Redactada: 2018-12-24
Sir Rowan Atkinson es el primero que es consciente de que su cenit se alcanzó hace ya años y que solo le queda caída y nostalgia de sus fans. Tal vez por eso, se marca un argumento en el que, recuperando al viejo Johnny English (la segunda de la saga era para no retomarlo) plantea su argumento como la lucha entre lo nuevo y lo antiguo, donde, obviamente, él encarna a lo antigo que, por el bien de las moralejas, debe salir victorioso. En esta simplona analogia, Atkinson recupera todos sus tics, los gags que lo encumbraron con el único fin de volver a conseguir la sonrisa de un público que ha cambiado y que, probablemente, ya se ría de otras cosaas. Por momentos, su afán por hacernos reír resulta enternecedor, pero también algo patético (la escena de la solo puede entenderse como un homenaje a los viejos clowns, porque de otra forma sería infumable).
En este caos, sin embargo, poco a poco se va produciendo el milagro y el viejo clown nos va acercando a su comicidad, nos va recuperando como público y acaba por provocar sonrisas, simpatía y hasta alguna risa a base de "picar piedra".
Los incondicionales, aquellos que se tronchaban con Mr. Bean, asistirán encantados a su catálogo de bromas, el nuevo público, el más infantil, es posible que se apunte al viejo payaso, el resto... puede quedarse con la nostalgia de tiempos mejores.
Guion
1 ✮
Banda sonora
0 ✮
Interpretación
3 ✮
Efectos
0 ✮
Ritmo
2 ✮
Entretenimiento
3 ✮
Complejidad
2 ✮
Sentimiento
0 ✮
Duracion
0 ✮
Credibilidad
1 ✮
Fotografía
0 ✮
Dirección
0 ✮

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