Críticas de La piel que habito

Película que tiene un inicio muy atractivo, un cirujano plástico que está investigando para conseguir trasplantar piel a humanos pero una piel resistente a elementos externos, picaduras, quemaduras...Pero todo con una dudosa ética moral. Empieza de una forma muy interesante pero de repente corta esta trama y empieza una secuencia de sketch absurdos sin sentido...lo que estás viendo no tiene ni pie ni pata, absurdo tras absurdo y así durante cerca de una hora, (el personaje de Roberto Álamo me ha dado vergüenza ajena, literalmente) hasta que se decide retomar la historia un par de años antes y todo empieza a tomar sentido, y te encuentras con una historia completamente sorprendente donde los ingredientes principales son la venganza, la locura, el desprecio, una evolución a un amor imposible, todo muy siniestro y sobre todo sorprendente, tengo que reconocer que me ha dejado a partir de que vuelve a tener sentido la película pegado a la pantalla hasta el final.

La historia principal me ha gustado mucho, pero no entiendo la necesidad de estar viendo durante una hora secuencias sin sentido, absurdas y aburridas, pero con escenas de sexo para despertarte del aburrimiento...¿No será mejor hacer una película más corta y al grano? Si el sello de Almodóvar (es la primera película que he visto de este director) es hacer secuencias ridículas, me parece lamentable e innecesario, porque la primera te la comes pero si las siguientes películas de este director te tienes que comer muchos minutos sin sentido y que dan vergüenza ajena, no creo que pierda mi tiempo o directamente esas secuencias las paso.

Con respecto a las actuaciones pues dentro de lo esperado de dos grandes actores como Antonio Banderas interpretando al doctor Robert Ledgard y Elena Anaya interpretando a Vera Cruz, los demás actores de reparto no tienen papeles muy largos son casi testimoniales en algunos casos, pero Blanca Suárez interpretando a Norma Ledgard muy forzada como siempre, me ha gustado también la interpretación de Jan Cornet interpretando a Vicente.

Lo mejor: La historia principal consigue atraparte totalmente hasta el final, eso sí es muy corta porque son los últimos cincuenta minutos.

Lo peor: El resto de minutos son un sin sentido uno tras otro.

Dirigida por Pedro Almodóvar, este thriller psicológico intenta explorar temas de identidad y venganza, pero desde mi punto de vista se queda corto a la hora de ofrecer una narrativa convincente y cohesionada.

La película gira en torno al Dr. Robert Ledgard, interpretado por Antonio Banderas, un cirujano plástico con una agenda siniestra. Impulsado por una tragedia personal, se obsesiona con la creación de un nuevo tipo de piel humana a través de medios cuestionables. Sin embargo, la trama se vuelve enrevesada, inconexa y, en última instancia, no consigue enganchar al espectador a nivel emocional.

Uno de los principales problemas de La piel que habito diría que es su excesiva atención a la provocación vacía y a las imágenes perturbadoras. La película parece más interesada en sobrepasar los límites y provocar incomodidad que en elaborar una historia coherente y significativa. Las escenas de violencia sexual y la exploración de temas tabú eclipsan cualquier posible profundidad o sustancia. De hecho, es increíble el intento de ridiculizar y pasar de puntillas sobre una violación, provocando el cabreo máximo por las razones opuestas a las debidas.

Banderas me resulta distante y carente de emoción.( Es más ya vimos casi el mismo personaje en Átame y estaba infinitamente mejor). Los personajes, incluida la interpretación de Vera por Elena Anaya, están poco desarrollados y no logran provocar la empatía necesaria.

La exploración de temas como la identidad y el género también resulta absolutamente superficial. Los intentos de cuestionar las nociones tradicionales de estos conceptos resultan forzados y no ofrecen ninguna perspectiva significativa ni ningún comentario que invite a la reflexión.

