Críticas de La princesa Mononoke

Mi contacto con el cine de Miyazaki ha llegado tarde, pero ha llegado. Cada vez que veo alguna de sus obras me maravilla su mundo interior, su ingenio y su arte. ‘La princesa Mononoke’ es una preciosa fábula que reivindica nuestro único y común origen: la naturaleza. La naturaleza es el nexo que nos une y estamos destrozándola día tras día. Somos avariciosos, codiciosos y desalmados. Somos criaturas que agotan todos los recursos de la tierra e imploramos por más. Esta película es una señal de atención para la reconciliación entre los seres humanos y el medio natural, es el símbolo de la lucha eterna contra el ansia de poder y la escasez. La simbología de los dioses y los diablos me parece magnífica, reflejando que, al fin y al cabo, todo se reduce a la eterna lucha del bien contra el mal. El problema radica en que, en muchas ocasiones, no sabemos qué es el mal y qué el bien; aunque siempre nos quedará la esperanza de cambiar y comprender porque como se dice en la película: “la vida es sufrimiento y dificultades, el mundo y el hombre están malditos, pero aun así insistimos en vivir.”
Una obra muy emotiva, fascinante y mágica a la hora de narrar la especial relación que comparten Mononoke y Ashitaka.

Para mi la mejor de Miyazaki.

Tiene grandes personajes, una gran historia, grandes escenas de acción, gran mensaje..., todo es grande en esta película, por lo que si no la has visto aún ya estas tardando.

Es de esas cintas que cuando las terminas te quedas como en otro mundo, maravillado y emocionado.

Otra joya de la animación, la segunda mejor película de Miyazaki y en orden de Ghibli la pongo la tercera.

Una aventura muy vigente por todos los mensajes en ella y que seguirá así hasta que el ser humano se extinga por si mismo.

Una maravilla visual y con un Joe Hisaishi enorme. Una película que trasciende.
Si los oscars de animación se hubieran creado antes, de seguro ella tendría uno.

La princesa Mononoke es una de las tres grandes obras maestras del Studio Ghibli (junto a El viaje de Chihiro y Mi vecino Totoro), y como no podía ser de otra forma está escrita y dirigida por el gran Hayao Miyazaki.
Esta película es un relato fantástico de aventuras que nos habla de como la codicia humana está acabando con el mundo natural, es decir es una fábula que nos habla sobre los peligros del desarrollo insostenible con el que el ser humano está gestionando el avance de la civilización humana.
Sin embargo y pese a todo lo anterior, esta no es una película occidental, por lo que no se trata de los buenos contra los malos, ellos contra nosotros, esto es el mundo imaginario de el señor Hayao, donde generalmente nadie es necesariamente bueno o malo de por si, todos tienen sus matices y todos pueden en cualquier momento tomar decisiones equivocadas o acertadas.
Por lo que creo que lo que esta película quiere resaltar es la importancia y la necesidad de encontrar el equilibrio entre la civilización y la naturaleza, es decir un desarrollo sostenible, rechazando totalmente la violencia entre semejantes y buscando la unión como remedio contra el odio y la ignorancia, los únicos y verdaderos villanos de esta película.
Y esto es algo que me tiene fascinado desde mis primeras incursiones en el mundo de Hayao Miyazaki y es que si bien en sus historias puede haber héroes (generalmente heroínas) salvo escasas excepciones no tiene verdaderos villanos. Es decir podría citar este o el otro de tal o cual película, pero no muchos la verdad, al menos grandes villanos de verdad como si podría si por ejemplo hablásemos del estudio de la gran D (o de cualquier otro estudio de animación occidental) en el que podríamos identificar casi cada una de sus películas con sus héroes pero también con sus villanos. Y sin embargo pese a carecer de grandes villanos estas, las historias del señor Miyazaki están llenas de grandes (o pequeñas) hazañas heroicas y aventuras, como es el caso de la propia película de La princesa Mononoke.
Como es habitual en las obras de este estudio, y más si está el maestro Miyazaki envuelto, tanto la animación como la banda sonora son sin ninguna duda de primerísimo nivel.
Tras esto no me queda más que recomendarte que te embarques en un viaje al increíble mundo fantástico del Studio Ghibli, un mundo donde absolutamente todo es posible.

Aún no la había visto, es bastante entretenida, y sobretodo también mencionar la importancia de esos mensajes que deja.

La obra maestra de Hayao Miyazaki


Efectivamente, una obra maestra, y no cualquiera, sino la mejor de todas las grandes obras que nos ha regalado este genio llamado Hayao Miyazaki.

¿Qué podemos encontrar en esta obra?

Pues para empezar una animación fantástica, característica que es un sello de identidad de la marca Ghibli. Animación que deja en ridículo a muchos estudios y producciones de animación actuales.

Una historia excelente, atrapa desde el primer momento, ambientada en un mundo fantástico, del cual uno se queda con ganas de conocer mucho más, y unos personajes muy bien construidos. Todo esto es algo que podemos observar en las grandes obras de Miyazaki, y por gusto personal, esta es la que más me ha cautivado.

A veces no comprendo porque obras de este calibre apenas reciben premios, y sin embargo, a día de hoy, podemos encontrar obras actuales de Disney que arrasan cada año llevándose decenas de ellos. Aunque está claro que los premios no siempre se dan a las mejores películas.

En definitiva, una de las mejores obras de la historia de la animación que todos deberíamos disfrutar al menos una vez. Una de esas obras que perdura en la memoria.

Mi película favorita de Studio Ghibli y posiblemente la más épica de su filmografía, un relato de aventuras sobre la lucha entre las fuerzas de la naturaleza y el ansia destructora del ser humano. El protagonista, Ashitaka, se verá envuelto en medio de esa guerra al llegar a la Ciudad del hierro, símbolo de la industrialización que amenaza al bosque defendido por San, la Princesa Mononoke, una joven criada por lobos. Pese a la existencia de estos dos bandos tan diferenciados, la película no muestra malos absolutos sino que mantiene un claro mensaje reconciliador, resaltando la importancia y la necesidad de encontrar el equilibrio entre la civilización y la naturaleza, rechazando la violencia entre semejantes y buscando la unión como remedio contra el odio, el único y verdadero enemigo de esta historia.

Como es habitual en las obras de Studio Ghibli, la banda sonora y la animación son de primerísimo nivel, rozando esta última la perfección con unos personajes y unos escenarios llenos de vida y color gracias a las técnicas artesanales de hacer cine que siempre ha defendido Miyazaki (salvo unos pocos minutos que incluyeron animación por ordenador porque no llegaban a tiempo al estreno, pero no se aprecian en el resultado). Fantasía, amistad, superación, paz y amor por la naturaleza; elementos siempre presentes en los trabajos del director japonés y que aquí se conjugaron a un nuevo nivel para concebir una película que ningún aficionado al cine de animación se debería perder.