Críticas de Dahmer - Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer

Muy buena serie, y también muy incómoda de ver por momentos. No conocía a este indeseable y la verdad es que que algunos momentos me han puesto la piel de gallina por lo brutales que eran, y eso que según he leído, Netflix se ha cortado bastante a la hora de enseñar todo lo que hizo Dahmer a varias de sus víctimas.
Algún episodio igual si que le sobra, porque hay un par que se parecen bastante al centrarse en los métodos de Dahmer (que solía actuar casi siempre igual), pero engancha tanto que me la he visto en dos días.

Recomendadisima si quereis saber más de uno de los peores asesinos en serie de la historia, pero cuidado los que sean de estómago sensible porque hay escenas fuertes.

Sólo con ver el póster de la serie sabes a lo que vas a enfrentarte y, una vez que miras a Dahmer fijamente a los ojos y entras en su mundo, lamento decirte que no puedes salir de él.
Escalofriante producto que nos muestra la vida de este singular personaje llamado Jeffrey Dahmer, un asesino en serie que, a pesar de no tener tantas muertes a sus espaldas como otros de sus compañeros de trabajo, no deja de ser inquietante cuanto menos.

La serie es pausada, no se acelera, con un ritmo lento (pero no aburrido). Hay una tensión constante en cada capítulo y un agobio que no hace más que crecer según pasan las horas.

El hecho de incluir metraje original como los juicios reales que hubo en contra del protagonista pone los pelos aún más de punta.

Sin duda una serie que gustará tanto a los amantes de los asesinos en serie como a cualquier persona que quiera ponerse frente a la pantalla y no apartarse hasta ver el ultimo minuto.

Tras las producciones "Ratched" y "Halston", Ryan Murphy aborda al asesino en serie "Dahmer" para su nueva serie en Netflix. Excelente en todos los sentidos, esta miniserie de diez episodios que sigue la escalofriante y sórdida historia de Jeffrey Dahmer demuestra ser una de las mejores de su género. Gracias a su escritura realista y a su hábil construcción, esta historia fascinante y profunda, que pone de relieve el nacimiento de un monstruo y el dolor de las familias de las víctimas, consigue mantenernos en vilo de principio a fin. Además de su perfecta dirección y estética, esta reconstrucción no sería tal éxito sin su estrella Evan Peters que interpretó al asesino en serie con excelencia. A la vez impresionante, inquietante y apasionante, la serie de Netflix, no tiene desperdicio. La serie merece la pena por la impecable interpretación de Peters y la atmósfera a veces escalofriante, a veces inquietante, que consiguen desprender algunos episodios.

Si te gustan las series de sucesos o crímenes y basadas en hechos reales apúntate esta porque la historia se las trae...yo no conocía la historia y me he quedado impactado.

La trama no solo se centra en los sucesos/crímenes de Dahmer que también, si no en todo su entorno familiar, su vida de principio a fin y lo que ha rodeado las consecuencias de sus actos a nivel social, económico, víctimas, televisión, fans, errores policiales... no se deja ninguna arista por tocar, una historia muy bien contada desde todos los puntos de vista.

La actuación de Evans Peters es brutal y te mete de lleno en como era esta persona tan siniestra. Los demás personajes también tienen una buena actuación pero la Evans es tan buena que sobresale con diferencia sobre el resto de actores.

La ambientación y fotografía sobre todo de la habitación de Dahmer es brutal, consigue transmitir que esa habitación sea desagradable en su máxima expresión y casi le falta que se perciba el nauseabundo hedor.

Es una serie corta por lo que va al grano, con un buen ritmo, sin rellenos innecesarios, no le hace falta, la historia es tan cautivadora como oscura y te va atrapando poco a poco.

Sin ninguna duda es de las recomendadas por como cuenta la historia de uno de los peores asesinos en serie de Estados Unidos.

La serie es cruda e interesante. Se hace larga, con unos cuantos capítulos menos hubiese estado mejor, el desarrollo es un poco lento.

La serie es cruda e interesante. Se hace larga, con unos cuantos capítulos menos hubiese estado mejor, el desarrollo es un poco lento.

Increíble, fascinante, tremenda. Soy más fan de los documentales, y no de las docuseries de asesinos en serie pero la verdad es que la han hecho bastante bien. Te cuenta la vida completa básicamente, y además no intenta justificar sus asesinatos, que es lo que suele pasar en otras series y acabas empatizando con un asesino. Totalmente recomendable.

Papelón de Evan Peters, este chico nunca defrauda en los papeles que interpreta.

Cómo hemos visto es la historia de un monstruo que llega a rozar lo desagradable en algunos aspectos. Para mi gusto se alargó con demasiado relleno en los 10 capítulos, podrían haber hecho una serie redonda con tan solo 4 capítulos y la crítica hubiera sido sin duda muy muy diferente.

Muy dura y muy agobiante. Tener todo el rato en la cabeza que esto pasó, que esas ideas pasaron por la cabeza de ese individuo en su día y ver los semejantes actos que realizó hacían que se te removiese el estómago mientras estabas viendo la serie.