Con lo interesante del guion si hubiera estado mejor desarrollado al final todo esto resulta una experiencia incómoda e insatisfactoria. Su excesiva atención a las imágenes perturbadoras y la falta de cohesión narrativa disminuyen su impacto potencial.

Vamos que me parece lamentable que con la trama tan jugosa que tiene la película, lo que más me haya gustado con infinita diferencia haya sido la escena de la niña cantando en el jardín mientras juega.

La piel que habito es una película escrita y dirigida por el gran Pedro Almodóvar la cual nos presenta una oscura pero a la vez muy original historia.
Este film cuenta como es habitual con una buena banda sonora del compositor Alberto Iglesias y con un reparto de lo mejorcito del cine español de aquella década (2011.)
Personalmente, aunque reconozco que esta cinta no se encuentra entre mis favoritas del cineasta manchego, no tengo problema alguno en recomendártela porque estoy seguro de que su enrevesada pero a la vez fácil de entender historia te tendrá pendiente desde el principio hasta que lleguen los títulos de crédito finales.

Lo primero, aclarar que a mí sí me gusta el cine español, y sí me gusta Almodóvar, aunque la que nos ocupa no es de las que más me apasione.
Dicho esto, esta historia está basada en un libro llamado Mygale, de Thierry Jonquet. Otros libros van apareciendo también, casi como easter eggs, a lo largo de la pelicula, entre ellos Escapada, de Alice Munro, y varios de Cormac McCarthy, como Meridiano de sangre o El guardián del vergel, guiños que personalmente agradezco.
En un cigarral toledano con laboratorio y quirófano incluidos, el doctor protagonista, interpretado por Antonio Banderas, lleva a cabo sus retorcidos experimentos, aprovechando el aislamiento que dicha propiedad le confiere.
Hay situaciones estrambóticas y locas, algo muy habitual en las películas de Pedro, además del sello visual, también siempre presente. Entre sus colaboradores, José Luis Alcaine a la fotografía, José Salcedo al montaje, un siempre efectivo Alberto Iglesias a la banda sonora, además de otros habituales y grandes profesionales.
La otra protagonista es Elena Anaya, que particularmente me encanta, y también contamos con la presencia siempre bienvenida de, por ejemplo, Marisa Paredes, Eduard Fernández o José Luis Gómez. La escena del otro Almodóvar, Agustín, a pesar de que no era imprescindible para la película y de que Agustín no es actor, pues me ha hecho su gracia, oye...
Para mí, como todas sus películas, es de obligado visionado, aunque con las más recientes, me estoy tomando mi tiempo. No por nada en especial, pero es que hay mucho que ver para tan poca vida.

Buen film, no apto para todo gusto o publico. Es un cine espanol pero en cierto grado molestoso.. Es Pedro Almodovar su director. A mi me gusto.

"La piel que habito" es la 18ª película del oscarizado Pedro Almodóvar, un thriller psicológico que adapta la novela "Mygale" de Thierry Jonquet.

Poco se puede anticipar de la "La piel que habito" sin destripar alguna parte de la trama, llena de secretos y giros. Pocos personajes hacen falta para crear este thriller, pero todos ellos tienen traumas ocultos, y todos acaban cometiendo acciones que cuestionan su moralidad y su ética. Lo cierto es que es una inesperada historia de suspense de Almodóvar, quien consigue generar una atmósfera inquietante y perturbadora, abordando temas que no son habituales en su filmografía, como el poder y los límites de la ética en la ciencia.

Como siempre, Antonio Banderas hace una interpretación fantástica, intensa y convincente, transmitiendo la complejidad emocional de su personaje. Elena Anaya también está memorable, interpretando a Vera, al igual que Jan Cornet, ganando ambos el Goya.

Esperando ver otro melodrama de Almodóvar, "La piel que habito" me ha sorprendido con una trama intrigante, atrevida y original que te atrapa y te sorprende hasta el final.

