Críticas de La naranja mecánica

La Naranja Mecánica, Confieso Que Nunca La Había Visto Hasta Ahora, Y Debo Confesar Que Es Bastante Adelantada A Su Época (1971), Aunque Eso Vale En Sí Por Toda La Historia, Más Aún Por El Principio De Ella.

Escenas Que Incluso Hoy Podrían Levantar Ampollas, Así Que No Puedo Ni Imaginarme En Su Momento.

Interesante El Desarrollo De La Historia, Y Su Parte Final, Un Final Que Sigue Siendo Muy Muy Actual, Más Aún En Esta Época De Las Redes Sociales.

Por Cierto Me Encanta La Ambientación Inicial De La Peli, Esos, Pisos Y Casas Tan Modernos, Firmaría Ahora Mismo Por Vivir En Un Piso Así Ja Ja Ja...

La obra maestra de la carrera cinematográfica de Stanley Kubrick, una película de culto se vea por donde se vea. Es una película que nos muestra el lado más sádico que pueden mostrar los movimientos contraculturales, presentándonos las fechorías de estos "drugos", que disfrutan de la ultraviolencia, que visten unos estrafalarios disfraces, hablan en una jerga propia (el nadsat) y respetan un orden jerárquico en la que la fidelidad y la animosidad se dan la mano.

La película ya podría triunfar mostrándonos el día a día de estos singulares hooligans, pues sus acciones, aunque sórdidas y morbosas, nos mantienen alerta y totalmente atentos. Sin duda, un acierto la elección de Malcolm McDowell como protagonista, pues su mirada de auténtico psicópata logra transmitir al mismo tiempo tensión y atracción con cada primer plano. Sin embargo, la película va más allá al plantearnos lo que ocurre cuando se trata de reinsertar a uno de estos infames individuos en la sociedad. La terapia de choque a la que es sometido el "pobre" Alex nos muestra, por una parte el nivel de ensañamiento y sadismo del que también pueden hacer gala las fuerzas del orden, y por otro como la única forma de hacer cambiar a estas personas es infringiendo el mismo dolor que ellos infringieron hasta conseguir "romperlos".

El resultado es un Alex manso, desecho, que ya no disfruta de la violencia y que trata de recuperar su espacio en un mundo que, por su pasado y actitud, ahora le da la espalda. Vemos como esta reinserción es imposible, vemos como el remedio es incluso peor que la enfermedad, y vemos las consecuencias de someter la voluntad de la mente humana hasta sus últimas consecuencias. La cinta cierra con una de las escenas más apoteósicas de la historia cinematográfica: postrado en una cama de hospital por un intento de suicidio, Alex fantasea con una escena de sexo frenético, aplaudido por una multitud enfervorecida mientras suena de fondo a Novena sinfonía de Beethoven y su voz en off sentencia «Sin lugar a dudas, me había curado» .

Tal vez fue por la edad que tenía cuando la vi, tal vez por la polémica que la acompañaba, tal vez porque me la habían contado entera, pero esta película me resultó impactante, sin saber decir si por bueno o por malo. La utilización de la violencia de forma grotesca y la provocación constante impactaron en la sociedad que no estaba preparada en ese momento para una utilización tan diáfana de esa imágenes.
Sin embargo, cuando la virtud de algo está en llegar rebasar un límite, una vez superado éste, son muchos los que entran por la espita abierta para llegar más allá, seguramente con menos riesgo y con menos intención. pero cuando se vuelve la vista atrás, nos damos cuenta de que el límite alcanzado por el precursor quedó muy atrás apenas unos años después. (por ejemplo Funny Games, siendo explicitamente menos violenta, no le anda a la zaga en violencia emocional)
Eso, unido a una estética futurista que ha quedado indudablemente obsoleta, hizo que cuando recuperé el film años después de haberla visto por primera vez, no quedaba nada en el que me pudiera acercar a las impresiones que me provocó en su primer visionado.
Por ello, creo que es una película difícil de apreciar vista hoy, sobre todo para un espectador ocasional, donde es muy difícil apartar la hojarasca para volver a enfrentar su mensaje, ese sí vigente y polémico, tanto o más que en su estreno.