He de confesar que ningún capítulo me gustó tanto como el primero. Empieza de una manera que no puedes dejar de verlo y luego va pausándose durante el desarrollo de la serie.

La serie de Monstruo debe de continuar. Netflix tiene el deber de mostrarnos casos así de la historia.

Si te gustan las series de sucesos o crímenes y basadas en hechos reales apúntate esta porque la historia se las trae...yo no conocía la historia y me he quedado impactado.

La trama no solo se centra en los sucesos/crímenes de Dahmer que también, si no en todo su entorno familiar, su vida de principio a fin y lo que ha rodeado las consecuencias de sus actos a nivel social, económico, víctimas, televisión, fans, errores policiales... no se deja ninguna arista por tocar, una historia muy bien contada desde todos los puntos de vista.

La actuación de Evans Peters es brutal y te mete de lleno en como era esta persona tan siniestra. Los demás personajes también tienen una buena actuación pero la Evans es tan buenas que sobresale con diferencia sobre el resto de actores.

La ambientación y fotografía sobre todo de la habitación de Dahmer es brutal, consigue transmitir que esa habitación sea desagradable en su máxima expresión y casi le falta que se perciba el nauseabundo hedor.

Es una serie corta por lo que va al grano, con un buen ritmo, sin rellenos innecesarios, no le hace falta, la historia es tan cautivadora como oscura y te va atrapando poco a poco.

Sin ninguna duda es de las recomendadas por como cuenta la historia de uno de los peores asesinos en serie de Estados Unidos.

Durísima serie basada en la vida de Jeffrey Dahmer que narra cómo este se convirtió en el conocido como Monstruo o Caníbal de Milwaukee.

La calidad en cuanto el guion es innegable, pero por encima de todo destaca la increíble interpretación por parte de Evan Peters, que más allá de la semejanza en aspecto físico y tono de voz, ha sido capaz de imitar las expresiones faciales, gestos y peculiaridades con un nivel de detalle escalofriante. He estado viendo a Peters en varios papeles desde los inicios de American Horror Story, pero a pesar de eso, en ningún momento he pensado que estaba viendo al actor. Es más, ha habido ciertas ocasiones en que me parecía estar presenciando al mismísimo Dahmer. Simplemente maravilloso, terrorífico. No puedo dejar de mencionar también a Richard Jenkins, cuya brillante interpretación de Lionel Dahmer merece todo el reconocimiento del mundo.

Dicho esto, se hablaba de esta serie como un proyecto cuyo objetivo era ser auténtico y mantener en todo momento el respeto a las víctimas y a sus familiares, pero me ha costado notar esa intención en algunos momentos. Es verdad que se pone énfasis en el hecho de que el sistema —dominado por el racismo y la homofobia— fue en gran parte lo que permitió a Dahmer seguir matando durante tanto tiempo, lo cual es algo que algunos siguen negando. También se da algo más de protagonismo a las víctimas, humanizándolas hasta cierto punto, mostrando que eran más que un nombre y una fecha de defunción, lo cual es positivo. Aun así, no parece suficiente. Puede que sea la omisión de algunos hechos y detalles, la ausencia de los cuales quizás impide mostrar en completa profundidad ese Monstruo tal cual fue, aunque en cierta medida se agradece. Puede que sea la excesiva cantidad de aderezo, o quizás el tipo de aderezo. Puede que el estilo de Ryan Murphy, que hizo de American Horror Story la genialidad que fue (por lo menos las primeras temporadas, que son las que yo he visto), sea demasiado para una historia tan real y tan reciente. Pero, en retrospectiva, me pregunto si es posible sostener cierto respeto hacia las víctimas, teniendo, simultáneamente, a su asesino como protagonista en la historia de su vida y muerte.

Más allá de la crítica al sistema, la historia plantea un interesante debate sobre “entorno versus genes”. Este es, en mi opinión, uno de los objetivos principales reales de la serie, ya que es el tema que está presente a lo largo de ella. Desde un inicio se nos muestra la infancia y juventud de Dahmer antes de convertirse en asesino, se nos muestran incluso escenas de antes de su nacimiento, aportando cierto contexto con ese conflicto en mente. En todo momento en que no estás con los dedos entrelazados pidiendo “por favor, que no lo mate”, te estás preguntando “¿Por qué? ¿De dónde viene todo esto?”. Por otro lado, está el debate del “insanity defence”, que vendría a ser algo como “defensa basada en trastorno mental”: ¿Hasta qué punto se considera ciertos trastornos mentales como locura? ¿Dónde dibujamos la línea? ¿Castigo, rehabilitación o ambos?

En definitiva, si tuviera que resumirlo todo en una sola palabra, sería “triste”, increíblemente triste y compleja. Recomendadísima para los fans de temas incómodos y controvertidos.

Esta serie te deja con un mal cuerpo encima en cada capítulo, y es imposible dejar de pensar que todo lo que muestra fue real. Quizás hubiera recortado un poco la trama, ya que los últimos tres capítulos se me han hecho algo densos, pero en general ha estado bien narrada. Y me han gustado las actuaciones del cast, pero sin duda Evan Peters se marca un papelón mostrando todas las facetas de Jeff.