Aviso de entrada de que no me gusta el cine de Almodóvar, y si veo una película suya suele ser por algún motivo en concreto. Madres paralelas fue por un desafío de la página, vi Volver por insistencia de una amiga en que la viese con ella, y esta la vi hace unos años, pero lo cierto es que no recuerdo el motivo, y no pienso volver a verla para recordarlo.
En su día le puse un 7, sí, y recuerdo que me gustó, pero que me resultó perturbadora como para no querer volver a verla. Por una parte tiene lo de todas: su dramón, sexo, tema LGTBI..., pero además es una historia original, diferente y sorprendente, pero demasiado surrealista para mi gusto. No sé tampoco si surrealista es el adjetivo que busco... Me quedo con perturbadora.
Buenas actuaciones de Jan Cornet, Elena Anaya y una breve Blanca Suárez, pero voy a reconocer también que Banderas tampoco es santo de mi devoción. Y en esta película en concreto le cogí un poco de tirria.

La vi hace ya algunos años, pero al reverla he de decir, que recordaba bastante la trama y eso es un punto a favor.

Como he leído en otras críticas, es cierto que el sello de Almodóvar está en todas sus películas, pero a mi me gusta que a pesar de seguir todas algún patrón, no son para nada iguales y en este caso, me acabé sorprendiendo muy para bien.

En sí la historia roza un poco la obsesión y quizás no es para estómagos delicados, o más bien, para mentes sensibles.

En definitiva la recomiendo.

Es curioso cómo siempre ha ido de transgresor pero yo pienso en Pedro Almodóvar y pienso en la España más profunda y casposa. Pedro Almodóvar huele a cerrado y a rancio.

Dicho esto, teniendo en cuenta que mis expectativas no es que fueran nulas, es que estaban bajo cero, he de decir que la película me ha gustado. Pero como película, porque me ha sorprendido la manera en la que está contada y no me esperaba el giro de los acontecimientos, pensaba que iba a ser una cosa, aunque no sabía realmente qué pensar, y ha sido otra que no esperaba en absoluto.

Pero como trama, como contenido, es otro asunto. La frivolidad con la que trata las violaciones o algo tan importante y que ahora está tan de actualidad como los cambios de sexo... Ahí vienen ya los problemas y lo que me estomaga de este señor, que muy pro LGTBI pero es el más rancio de los rancios. Pero ah, como le aplauden todas estas cosas y siempre le han endiosado, pues así nos va.

Como digo, el giro es interesante y me ha mantenido intrigada, pero no compensa todo lo demás, lo perturbadora y la obsesión enfermiza del protagonista, pero es que es enfermiza la película en sí misma.

La piel que habito película dramática con suspense/misterio, pero nada de terror, excepto el terror a ser ultrajado y cepillado, si es por eso… ya… me callo.

Los más destacables son Elena Anaya y Antonio Banderas, yo destacaría a este último, por ser un gran actor conocido internacionalmente, pero la verdad es que ella hace muy bien su papel protagonista.

Recomendadilla para los amantes del género, pues tiene buenas y originales ideas que me pillaron por sorpresa.

En La piel que habito seguimos a Berto, un cirujano plástico, mientras investiga cómo crear una piel perfecta. O al menos esa es la sinopsis, porque la película ha derivado en una cosa muy rara.

No me ha gustado nada. La edición es extraña, con cortes muy bruscos en los planos y transiciones peculiares (por no decir otra cosa), con saltos en el tiempo de aquí para allá que pretenden crear tensión pero solo hacen que liar al espectador y con una banda sonora que va de épica pero que acaba haciendo gracia.

En cuanto a la trama... En fin. Es un señor al que se le mueren la mujer y la hija y se obsesiona con recrear a su mujer (??? con el violador de su hija (??????? . Encima, la película se recrea una y otra vez en escenas de sexo y más sexo (y violaciones y más violaciones) que duran mucho más de lo que deberían durar. Tampoco ayuda que aquí todo Cristo tenga una pistola, ni que fuera esto Estados Unidos.

