Las primeras temporadas estaban muy bien, era genial ver cómo esos personajes, en apariencia normales y aburridos, eran en realidad los protagonistas de todos esos cuentos que tan bien conocemos. Y además, poco a poco las historias e iban mezclando entre sí y no te imaginabas de qué manera podría encajar tal personaje en tal historia, resultando ser además otro personaje también conocido, y no dejaba de sorprender y me tenía fascinada. Pero se fue alargando, en mi opinión tendría que haber terminado cuando cae la maldición y Emma está en su casa tranquilamente con su hijo y todo vuelve a ser normal, pero siguieron estirando el chicle y ya la cosa no fue igual. De hecho ni siquiera la llegué a terminar, vi que se fueron la mayoría de personajes principales y que se iba a convertir en otra cosa, cuando habría sido mucho mejor que terminara, y ni siquiera empecé la temporada 6, ni creo que llegue a terminar la serie nunca. No recuerdo con exactitud cuándo es ese punto en el que creo que debería haber terminado, pero si la ves, porque las primeras temporadas sí que las recomiendo, creo que sabrás cuál digo, y en mi opinión es ahí donde se puede dejar sin problema.

El dúo de guionistas Edward Kitsis y Adam Horowitz hacen su primera gran producción por encargo de Disney-ABC para crear la novela 'Once Upon a Time' basada en los personajes de Disney.

'Once Upon a Time' es una serie tipo telenovela estadounidense, con un gran componente de fantasía, aumentando la expectativa de quienes les gusta el generó fantástico, de poder ver una serie con los personajes clásicos de Disney, como Blancanieves, Cenicienta, Bella o Pinocho.

La comencé a ver con muchas expectativas, y la primera temporada sorprende por la novedad, y se puede seguir con interés. Pero por desgracia la serie no consigue mantener el interés durante las 7 temporadas, por varios motivos. Primero, porque rompe sus propias bases, no se respetan las normas que se establecen en la primera temporada para justificar el mundo de fantasía, y la trama pierde su sentido de ser. Segundo, los personajes aparecen y desaparecen sin justificación, y otros mueren y resucitan varias veces, porque todo puede pasar en un mundo de fantasía, pero otros mueren sin mucha justificación y no se pone ningún interés en resucitarlos. Tercero, la historia principal se pierde en un cumulo de tramas, perdiendo la razón inicial de serie, y perdiendo el interés. Y al final todo se resume en que los guionistas cambian a su voluntad todo, las tramas, los personajes, el entorno, haciendo perder tanto el hilo como el interés.

Si la primera temporada se puede puntuar con un 8, la séptima y última con casi un 5.

El reparto, con algunas excepciones, no destaca, perfiles de actores estereotipados y lineales para series de consumo estadounidense. Sin embargo, algunos actores como Emilie de Ravin y Giancarlo Esposito si consiguen hacer interpretaciones más interesantes. Y sobre todo, una gran interpretación de Robert Carlyle, dando vida al más mítico personajes de la serie, Rumpelstiltskin, siendo casi el protagonista no oficial de la serie.

En la parte técnica, destacan el vestuario, el maquillaje y los decorados, y no tanto los efectos especiales y la banda sonora.

En resumen, una buena idea, pero con una ejecución irregular, que hace cuesta arriba conseguir ver sus 156 episodios. Hay que verla como entretenimiento ligero, sin exigencias.

Continuamos con 'Once Upon a Time in Wonderland'.