebe de los mejores clásicos literarios; de ahí a que se le haya asemejado con los grandes dramas de la historia como “El Rey Lear”, “Julio Cesar” o “Hamlet”, pero también juega mucho con la comedia en el formato falso documental que ya presentó “The Office” o “Arrested Development”, dejando patente estos toques en algunos momentos de la serie. Y es que, como los buenos dramas, deben estar interpretados por grandes actores y esta serie tiene unos cuantos, empezando por el patriarca Logan interpretado por Brian Cox, o Kendall interpretado por Jeremy Strong. Estos dos solos se meriendan la pantalla y solamente hace falta ver cómo va avanzando la serie y sus diálogos punzantes que tocan. También aparecen otros conocidos como Matthew MacFayden o intérpretes desconocidos que se han comido la pantalla en la serie como Kieran Culkin o Sarah Snook, haciendo de los hermanos pequeños.

Como una mezcla entre Juego de Tronos y Veep, “Succession” se ha convertido en una de las mejores series de la actualidad capaz de mostrar lo mejor y lo peor del ser humano en un mundo de ricos, que viven en jaulas de oro traumatizados por su propia familia. No es una serie en la que empatices con los personajes porque todos son seres despreciables, pero consigue llegar hasta el punto en el que te dejas llevar y te impresiona sus diálogos afilados e hirientes. No esperes mucha acción ni sangre, porque ya las dagas se lanzan solas y los personajes, con sus grandes interpretaciones hacen que la serie sea considerada como una de las mejores de los últimos años. Y que, además, se marcha diciendo adiós en la cresta, con un final de historia a su altura, mostrando un final digno de cualquier tragedia griega. Si quieres ver algo interesante y con humor hiriente, puedes echarle un ojo y seguro que no te defrauda. Larga vida a Jesse Armstrong. Y si no te gusta, en palabras de Logan Roy “Fuck off, fucking nobody”.

Grandisimo final para una gran serie, repleta de tensión. Ha sido una grata sorpresa el desenlace final, por el que, supongo, pocos apostabamos.

Succession es ambición, poder, tensión, maldad, envidias..., todo en dosis enormes. Grandísimas actuaciones de la mayoría de los intérpretes, una de las mejores series de los últimos años, lo tiene todo para disfrutar de ella. Muy recomendable