Si me hubieran contado la historia de una forma diferente igual hasta me habría gustado porque seguir a este psicópata (porque no tiene otro nombre) habría sido interesante. Pero no, la película tiene tal amalgama de elementos que me causan rechazo que me ha sido imposible conectar con ella.

Y mejor no me meto en la lectura que hace de las personas trans...

PD: Me hace mucha gracia que los protagonistas solo tengan concepción de sí mismos cuando se miran al espejo/reflejo (Vera cuando se ve las quemaduras en la cara como si el resto del cuerpo no lo tuviera igual, Vicente mirando la vagina en el espejo como si no pudiera simplemente mirar hacia abajo) .

La piel que habito es una película dramática y de suspense de Pedro Almodóvar, protagonizada por Antonio Banderas y Elena Anaya.

Motivado por una tragedia familiar, un experto cirujano investiga sobre las capacidades de la piel humana y cómo mejorarlas, cruzando para ello varias líneas rojas éticas y legales.

Vaya por delante que no me gusta Pedro Almodóvar, no he visto mucho cine suyo, pero con 3-4 películas y un 100% de "no me gusta" era suficiente argumento para no ver esta película pese a que me la habían recomendado.
La película tiene el toque de Almodóvar, claramente, aun así, el tipo de película queda muy lejos de dramas más mundanos del director, aquí se mete en terrenos más surrealistas o más.... cinematográficos.
Dicho esto, dadas mis reservas, la película ha sido una grata sorpresa, sigo sin compartir gustos musicales con Almodóvar, pero las notables interpretaciones de Banderas y Anaya hacen del film algo serio, maduro, creíble, con una estructura que me ha parecido bien (primero el presente, luego el pasado, cómo han llegado ahí, y después desenlace), y hacen del conjunto una película interesante, casi absorbente (de nuevo gracias a las interpretaciones , el cirujano loco me ha gustado ), aunque con el final me he llevado un pelín de chasco, tras coquetear con un final que no era el más obvio, al final cae en lo evidente o previsible .

He venido a hablar de Almodovar !!!!!!
Nooooooooooo !!!
Ahora en serio, lo haré en otra película suya, aquí no lo merece.
Con Ñ aires de 'Matador' , esa mi primera decepción de este director empieza esta laberíntica composición de Alberto Iglesias, grande de los grandes y uno de los puntos de ese 3 que le he puesto, aunque en ocasiones se le va de las manos y agobia un poco.
El otro punto se lo reservo a Elena Anaya, mi bote de salvación y el orgullo patrio de la interpretación. De lo mejorcito de nuestro escaso panorama actoral. Y el tercer se lo llevan Marisa Paredes que aunque siempre haya sido un poco 'palo seco' las tablas están ahí, muy teatral siempre, y con el que me he echado unas risas y otro monstruo actoral aunque solo se lo haya visto en los escenarios al tigretón Roberto Álamo que ha intentado traernos esos recuerdos del antiguo cine del manchego con ese humor cafre.
Yo la hubiera titulado: - A quien llamo cuando llegan las doce. Haber quien acierta el porqué. El reto dentro del reto, aunque sin premio. Lo siento, en otra ocasión.....
Vamos al destripe, !!!PEDRO!!! No solo se vive de A.Iglesias. Ni de una cuidadosa fotografía ni envuelto en un alo de misterio intentando emular a Hitchcock y creo que este comentario ya lo he expuesto con anterioridad en alguna opinión.
Es un buen director, eso no se le puede negar pero me aburre. Quiere hacerlo todo muy grande pero hace décadas que se le acabó la chispa. La transgresión no puede durar toda la vida y con la edad y la propia autofagotización a la que se somete en su apoltronado estatus no ayuda.
Con lo que le ha gustado emular a la Nouvelle vague, podría saber envejecer sin necesidad de estas demostraciones fútiles de egolatría.
Se sabe rodear de un buen elenco, que acuden a la llamada del patriarca Noé para hacerse la foto con el arca de fondo caminito de Cannes. Todo muy impostado al más puro estilo Hollywodiense......
Y el señor tiene un nombre, no se le puede negar que se lo ha ganado. Hasta Tarantino en una entrevista explica que había un director español que le hizo dedicarse al cine diciendo - si este tipo puede hacer este tipo de cine tan atrevido, yo también puedo.
Aquí el amigo manchego no es original en su obra y adapta una novela, Tarántula del francés Thierry Jonquet y a la que el director se lleva a su circo particular de parias sociales.
Acabaré por denunciar la insana costumbre de meternos en el pastel a toda su familia, empezó con su madre en pequeños gags para subirle la jubilación, luego al sosainas de su 'bro' y ahora a sobrinos y hasta a su portera, con más pena que gloria.
Hacia tiempo que lo tenía desterrado y tras el reto va a volver a su olvidado parnaso.
Acabaré con un refrán adaptado - Quien con Almodóvar se adentra, hastiado se levanta.

