Críticas de El juego de las llaves

La serie empieza como algo curioso y morboso, al ser capitulos cortos ello ayuda a seguir visionando episodios, y cuando te das cuenta estas completamente enganchado. Mas adelante, el morbo desemboca en como afronta cada pareja el juego, problemas y soluciones sobre como sobrellevar y si fue una buena idea o no jugar...

Es una serie muy entretenida desde que empiezan a jugar al juego todo cambia me a encantado hay mucho drama y giros inesperados que lo hace mas interesante e intrigante ya estoy esperando desesperadamente que salgan mas episodios.

La primera temporada revolucionó las vidas de todos los implicados, a algunos les fue mejor, a otros peor, y a otros terriblemente mal, mientras que otros directamente han desaparecido, como Sergio, a quien no le volvemos a ver el pelo, sólo una mención de pasada y como si nunca hubiera existido.

Aquí seguimos las consecuencias de todo lo que ocurrió, siendo la más importante que ahora Óscar está con Gaby y ella está embarazada, pero es que en realidad salvo eso y lo del trabajo de Bárbara y Adriana, no pasa demasiado. Sólo eso, cada uno viviendo con las decisiones que tomaron al final de la temporada anterior. Luego tenemos a Mica siendo terriblemente insoportable y haciendo que den ganas de omitir las partes en las que aparece, porque una cosa es ser una adolescente y otra ser tan insufrible. Y también tenemos a Siena ahora yendo de super enamorada de Adriana sin ningún sentido, sólo porque comparten medio minuto juntas y ya, el personaje ha cambiado por completo respecto a como era, es otro, y ni siquiera creo que tenga una lógica o haya sido un progreso gradual.

Cuando ha llegado el capítulo 8, que en este caso es el último, he tenido la sensación de que no ha habido ninguna evolución, y aunque sólo hay dos capítulos de diferencia, se me ha hecho especialmente corta. Sigue teniendo esos datos interesantes al comienzo de cada capítulo, pero todo el picante que tenía ha desaparecido por completo, sigue habiendo algún juego de las llaves, o Leo trabajando de stripper o la relación a tres que tienen con la niñera, pero tiene mucho más de telenovela y dramas, sobre todo con todos los líos que tiene Adriana, que no es un triángulo amoroso, es como un pentágono.

En general pierde mucha frescura, o el factor sorpresa, y además se siente como incompleta, como si fuera a tener más capítulos pero quedó ahí, porque sí se nota final de capítulo pero no de temporada. Supongo que será para dejar con ganas de más de cara a la tercera, que ya ha empezado, pero es un final un tanto decepcionante, aunque bastante curiosa la escena final y la boda.

Empecé esta serie buscando algo rápido y ligero para desconectar por completo las neuronas y me he visto la primera temporada de dos sentadas. No sólo son capítulos muy cortos, de más o menos media hora cada uno, sino que me he enganchado a pesar de ser un poco telenovela, sobre todo por ser mexicana.

La trama comienza con un reencuentro de ex compañeros y amigos de instituto, siendo cuatro parejas en total, tres de ellas ya muy asentadas en sus rutinas, familias y monotonías y una de ellas abierta y disfrutona. Así surge la idea del juego de las llaves, que básicamente consiste en intercambio de parejas, pero a raíz de ahí surgirán muchas cosas más.

Es una serie picante, como es de imaginar, da lo que se puede esperar en ese aspecto, pero también trata de más cosas. Explora temas de familia, la fidelidad, esa monotonía que ya he mencionado, la chispa o falta de ella, la seguridad y la inseguridad, el descubrimiento no sólo sexual sino también personal, dar a alguien por demasiado seguro, las dudas... Además cada capítulo comienza con algún dato curioso sobre sexualidad que no sé hasta qué punto serán verdad o fiables, pero resultan interesantes.

Los personajes han evolucionado bastante a pesar de ser capítulos tan cortos, el juego ha hecho que todo explote por los aires y salga todo a la luz. Leo me caía bien y me parecía el que más chispa tenía y el más abierto en general pero es un maldito pesado con el fascismo, la opresión... Todo le parece opresión y que hay que luchar contra ello... Y lo que le ha hecho a Bárbara me parece horrible, una cosa son tus ideales y otra que hagas eso. Pero el que me parece lo peor de lo peor es Óscar, aparte de que se veía venir que él iba a entrar al trapo enseguida y Adriana se iba a quedar a dos velas, aunque luego pasa lo de Sergio, que él ande de histérico y de indignado, cuando se anda buscando con Gaby constantemente, y que le monte esas escenas a Adriana por tener dudas sobre las decisiones que ha tomado en la vida y a los dos minutos él vaya a decirle a Gaby que le gusta mucho, o mirando el móvil de su mujer a escondidas... Tóxico de manual. Y luego está Siena, que es una niñata, y ya sabemos lo que dicen, quien con niños se acuesta...

Puede ser curioso verla en pareja y que invite a experimentar o a reflexionar, aunque eso lo puede lograr con cualquiera. Pero si no, no deja de ser una serie ligera, rápida y fácil de ver, para no pensar en nada, y con cierta chispa que le da un toque. Y puro mamarracheo, que eso siempre viene bien.