Hola hola mis drugos amigos.
Agárrense bien y abróchense los cinturones que vienen curvas.
Película controvertida, y muy polémica. La misma experiencia pasó su autor, Anthony Burgess, ni público ni critica la entendió, solo vio la ultra violencia expuesta.
Una fábula social, una distopia futurista extraída de una experiencia traumática de su mujer. Una crítica a la sociedad de aquella época, que demuestra que el individuo no importa, y que la redención tiene un precio muy caro e inútil.
Y aquí llega el genio de Kubrick y adapta casi a la perfección la obra de Burguess. Pero adapta la edición americana. En la que no aparecía el último capítulo. El 21, donde remata la faena. Kubrick sabía que si lo incluía, no se la distribuirán.
Pero vamos con el amigo Alex (Malcolm McDowell) en el papel de su vida.
Siempre me he quejado que Kubrick tenía muy mal ojo para escoger actores. Pero aquí, no solo acierta, sino que aumenta el poder hipnótico de su cine y crea a uno de los malos más emblemáticos.
Particularmente creo que es la mejor interpretación que he visto jamás.
Un frenesí de violencia y desenfreno, con moraleja muy contaminada, como la vida misma.
Todos tenemos un lado oscuro y aquí lo lleva al máximo exponencial, y cuando hay que pagar un precio por el desfase, se inventan una redención, que lo único que propone es más violencia.
Y la suma es,,,, pues a mirar la peli, y estrujarse la quijotera.

Creo que es la película perfecta para que te la pongan en clase de ética o filosofía. Así la conocí yo.
Me marcó bastante verla y a pesar de que hace ya bastantes años que la vi, la sigo recordando. Le puse un 10 en su día y lo seguiría manteniendo.

Te hace cuestionar entre lo que creemos que es el bien y lo que es el mal. Como leí por ahí es una película muy cargada de moral y ética, y no podrías estar más de acuerdo en esto.

La recomiendo para los que aún no la hayan visto.

Totalmente de acuerdo con la crítica de @Mi94. Yo conocí la película también en una clase en el instituto, nos la pusieron para hablar sobre la ética y la moralidad.
La Naranja Mecánica es una película dura, nada fácil para muchas personas pero que si visualiza en un buen contexto puede dar pie a una buena discusión sobre la sociedad y la ética.
Personalmente no la disfruté en su momento, no soy muy fan de las películas de violencia, pero no la recuerdo como un drama. Cierto que no la volvería a ver, pero sí que es una película que recomendaría ver a quienes les gusten las películas para reflexionar y distópicas.

Adaptación de la novela homónima de Anthony Burgess de la mano de Stanley Kubrick, que firmó la que posiblemente sea la película más controvertida de su carrera. De hecho, estuvo prohibida durante casi 30 años en Reino Unido, lo cual resulta irónico para una película que nos presenta una sociedad distópica marcada por el autoritarismo. La sucesión de imágenes perturbadoras y repletas de violencia sin filtro causó un gran revuelo en su momento y todavía a día de hoy sigue siendo una película cuyo visionado resulta desagradable para muchos.

Pero hablamos de Kubrick, y es evidente que tras esa fachada de ultraviolencia gráfica se escondían numerosas lecturas que siguen dando para análisis 50 años después. 'A clockwork orange' explora cuestiones sociales y políticas atemporales, utilizando como herramienta el método ficticio Ludovico como representación de un poder ajeno al individuo que tiene la capacidad para transformarlo en una marioneta (un ser mecanizado por dentro en contra de su propia naturaleza, una naranja mecánica). Se abordan temas como la legitimidad de la violencia (el Estado y las autoridades pueden emplear la fuerza porque tienen legitimidad para hacerlo, pero el individuo no), la opresión social, el sexo como instinto que prevalece en una sociedad donde las relaciones humanas se han debilitado o los límites éticos de suprimir la voluntad y el libre albedrío en favor de conseguir un bien mayor.

