Si tuviera que decir algo respecto de esta serie es que es uno de los homenajes más divertidos que han querido hacer Matt Youngberg y Frank Angones a la serie original en el 30 aniversario de su estreno en 1987.

La serie nos muestra cómo ha evolucionado la vida de los sobrinos viviendo con su tío Donald hasta que llega el momento de conocer a Gilito que comienzan a vivir las aventuras que las pueden pasar canutas o ser el mayor disfrute de sus vidas. Disney ha querido potenciar estos universos en series derivadas de pelis (como la de Big Hero 6 o esta) o historias innovadoras y originales (como Gravity Falls, Amphibia, Star, The Owl House, etc.). Esta en particular tiene un poco de todo ya que tiene algunas cosas originales pero a la vez un homenaje a los personajes clásicos de Disney.

Si hay algo que quiero destacar de esta serie respecto de su original, es la continuidad en la historia y una forma más lineal de desarrollo. Cada temporada se centra en una trama principal que permite a la historia desarrollar a los muchos personajes que hay además de intentar descubrir los misterios que envuelven a la ciudad de Patoburgo/Duckburg. En la primera se intenta descubrir qué pasó con la madre de los trillizos y hermana de Donald además del misterio de Magica DeSpell, en la segunda sus periplos una vez se supo que estaba viva y en la tercera el enfrentamiento con FOWL. Una de las razones por la que digo que es un homenaje es por el hecho de mostrar algunas similitudes con su original y sobre todo, a algunas series que llenaban las tardes de Disney animadas en los 90s-2000s (con La Tropa Goofy, El Pato Darkwing, Chip y Chop, etc.)

Esta serie, aunque ha dejado ciertas cosas en el tintero que se podrían haber desarrollado mejor, sí que servirá para relanzar en estos nuevos formatos a la nueva versión de El Pato Darkwing (esta vez con Jim Cummings ejerciendo del villano de Darkwing) o quién sabe si volveremos a ver La Tropa Goofy. Además es una serie que muestra la diversidad de una mejor forma que su predecesora (la original parecía que veía la clásica representación del típico pato blanco), y me gustó que Fenton lo representasen como "hispanohablante". O ver a Duckworth/Patista como un espíritu de la casa. Hay capítulos en esta serie que merece la pena destacar (como los capítulos centrados en Darkwing Duck, la verdad sobre la madre de los trillizos o el final de la segunda temporada) pero ya con este final sí que se puede decir que la serie merece la pena, porque te hace reir, disfrutar y sobre todo emocionarte con la mayoría de situaciones que no te ves venir (una pena que no llegasen a los 100 capítulos y 4 temporadas de la original porque sería redondo).

Con un reparto muy diverso y reconocido con David Tennant, Ben Schwartz, Lin-Manuel Miranda o el gran Tony Anselmo haciendo las típicas jergas de Donald, se puede decir que es de los productos de Disney más interesantes a día de hoy. Ha sido un auténtico placer y me encantaría volver a repetir este viaje porque como bien dice la serie "la familia (sea de sangre o no) es la mayor aventura de todas". Y no lo olviden, "Not ponytails nor cottontails, no, DUCKTALES, Woo-oo!".