Redactada: 2017-05-06
Posiblemente sea la crisis financiera (recordáis eso de "no es una crisis, es una estafa") la que ha puesto el foco en ciertos niveles de la sociedad que antes pasaban más desapercibidos. En los últimos años unas cuantas películas nos han mostrado esas entrañas que se fueron ramificando y pudriendo dentro de las sociedades más florecientes; las primeras películas intentaban explicar desde la sorpresa (por ejemplo Margin Call), pero con el tiempo hemos asumido que nos engañaron, que se rieron de nosotros y han aparecido películas que así lo muestran y aprovechan ese tono socarrón (vease El lobo de Wall Street o la reciente War Dogs). Gold está más cerca de éstas últimas pero parece dar un paso más allá, aunque no tanto como para buscar la redención de los causantes. De inicio, el aspecto un poco "a lo Torrente" de McConaughey (ya no hace falta reseñarlo como el gran actor que es) marca una distancia con todos esos personajes de traje y corbata, pero también el modo en el que nos cuentan su historia, sus sueños, su fe deja claro que hay una honestidad en el personaje que no aparecía en los anteriores ejemplos. Sin embargo, no es una película para divertirse una vez abandonado el tono de comedia al que antes me refería, no resulta fácil empatizar con los personajes, ni emocionarse con sus altos y bajos, al fin y al cabo es un mundo que la mayoría no conocemos y con el que difícilmente nos podemos identificar. Así pues, es una buena película, resuelta con buena nota, pero el espectador debe tener claro qué va a ver, para no llamarse a engaños.
Guion
Banda sonora
Interpretación
Efectos
Ritmo
Entretenimiento
Complejidad
Sentimiento
Duracion
Credibilidad
Fotografía
Dirección

Valoraciones en tu crítica:

Comentarios

Todavía no hay comentarios

Otras críticas de Gold, la gran estafa