Crítica de Lionheart, el luchador por JPQP

Es una película de Van Damme, debes verla sabiendo lo que te espera. Aun así, es una obra que decepciona.

No espero mucho de una obra de artes marciales en cuanto a la historia, incluso tampoco en cuanto a personajes, pero la parte marcial es esencial. Leon, es un personaje que durante la primera mitad del film gana las peleas sin problema alguno e incluso la mayoría de veces lo hace sin recibir ningún golpe; lo normal en estas películas es que el protagonista empiece como alguien sin mucha habilidad en la lucha que va mejorando a lo largo del film o, en caso de ser bueno como aquí, que tenga rivales a la altura y buenas coreografías.

Esto último no ocurre ni siquiera en las peleas en las que empieza a recibir golpes que, aunque más entretenidas de ver, son simples trámites para llegar al combate final que, después de todo lo que hemos visto y por mucho que presente dificultades como una mole que destroza a sus oponentes o una costilla rota del protagonista , no parece algo tenso de verdad.

La historia es rara porque con la sinopsis y el comienzo, parece que va a tratarse de una venganza, para que luego nos añadan lo de la peleas callejeras que parece que será la excusa para ir viendo luchas a lo largo del film, y añadiendo un par de personajes que deben llevar de vuelta a Leon a la legión, que parece que serán los villanos finales, siendo más un par de antagonistas que sin llegar a ser cómicos, sí dan cierto toque humorístico con su torpeza y manera de ser (demostrando también un gran corazón), y siendo la villana principal Cynthia como una rica manipuladora y Attila como el gran enemigo a batir al final .

El comienzo de la historia también es frenado artificialmente para alargar la trama, haciendo que el único elemento importante añadido ahí (las peleas callejeras) se podría haber añadido perfectamente sin todo ese rollo de que quiera ir a Los Angeles pero llegue a New York en su lugar .

El final, además de lo ya dicho de la poca tensión que hay por un protagonista prácticamente invencible, intenta jugar con ciertos momentos (como Joshua apostando en contra de Leon ) que además de ser evidentes, tampoco tienen una resolución satisfactoria.

Al menos la música consigue dar cierta epicidad a algunos momentos (en especial la última pelea) y también tenemos algo del clásico homoerotismo de Van Damme.

En definitiva, ni de lejos la mejor cinta del actor, y por supuesto nada destacable dentro de las artes marciales, pero es entretenida de ver y los personajes están hechos de forma que les puedes coger cariño.

Si eres fan de Van Damme y ya has visto sus mejores obras deberías echar un vistazo a esta, pero si te quedan piezas de su filmografía por ver, es mejor que te pongas con alguna de esas que te lo vas a pasar mejor que con Lionheart.