Pese a las buenas críticas que parece estar recibiendo esta serie, lo cierto es que en mi caso me parece una serie muy parcial, sólo centrada en parte de las víctimas, haciendo parecer que sólo ciertos asesinados tienen valor, y otros son totalmente prescindibles.
Por ejemplo, en todo momento te hacen sentir que abusó y asesinó a un único menor de edad, sin embargo, cuando ves la relación de víctimas ves que no fue el único. ¿Por qué tanta insistencia en dicha víctima menor obviando que no fue la única? ¿Tal vez el director ha buscado despertar la compasión por ciertas etnias o razas, en un burdo intento de tocar la fibra de los espectadores?

De no ser por la excepcional interpretación de Evan Peters, esta serie no pasaría del aprobado en ningún caso.

Buena historia, buenos personajes y un mediocre capítulo final apoyado en una metáfora religiosa que en parte del público estadounidense puede funcionar muy bien, pero que definitivamente en el europeo carece de fuerza, emoción y hasta sentido.

El título lo deja claro: esta es la historia de un monstruo. Y no la de uno cualquiera, no, sino la de uno de los asesinos en serie más inquietantes y perturbadores de toda la historia criminal de Estados Unidos: Jeffrey Dahmer, culpable del asesinato de 17 hombres —algunos de ellos menores de edad— así como de otras prácticas como el desmembramiento, la necrofilia y el canibalismo. Un expediente aterrador ante el que Ryan Murphy e Ian Brennan, creadores y guionistas de la serie, debían enfrentarse con una complicada pregunta en el horizonte: ¿cómo enfocar una miniserie de casi 10 horas de duración cuyo protagonista causa el más absoluto de los rechazos? Buscar la empatía con Dahmer ni siquiera era una opción, pero, al mismo tiempo, centrar la historia únicamente en sus atrocidades podía causar un desapego total por parte del espectador. Por suerte, la serie logra un adecuado equilibrio que nos permite adentrarnos en los posibles catalizadores de una mente tan trastornada como la de Dahmer, pero, eso sí, dejando siempre claro que todo lo que hizo no tenía justificación ni exculpación alguna.

No obstante, y dejando de lado al propio Dahmer —encarnado magistralmente por un Evan Peters antológico—, la serie destaca sobre todo por dar un más que necesario protagonismo a las víctimas —tratadas con sumo respeto— y por lanzar una afilada crítica contra los que podríamos considerar como los otros monstruos de esta historia: el racismo, la homofobia y la ineptitud de las instituciones estadounidenses. De hecho, la cantidad de vidas que se habrían salvado si algunos no hubieran mirado para otro lado pone los pelos de punta, y eso, sumado a la propia brutalidad de los crímenes, hace que estemos ante un relato extremadamente frustrante y difícil de digerir. En cualquier caso, toda esa repulsión no hace sino mostrar la crudeza de una realidad que, por desgracia, superó a cualquier tipo de ficción y que la serie, aun con sus licencias, logra reflejar con gran acierto para adentrarse en la psique del monstruo, en su génesis y en todos los factores —incluyendo la aberrante negligencia del sistema— que le llevaron a ser conocido como El Carnicero de Milwaukee.

Durísima, desoladora y retorcida, pero también increíblemente absorbente e interesante. Imprescindible para amantes del true crime.

Creo que es la serie de este estilo que más me ha impactado, sobretodo por como esta relatada.
Al principio dicen que es en homenaje a las víctimas, pero en la mayoría de episodios, vivimos la historia desde la perspectiva de Dahmer, su infancia, su adolescencia, su manera de hacer las cosas, su interacción con la familia... De las víctimas se habla poco o nada.
Me ha dejado con mal cuerpo y la he visto de manera pausada, no la veo apta para hacer maratón y menos si eres persona empática, porque lo vas a pasar mal.

En Monstruo: La Historia de Jeffrey Dahmer nos cuentan la vida de Jeff, un asesino en serie real cuya actividad criminal conocida sucedió poco más allá de los años 80. La historia real, Ryan Murphy y Evan Peters son los principales ganchos de esta serie (y la enorme publicidad que ha tenido).

La serie es interesante, con un Evan Peters en estado de gracia, que realiza una notable actuación del asesino introvertido y psicópata, y aunque la serie adapta relativamente bien la historia, para mi gusto, deja demasiada sensación de inocencia con Dahmer, permitiendo a veces que olvidemos lo retorcido que fue este personaje. La historia real fue aun más brutal y macabra.

Respecto a la serie en sí, la he visto ya cuando tenía bastante fama, y eso me decepcionó un poco, me ha sorprendido que una serie así, con cierta falta de ritmo en ocasiones, con diálogos pausados, haya sido tan vista (según Netflix). Los asesinos en serie reales tienen tirón, pero no sabía que tanto, y esto me deja un regustillo un tanto raro o contradictorio.

Insisto, no es una mala serie, pero creo que no es tan buena o apasionante como la están pintando.