Sabía que 'La piel que habito' estaba inspirada en la obra de culto 'Los ojos sin rostro', una pequeña joya del cine francés. No me encajaba con el cine de Pedro Almodóvar utilizar como punto de partida un thriller psicológico con tintes terroríficos de 1960, pero después de verla me queda clara la inspiración.

Tiene en común con el relato original la historia personal del cirujano, una bastante parecida, pero la vertiente más casposa e incómoda es aportación exclusiva del director manchego. La película de Georges Franju es perturbadora de otra manera, empezando por la inquietante máscara de la paciente.

No me esperaba la historia que había tras el personaje de Vera, eso me ha sorprendido, pero el montaje no ayuda al desarrollo de la historia.

La piel que habito, es 100 % Almodóvar, me parece que había leído alguna vez que no se parece a una película de las del Manchego, pero vamos no se que habrá visto la gente que dijo eso, pero tiene la marca de su cine: SEXO, comedia mezclada con drama o al revés, una escenografía cuidada al detalle, esos primeros planos flash backs, los actores recurrentes en sus pelis... Lo que más me sorprende de su cine es la facilidad que tiene para cambiar de género en una misma película, pasa del drama a la comedia y de ahí al cine de suspense para volver al drama con una facilidad asombrosa.
Un Frankenstein a la española. Una creación monstruosa, una película extraña, con dos partes muy marcadas, una primera hora que cuesta arrancar un poco y una segunda donde parece comprimirse toda la acción de una historia fraccionada. No conviene desvelar mucho sobre el argumento de esta película, es de esas que es mejor ver virgen, para poder ser sorprendido por los tortuosos giros de guión que salpican la trama, y que acaban convirtiéndose en una auténtica espiral narrativa, que desde el principio, sorprende por su irrealidad, su tensión y su dramatismo.
No es de mis preferidas de Almodóvar pero tampoco de las que menos me han gustado, al fina te hace estar viéndola y sin perder detalle y eso me gusta.

Lo siento por sus fans pero no soporto a Almodóvar y no hubiese visto esta película si no fuese por el desafío. Su cine me resulta irritante y a menudo cree ser algo moderno y progre cuando en realidad es profundamente rancio. En "La piel que habito" además se pone modo body horror y crea una película repugnante, turbia y nauseabunda que resulta incómoda en todo momento y con un mensaje demasiado fallido en mi opinión.

