Críticas de ALF

La primera temporada es muy floja con gracias muy previsibles y fáciles, el resto ya me gustaron más y no sé si es porque ya conocia más a los personajes o porque el humor es un poquito más desarrollado, en cualquier caso no entiendo ese final con ... to be continued ... en el último capitulo, pero esto que es?! Que serie puede acabar asi? No lo habia visto en ninguna otra

Esta serie es mítica y antigua como ella sola. Creo que todas las personas que tenemos ya una edad fuera de la adolescencia hemos visto algún que otro capítulo y sabemos perfectamente quién es Alf, aparte de no entender porqué no pueden volver a hacer una temporada o un par de capítulos más para rememorar las buenas series. Esto sí que es una buena serie de comedia.

muy divertida y entrañable

Es aquellas clásicas series americanas de risas enlatadas, que se alargaban a lo largo de unas cuantas temporadas, arrastrando un aura de mayor o menor éxito. Alf, el alienígena que come gatos, de lengua muy larga y que es acogido por una de esas familias bonachonas promedio tan características de aquellas series, era un símbolo de nuestra infancia feliz y despreocupada.

A pesar de tener ya más de 20 años, y una más que evidente estética de los ochentas, sigue haciéndonos reir tanto o más que la primera vez

Alf, aparte de la nostalgia que me inspira, es un concepto bastante novedoso para su época (bien copiado después sin embargo, prueba de su calidad...), un peluche a lo El show de los Muppets, que no da mucho de sí pero que es brillante en cuanto a momento cómico, y los actores que lo rodean son algo más que personajes secundarios, ¿no es así Willy?
Alf fue originalmente una serie estadounidense creada por Paul Fusco (que pone voz a Alf en la versión estadounidense) y Tom Patchett. Un día, un extraterrestre llamado Gordon Shumway estrella su nave espacial en el tejado del garaje de los Tanner, una familia americana normal y corriente. Los Tanner lo acogen y lo esconden de las autoridades para evitar que se realicen experimentos con él. Sus vidas no tardan en dar un vuelco cuando el hombre al que llaman Alf (abreviatura de forma de vida alienígena) resulta ser un tornado andante. Extremadamente simpático, pero capaz de las peores travesuras, como prender fuego a la cocina o devorar todo lo que encuentra a su paso, con siete estómagos, nunca se llena. Más tarde, nos enteramos de que su planeta natal, Melmac, voló por los aires en un incidente nuclear porque todos sus habitantes habían encendido sus maquinillas de afeitar eléctricas al mismo tiempo, y de que el propio Alf tiene 228 años.

En cuanto a los personajes principales, además de Willy Tanner, su esposa Kate y sus dos hijos Lynn y Brian, están sus vecinos Trevor y Raquel, los Ochmoneks, un poco entrometidos, lo que da lugar a otras situaciones divertidas.
Por supuesto, como en la mayoría de las series, hay una tendencia a repetirse, pero encuentro que aquí es menos repetitiva que en otros casos. Personalmente, me río en cada episodio, y los valores son buenos: nada de violencia, nada de efectos especiales a cada minuto, nada de heroísmos dichosos o lecciones morales... Se rodaron 4 temporadas entre 1986 y 1990, de unos 25 episodios cada una. Un telefilme realizado en el 95, recientemente editado en DVD, prolonga el placer de esta serie repleta de humor y referencias musicales.
En resumen, es una buena pequeña serie de comedia, que se las arregla para ser entretenida y divertida, lo cual es raro en estos días y merece ser destacado. El único problema que le veo a la serie es que sus seguidores tendrán que esconder al gato cuando la vean.

No creo exagerar al decir que Alf es la madre de series como Los Simpson, South Park y todas aquellas otras que vinieron después y que hicieron bandera de un humor más ácido y adulto, apartándose del concepto de que televisión familiar era sinónimo de ñoño.
Tengo la suerte de conocer a su creador, Tom Patchett, haber compartido alguna anécdotas sobre la serie y es un tipo que explica perfectamente el tono de la serie.
En definitiva, un giro a las series familiares que conserva su tono positivo y su excelente sentido del humor.