Crítica de Terrifier 2 por Obscuritas
Redactada: 2025-11-01
Virgen santa...
Vi la primera después de que me insistieran bastante y ya por curiosidad y no sólo no me apasionó, sino que casi me duermo viéndola, y esta segunda parte me la habían vendido como mucho más espectacular, o por lo menos mucho más violenta, y el caso es que me ha pasado casi lo mismo. Lo que sí es es más larga, nada menos que una hora más larga, llegando casi a las dos horas y veinte. ¿Necesarias? Bueno, cuestionable.
Y es que diría un poco de qué va la película, pero no es que tenga mucha trama, a quién vamos a engañar, y por otra parte a quién le importa. Supongo que aquí venimos a ver de qué maneras cada vez más macabras se dedica a asesinar nuestro payaso mudo en blanco y negro favorito. Y tengo que reconocer que tenía chocolate a mano para hacer más llevadera la experiencia y al final he tenido que optar por dejarlo a un lado porque no creía que mi estómago lo fuera a admitir después de ciertas escenas, y mucho menos durante.
Porque eso sí que es innegable, es una explosión de violencia de la manera más retorcida y explícita posible, a veces casi parece que está haciendo manualidades, es impresionante. Volvemos a lo de siempre, el concepto de terror depende de cada uno, yo no siento el menor terror viendo cómo decora con los interiores de alguien, pero sí es bastante desagradable. Pero lo que más me ha parecido es una fumada de proporciones épicas, de verdad que necesito un poco de lo que se fume el director porque mi cara era un poema con cada nueva locura que se le iba ocurriendo, o que se saque de la manga una escena bastante larga al poco de empezar con una cancioncita pegadiza e infernal que es lo que explica que la película sea tan larga pero que no aporta nada.
Lo peor es que no explican nada. Creía que empezaba por el final porque no estaba entendiendo nada, aunque puede ser que no recuerde ya cómo terminó la primera, pero lo que pone en la sinopsis no lo cuentan ni explican por ningún lado, porque de algo muy concreto sí que me acordaba. Supongo que será cosa de esa acompañante tan peculiar, pero me he tenido que enterar por la sinopsis, no porque lo cuente la película. Y el final me parece una flipada, pero tampoco me sorprende porque le pega todo, llega un momento en el que asientes y te dejas llevar.
Así que si te gusta la casquería, o si sólo querías ver con qué podía sorprender Art en esta entrega, es disfrutable, sobre todo si la ves con compañía porque al menos te puedes echar unas risas en algún momento. Pero peca de larga y la trama brilla por su ausencia, aunque el payaso es de lo más simpático y gracioso cuando quiere, te dan ganas de achucharlo. Claro que luego puede que quiera achucharte él y no es buena idea. Nos vemos en la tercera, que Mariah Carey ya ha salido de la cueva.
Vi la primera después de que me insistieran bastante y ya por curiosidad y no sólo no me apasionó, sino que casi me duermo viéndola, y esta segunda parte me la habían vendido como mucho más espectacular, o por lo menos mucho más violenta, y el caso es que me ha pasado casi lo mismo. Lo que sí es es más larga, nada menos que una hora más larga, llegando casi a las dos horas y veinte. ¿Necesarias? Bueno, cuestionable.
Y es que diría un poco de qué va la película, pero no es que tenga mucha trama, a quién vamos a engañar, y por otra parte a quién le importa. Supongo que aquí venimos a ver de qué maneras cada vez más macabras se dedica a asesinar nuestro payaso mudo en blanco y negro favorito. Y tengo que reconocer que tenía chocolate a mano para hacer más llevadera la experiencia y al final he tenido que optar por dejarlo a un lado porque no creía que mi estómago lo fuera a admitir después de ciertas escenas, y mucho menos durante.
Porque eso sí que es innegable, es una explosión de violencia de la manera más retorcida y explícita posible, a veces casi parece que está haciendo manualidades, es impresionante. Volvemos a lo de siempre, el concepto de terror depende de cada uno, yo no siento el menor terror viendo cómo decora con los interiores de alguien, pero sí es bastante desagradable. Pero lo que más me ha parecido es una fumada de proporciones épicas, de verdad que necesito un poco de lo que se fume el director porque mi cara era un poema con cada nueva locura que se le iba ocurriendo, o que se saque de la manga una escena bastante larga al poco de empezar con una cancioncita pegadiza e infernal que es lo que explica que la película sea tan larga pero que no aporta nada.
Lo peor es que no explican nada. Creía que empezaba por el final porque no estaba entendiendo nada, aunque puede ser que no recuerde ya cómo terminó la primera, pero lo que pone en la sinopsis no lo cuentan ni explican por ningún lado, porque de algo muy concreto sí que me acordaba. Supongo que será cosa de esa acompañante tan peculiar, pero me he tenido que enterar por la sinopsis, no porque lo cuente la película. Y el final me parece una flipada, pero tampoco me sorprende porque le pega todo, llega un momento en el que asientes y te dejas llevar.
Así que si te gusta la casquería, o si sólo querías ver con qué podía sorprender Art en esta entrega, es disfrutable, sobre todo si la ves con compañía porque al menos te puedes echar unas risas en algún momento. Pero peca de larga y la trama brilla por su ausencia, aunque el payaso es de lo más simpático y gracioso cuando quiere, te dan ganas de achucharlo. Claro que luego puede que quiera achucharte él y no es buena idea. Nos vemos en la tercera, que Mariah Carey ya ha salido de la cueva.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Dirección
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