Irreverente, divertida y, por encima de todo, tremendamente gamberra. Podría estar refiriéndome solamente a la propia Harley, pero lo cierto es que esa descripción se extiende también a su serie homónima, 'Harley Quinn', uno de los productos de animación para adultos más destacados de los últimos años y, sin lugar a dudas, de los mejores que han salido del DCEU. Se podría decir incluso que esta es la serie que el personaje merecía, ya que, aunque el escenario siga siendo el de la Gotham corrupta y caótica que todos conocemos, la historia nos presenta a una Harley independiente, alejada de su tóxica relación con el Joker y con ganas de hacerse un nombre entre el resto de villanos de la ciudad. El proceso no será fácil y permitirá que la serie, pese a no dejar nunca de lado su humor negro, también encuentre hueco para hablar de salud mental, de responsabilidad afectiva y de otros temas que facilitarán el hecho de que todos los personajes, especialmente los femeninos, tengan un gran desarrollo a lo largo de las temporadas.

Todo esto no quiere decir que no vayamos a ver a la Harley histriónica y alocada de siempre, sino que esta vez, además, podremos adentrarnos mejor en sus temores, en sus motivaciones y en los vínculos que vaya formando con el resto de personajes. En ese sentido cabe destacar que la serie, aun llevando como título el nombre de Harley, también dedica bastante tiempo a otros viejos conocidos como el Joker, Batman, Bane o, muy especialmente, una Poison Ivy que, aparte de poner un poco de calma a la locura de Harley, se convertirá en su principal apoyo emocional. En definitiva, una serie libre, ácida y realmente atrevida en todo lo que propone, ya sea en su salvaje representación de la violencia, en su paródica y autoconsciente visión del universo en el que se enmarca o en su necesaria reivindicación del girl power. Grandísima opción dentro del sobresaturado género de superhéroes que sorprende, entretiene y, lo que es más importante, hace justicia a uno de los personajes más queridos de todo DC.

Esta serie sólo necesita 20 minutos para ser mejor que toda la película de Aves de presa. Harley Quinn, cansada de estar a la sombra del Joker, y aprovechando que su relación ha terminado de una vez por todas (o eso dice ella) decide convertirse en una supervillana para dejar de ser "la novia de". Así que tenemos una típica serie de superhéroes y villanos, con sus alianzas y enemistades, sus enfrentamientos y peleas, lugares emblemáticos de Gotham y personajes más conocidos y otros menos, pero también tenemos una sitcom en los momentos más hogareños de Harley y sus compañeros de piso, entre ellos su inseparable Poison Ivy. Es una serie gamberra, con mucha sangre, humor adulto y también absurdo, y múltiples referencias no sólo al universo DC o incluso Marvel, sino también a series y películas de todo tipo. Pero también va sobre las relaciones tóxicas, la amistad, la familia y hacerse valer, y tiene sus momentos emotivos y entrañables. Los capítulos duran poco más de 20 minutos, y aunque aún no ha llegado a España ni sé cuándo llegará y por tanto hay que verla en vose, se ve en nada. Muy disfrutable y muy recomendable.