Tomando la película como mero entretenimiento, pues eso ya por gustos, hay quienes la aborrecen y no pueden soportarla y quienes la aman. A mí me dejó pegado a la pantalla de principio a fin la primera vez que la vi (y sin necesidad de que me sujetasen los párpados con ganchos) y lo sigue haciendo a día de hoy. Es cierto que es cruel y retorcida, pero también lo es la vida y solo por todo el jugo que se le puede sacar a esta naranja creo que es una película que cualquier aficionado al cine debería ver sí o sí.

PD: Perdonadme la parrafada, mis drugos. Luego nos piteamos unos fuegodoros, yo invito.

Poco más se puede decir de esta pelicula, hay que verla al menos una vez en la vida

Stanley Kubrick adapta la novela de Anthony Burgess 'A Clockwork Orange', consiguiendo una de las películas más perturbadoras.

Kubrick nos presenta un thriller protagonizado y presentado por un inquietante protagonista adolescente Alex, que nos explica su historia en dos actos. Primero Alex nos presenta a su banda, los drugos, y vemos su entorno, su forma de relacionarse con otros adolescentes, con su família, y su violenta y explícita forma de divertirse. En el segundo acto, Alex nos explica cómo acaba siendo él la víctima de las torturas y de la violencia, por parte del Estado, de sus victimas, e incluso sus amigos. Kubick acaba así la historia de Alex con una estructura circular.

'A Clockwork Orange' es una película que me costó tiempo animarme a ver, porque aún siendo de Kubrick, sabía que su temática no me atraía. Efectivamente, aun valorando la cinematografía, los simbolismos, y la originalidad con la que Kubrick narra la historia de Alex, no es una historia que vaya conmigo, ni me ha interesado la crítica subyacente a la sociedad, ni el estilo de presentar la violencia, ni la historia de Alex.

Malcolm McDowell hace una escalofriante actuación, tan perfecta que no sabes si estás viendo a un actor o un verdadero psico.

Kubrick tiene varias obras maestras en su carrera, todas con su sello personal y a la vez totalmente diferentes. 'A Clockwork Orange' es la mejor valorada, pero en mi lista está en las últimas.

Hay que verla si te gusta todo de Kubrick, o si te apetece ver una película polémica por ser bizarra y violenta, o para criticar con conocimiento de causa. En cambio, si tienes los mismo gustos que yo, igual te arrepientes de verla.

Una de las películas más icónicas de Stanley Kubrick, con una iconografía y un lenguaje propios que se identifican al momento.

Yo la vi en el instituto porque nos la pusieron para 'videar' en clase, y algunas escenas me dejaron un poco traumatizada porque no las he olvidado. Con verla una vez fue suficiente.

Como anécdota, el libro incluía un epílogo que el editor se ventiló como si nada y en la película tampoco se incluyó.

Café para muy cafeteros. Es difícil evaluarla, pues si hay algo evidente es que no es una película que deje indiferente a nadie, se trata de un concepto arriesgado que puede no entrar bien a mucha gente, e incluso a una misma persona puede entrarle de forma distinta según las épocas de su vida.

Por ejemplo, recuerdo que al verla de adolescente me impactó de forma positiva, porque la tomé desde el punto de vista de que se trataba de algo transgresor y estimulante. Sin embargo una vez me convertí en adulto, empecé a verla más como un quiero y no puedo, como un cúmulo de provocaciones, cuyo fondo, si bien puede tener alguna profundidad en la filosofía de la ultraviolencia y el seguimiento de los impulsos por encima de todo, realmente sospecho que no hay una segunda lectura.

Dicho ésto, la película cuenta con mucho simbolismo y una personalidad que hace que no puedas olvidarla a grandes rasgos, y ésto es algo que yo valoro bastante en una película. Recomiendo verla, pero a sabiendas de que puede no gustar, y yendo preparado mentalmente para ver algo que puede resultar desagradable si no se entra en sintonía.