Crítica de Terrifier 2 por MrPenguin

Los amantes del gore, los payasos diabólicos y el slasher más extremo están de enhorabuena, porque Art the Clown ha regresado justo a tiempo para Halloween y lo ha hecho con 'Terrifier 2', un salvaje festival de sangre, muerte y destrucción que ha logrado superar a su predecesora en todos los aspectos: mayor duración, mejores interpretaciones, más brutalidad y un guion mucho más trabajado. Esto último no evita que la historia siga resultando extremadamente sencilla —e incluso absurda en ciertos momentos—, pero le añade un punto extra de interés a una película que, en cualquier caso, solo utiliza el argumento como un vehículo para que su perturbado protagonista pueda sacar a relucir toda su ira asesina. Mientras otras producciones similares se diluyen en retorcidas tramas que intentan crear una trama coherente, 'Terrifier 2' asume su propia locura, abraza los excesos de su desconcertante propuesta y nos sumerge en una macabra sucesión de escenas llenas de humor negro, mal gusto e imágenes grotescas.

Cabe destacar también la sustancial mejora a nivel visual que esta secuela supone con respecto a la primera parte, no solo en cuanto a fotografía y a diseño de producción, sino también en todo lo referente a unos convincentes efectos artesanales que permiten dar lugar a algunas de las muertes más bestias que un servidor haya podido presenciar nunca dentro del cine splatter. También es cierto que el hecho de apostarlo todo al factor gore, sumado a cierto componente sobrenatural, puede provocar que la película desvaríe un poco en su tramo final, pero, a fin de cuentas, 'Terrifier 2' consigue su propósito de llevar el género hasta nuevos límites y se sitúa como una opción perfecta para todos aquellos que quieran pasar dos horas y cuarto de puro delirio enfermizo (o para los que quieran verla en compañía de sus amigos coulrofóbicos para hacerles pasar la peor noche cinéfila de sus vidas).