Críticas de Casa Búho

El mismo año que finalizó Amphibia, se decidió cancelar su serie hermana y de la cual, se beben mutuamente. No es de extrañar ya que ambos creadores venían de haber trabajado con Alex Hirsch en Gravity Falls. Mientras en el primero se mostraban un mundo repleto de anfibios, en esta segunda nos lleva a un mundo repleto de brujas, magos y diferentes criaturas extrañas y pequeñas. La historia creada por Dana Terrace ha encontrado tantos detractores como seguidores que ha sido de las series de Disney que más se ha hablado. Disney llevaba unos años intentando encontrarse ya que, desde el final de Gravity Falls y Star contra las Fuerzas del Mal, no encontraba algo que enganchara a su audiencia. Y con “The Owl House”, al igual que “Amphibia”, lo consiguió.

La historia nos muestra a una adolescente llamada Luz: una niña que tiene muchas faltas de conducta en la escuela… por ser diferente. Y en ese primer episodio, se observa en todo momento que va por ese camino, de separar a lo diferente y considerarlo raro. Desde su colegio le piden que vaya a un campamento para adolescentes, pero acaba yendo a un mundo diferente como las Islas Hirvientes. Ahí conoce a Eda, una bruja que es la más buscada del reino y a King, un pequeño demonio que su maldad se iguala a su nivel de dulzura. Junto a este grupo, tratará de adaptarse a un mundo diferente, siendo ella diferente. Todo parece complicarse cuando se descubre que, a oídos del Emperador Belos, Eda tiene una niña humana y no parará hasta que caigan ambas. Esa persecución seguirá adelante, incluso, cuando Luz conoce a sus futuros amigos en la escuela de Hexside. A partir de ahí, la historia va ganando en profundidad y va adoptando luz propia.

Uno de los motivos por el cuál la serie brilla, se debe a su gran cuidado por parte del dibujo. La animación es uno de sus pilares, y hace que la serie alcance grandes cotas en ese aspecto. Solo hace falta ver como las escenas de acción y el diseño de los personajes a partir de la segunda temporada hace que su calidad aumente. Muchas veces en las series de animación, si una buena historia va acompañada de una buena animación, esto se nota en lo que se habla de ella y hace que se vuelva notoria. Y la notoriedad fue lo que hizo que, para bien o para mal, se hablara de esta serie. Para bien, porque fue inclusiva y transgresora ya que fue la primera serie de Disney en mostrar un personaje abiertamente bisexual y un personaje de género no binario. Y para mal, porque había familias en Estados Unidos que no estaban de acuerdo con lo que se mostraba en la serie, ya que se estaba adoctrinando a los niños, hasta el punto de denunciar a Disney por este hecho. Y eso fue lo que hizo que la serie se cancelase en su tercera temporada ya que, a pesar de la comunidad de seguidores que había detrás, el 9 de abril finalizaría la serie con el tercer especial de la tercera temporada. Ha compartido destino con Gravity Falls en cuanto a su historia, pero recibió múltiples problemas con los directivos de Disney.

En definitiva, una de las series de Disney que podría haber sido su buque insignia los próximos años, pero que se queda en un viaje interesante, con grandes personajes, un lore muy bien estructurado y una historia bien llevada y que podría haber sido mejor si no se hubiese cancelado la tercera temporada. Dadle una oportunidad ya que no os decepcionará. Y siempre podréis volver a verla, ya que es una historia de las que llega y de las que te puedes sentir identificado. Lástima que se quieran volver a las series episódicas. Ojo, esto no me parece mal pero Disney nos ha regalado más de una serie nada episódica que, con unas historias bien contadas, se vuelven imprescindibles.