Crítica de Onward por AdrianStark

Una interesante película traída de la mano de Disney-Pixar que logra plasmar este renovado interés de Hollywood por su pasado ochentero en clave de animación. Si desde Stranger Things asistimos a un renacimiento de la cultura y la estética geek, esta película sabe convertirlo en su propio trasfondo y presentarnos un mundo cargado de magia a lo Dungeons and Dragons que siguiendo su propia evolución a desembocado en un reflejo de la sociedad americana de la década de los 80, donde todo vestigio de espada y hechicería es considerado Historia antigua. Desde luego es una excusa fantástica para tirar de clichés e incluir las abundantes referencias a la cultura pop que como digo han proliferado en las últimas películas norteamericanas; aquí tienen más sentido que nunca porque forman parte de su propia memoria histórica, la cual se va haciendo más viva a medida que nos adentramos en la trama y las viejas leyendas resultan tener aun mucho poder (básicamente es una carta de amor al mundo geek y un reconocimiento a su renacer).

La historia no se aleja mucho de los cauces ya tratados por la tradición Disney-Pixar, pero me gusta ver como cada vez la animación se está alejando de tramas derivadas de la llamada a la aventura o el cumplimiento del destino para centrarse en asuntos mas personales y reflexivos, como pueda ser las relaciones familiares. Creo que es uno de los grandes alicientes que ofrece la perspectiva de esta cinta, los personajes se ven inmersos en toda una odisea de fantasía y magia para pasar más tiempo con su padre. Fuera quedan las pedorras subtramas románticas, los grandes planes malvados y los giros de guion inesperados, tan solo un drama familiar y un mensaje esperanzador y sentimental. No deja de estar plagada de convencionalismos y conveniencias de guion, temas clichés y bastante previsibilidad, pero también tiene bastante personalidad, un atractivo colorido y un importante mensaje.