No tengo la sensación de que Almodóvar haya sido muy consciente de que su película tiene un regusto muy tránsfobo pero lo tiene. El tema de la modificación corporal supongo que le habrá flipado para explorar ciertas cosillas de identidad, pero el tema es que en "La piel que habito" no hay un solo personaje trans (Vicente nunca deja de ser Vicente) y, aún así, es una narrativa que se puede llevar muy fácilmente por ahí. El hecho de que el "cambio de sexo" de Vicente sea impuesto en el delirio psicótico de un cirujano cishetero y su cuerpo se convierta en un lugar de experimentación médico totalmente pasivo es terrible. La modificación corporal, "de sexo", en esta película se relaciona en todo momento con lo perverso y lo perturbador. Creo que la misma historia desde otra perspectiva podría haber sido mucho más poderosa si hubiese tenido en cuenta lo muchísimo que correlaciona con experiencias trans, pero no lo hace, solo utiliza ese continente para crear incomodidad y casi terror sin tener en cuenta el discurso que alimenta. Aunque estoy segura de que habrá personas trans que ya habrán hecho una crítica mucho mejor que la mía sobre el tema así que prefiero no detenerme más sobre ello.

Hay demasiadas cosas que no me gustan de Almodóvar, su obsesión por banalizar las violaciones es otro tema de su cine que me resulta atroz. Su explotación constante del sufrimiento, sus actores fetiche (no creo que Antonio Banderas sea tan buen actor, lo siento)... Todo me saca de quicio. Si no le pongo menos nota es porque creo que la música está muy bien utilizada y acompaña estupendamente ciertas escenas. Cuando vi aparecer los créditos de la peli por fin me sentí aliviada porque estaba deseando que acabase.

Una historia es interesante siempre que respete una forma de coherencia interna. Al final, no importa cuál sea la premisa de partida (viajes en el tiempo, zombis, violadores de pavos, presencia diabólica, reencarnación, space-opera pijamesca, lo que sea) mientras se mantenga alguna forma de lógica, de integridad respecto a la premisa de partida. El problema de La Piel que habito es que nunca se sabe muy bien a qué atenerse. Sin ser propiamente un cuento de hadas (del que no respetaría ninguno de los códigos o moralejas, salvo la de "los transgénicos son malos", pero viniendo de un transgresor como Almodóvar, eso se quedaría un poco fuera de lugar), sin ser lo suficientemente fábula (o demasiado sabia, lo que también sería una paradoja), sin ser en absoluto un thriller psicológico (porque entonces sería completamente ridículo), la película lucha por encontrar su lugar. En cualquier caso, yo no encontré ninguno. Para aferrarse de algún modo a esta acumulación de acontecimientos increíbles, hay que ser capaz de no apegarse a los detalles. Una historia puede girar en torno a un punto extraordinario. Dos y ya te estás acercando a un abismo artístico que sólo puede salvar un gran talento de dirección o algún otro festín visual. Aquí, los acontecimientos "increíbles" se cuentan de 12 en 12. Esta película es una adaptación de la novela de Thierry Jonquet, Tarántula, se respeta la trama original y, por tanto, es fiel al desastre narrativo que acabo de describir y, vuelvo a lo que he descrito más arriba: el libro necesitará algunas cualidades secundarias bastante buenas para compensarlo. Tanto Antonio Banderas como Elena Anaya que son dos grandísimos actores, consiguen hacer creíbles ciertas escenas, o al menos dar cuerpo a la historia. Una atmósfera bastante interesante. Parece estar lejos de la del libro de Jonquet, pero no es menos singular y aporta también aquí, en cuanto a la actuación, un poco de cuerpo al conjunto. Parece que tengo que aceptar el hecho de que siempre estaré lejos del universo almodovariano.

Pedro Almodovar intentando emular a Hitchcock pero pasado por su filtro de personajes histriónicos y más raros que un perro verde. ¿Qué podía salir mal? Y que conste que no soy detractor del manchego, pero prefiero más sus películas más personales que estos intentos de ¿homenajear? estilos ajenos. Confome más avanza la trama, más fuera de ella me siento y más malas me parecen algunas de las decisiones narrativas tomadas. Está bien rodada, dirigida y hasta interpretada, pero solo con eso no se sostiene. Tiene demasiadas referencias e influencias y le falta un toque más propio y personal.

No me parece una buena película para representar al cine de Almodovar. Mejor Todo sobre mi madre o Mujeres al borde de un ataque de nervios.