El género de las comedias en los 2000 parecía que no tenía rival con el paseo arrollador que llevaba Friends a lo largo de sus 10 temporadas, hasta su final en 2004. Mientras que en otras cadenas se intentaba buscar una alternativa al formato de la sitcom en estudios, en Fox se decidió contar con Ron Howard y con Mitchell Hurwitz para dar forma a esta serie, que acabaría convirtiéndose en una de las sorpresas del panorama televisivo de la época y considerada por muchos críticos una de las mejores comedias y series de televisión de la historia. Decidí terminar de verla ya que recuerdo haber visto algunos capítulos de niño y ahora Netflix, con el fin de su acuerdo con Fox, decide dejar la licencia a Disney de la serie, como hizo con las de Marvel-Netflix. Aunque no todo fue un camino de rosas, esta serie sufrió el rechazo por parte de los televidentes y por momentos llegó a cancelarse hasta que Netflix decidió recuperarla, aunque no fue el mejor camino desde luego.

“Arrested Development” nos enseña a una familia disfuncional americana que se merece todo lo que les pasa: corrupción, desastre y muchas broncas. Y ahí está Michael, interpretado por Jason Bateman, intentando salvar a su familia: George Bluth; su padre que no para de meterse en problemas, Lucille; su madre que siente animadversión por sus hijos; G.O.B. (George Oscar Bluth), el hermano mayor cuyo talento por la magia eclipsa su talento en la empresa de la familia ; Lindsay, la hermana melliza adoptada de Michael; Buster, el hermano pequeño de los Bluth que tiene un problema con abandonar el nido familiar . Además de Tobias, su cuñado que no para de tener crisis de identidades múltiples ; su sobrina Maeby y su hijo George Michael. Cuando Michael intenta evitar que el negocio de su familia se vaya al garete, su propia familia hará lo posible para que ese negocio se hunda haciendo que las situaciones absurdas no dejen de aflorar en cada esquina y en cada eventualidad de la serie.

Con la ayuda de la voz de narrador de la historia de Ron Howard, la serie crece en absurdez con una trama bien hilada y unos personajes desdichos que no paran de ver como les crecen los enanos, mostrando unos gags típicos de comedia pero que hacen que la serie gane en talento y en calidad, convirtiéndola en una serie de Ron Howard dentro de la serie . Posiblemente el hecho de haberse alargado en el tiempo hace que choque el cambio físico de los actores, solo hay que ver a George Michael y Maeby en el salto de 7 años entre la tercera temporada y la cuarta. Y además, el intento de rescatarla por parte de Netflix no hizo sino ahondar en el problema de repetición, además de que andaba algo desubicada en el tiempo. Aparte, la serie sufrió recortes de producción por parte de la cadena de forma que cada temporada tenía menos capítulos. Y estos fueron uno de los mayores problemas que tuvo la serie, ya que algunos gags resultaban repetitivos y los personajes se volvían algo cansinos, pero al final después de todo, decidieron hacer caso a los espectadores y dieron el carpetazo definitivo después de la quinta y última temporada. También ayudó que, tras el fallecimiento de Jessica Walter en 2021, se decidiese no seguir con la serie

Con mucho humor meta, gags y múltiples referencias a la cultura popular, la serie ha sido considerada como una de las mejores de su género, y no es para menos teniendo ese reparto que consigue elevar la calidad de la serie como son Jason Bateman, Will Arnett (me encanta el personaje de GOB) o Tony Hale. En realidad, toda la familia Bluth consigue hacer que la serie pase por sus momentos memorables y consiga ser recordada meme sí, meme también pero le pesa el hecho de haber sido alargada. A pesar de ese hecho, consigue ser una serie bastante interesante y que puedes disfrutarla si no sabes qué ver. "Family comes first."