Críticas de Los becarios

Me ha gustado mucho, perfecta para pasar el rato y echarte unas risas. Una trama ingeniosa con puntos de humor muy buenos.

Este film toma la premisa de «pez fuera del agua» de la forma más básica, aderezada con la historia de grupo de inadaptados de instituto (o en un equivalente más correcto, de la universidad), pero logra darle un toque especial para que destaque de otras obras similares.

No es por el hecho de que todo gire en torno a Google y al mundo de la computación porque, aunque Google es omnipresente, la computación es anecdótica. Que entiendo el motivo: el gran público debe entender lo que presenta el film, a diferencia de una serie que puede estar pensada para un nicho concreto; aunque eso hace que la suspensión de la incredulidad tenga que ser muy potente a veces, aunque vuelvo a eso luego.

No, realmente lo que le da un toque especial es el carisma y química de sus protagonistas, que me hace alegrarme por sus victorias y lamentar sus derrotas.

Sobre la trama, como dije es una premisa muy básica, el clásico personaje (aunque en este caso sean dos) que sale de su mundo para entrar en otro completamente distinto, pero que aunque tenga roces con la gente de ahí al final sus experiencias cambiarán al resto, mientras él mismo cambia en el proceso; aquí lo aplicamos a un par de vendedores de relojes que se quedan sin trabajo y deciden hacerse becarios en Google.

Esta premisa empieza con el problema que dije de la suspensión de la incredulidad, porque tal y como se presenta (con los dos sin tener ni idea, ya no solo de computación, sino casi de cómo usar un ordenador o internet) hace muy raro que se les escoja por muy impresionante que sea su pensamiento lateral; no es un curso en Google, se supone que la gente que participa en la beca ya tiene conocimientos de programación y desarrollo. Sin embargo, es una de esas licencias creativas que tampoco afectan al film (y que tiene sentido por lo que dije antes del gran público).

Luego la trama será básicamente la clásica competición en la que hay un grupo al que se le da muy bien que es el típico de los chulitos (aunque en este caso solo el líder lo es), mientras que los protagonistas forman parte de los pringados que siempre se dedican a fallar.

Esto implica que el final es evidente porque en estas obras siempre gana el equipo protagonista quitando alguna excepción muy contada, pero aun así logra ser divertida, en especial el comienzo con lo desconectados que están Billy y Nick.

El final tiene un momento típicamente melodramático pero que no queda forzado con lo presentado a lo largo de la obra y hace que el final, aunque evidente, resulte emocionante de ver.

En lo que respecta a los personajes, el equipo de los protagonistas tienen cada unos pequeños arcos de personaje muy básicos en base a su personalidad (como Yo-Yo que ha sufrido un abuso de su madre y se impone al final , o Stuart que se pasa el día pegado al móvil aprendiendo a disfrutar de la vida ).

Quien tiene mayor personalidad es por supuesto los dos protagonistas, aunque a nivel básico es muy similar, porque son dos carrozas que están cansados de rendirse y quieren coger el toro por los cuernos. Aunque se les diferencia por los elementos precisamente que van dar lugar a sus arcos de personaje: Nick es un ligón así que su subtrama será romántica, algo mediocre, considerando que se sabe como se resuelven estas tramas generalmente; mientras que Billy tiene una que es más interesante con respecto a su frustración al considerar que no vale para esto y que solo sirve como vendedor.

En lo que respecta al humor, que creo que es el punto clave de una comedia, pues es divertido; considerando que es la segunda vez que veo el film, me he reído igual con bastantes escenas. Se basa principalmente en el absurdo de los diálogos (y algunas situaciones) que se dan por los protagonistas en un entorno que les es ajeno, aunque contiene mucho slapstick y chistes sexuales; que con respecto a esto, tendremos una escena en un club que aunque a nivel de trama tiene sentido (para que el equipo salga de sus cascarones y se suelten) queda algo gratuito por como se presenta, pareciendo solo una excusa para que veamos muchas tetas.

En definitiva, The Internship es una obra divertida; no es ni de lejos la mejor comedia, pero teniendo una duración de dos horas no se hace larga, y los chistes (quitando un par) no han envejecido nada mal en diez años. Si te gustan los actores que la protagonizan te lo pasaras genial.

Por otro lado, si buscas una obra con muchas referencias geek al estilo de Silicon Valley te va a decepcionar porque no va de esto; encontrarás una mención a HTML5 por aquí, otra a Vim y Emacs por allá, pero en general todo el tema de código queda en segundo plano (hay una conversación en la que Lyle dice un par de veces «if», pero ni siquiera sé si pretendía ser una referencia o un uso normal de la conjunción «si»).

Así que está bien si te interesa el mundillo de la computación y el desarrollo pero no buscas específicamente una obra que trate esa temática.