Crítica de Estoy pensando en dejarlo por Kulu

Pienso el el final, el titulo objetivo de esta obra a pesar de ser un traducción errónea del mismo, es, sin duda, el que mejor define a la obra, tanto en el contexto de la trama como el final que expone; sumado a que uno reflexiona sobre su propio destino y el fin del mismo.

Kaufman nos proyecta una pesadilla, una larga, extensa, cansada, un REM que, cuan Genio Maligno, nos genera una falsa sensación de control. Un limbo entre el sueño y la realidad, deseando saber hasta donde nos llevara.
Las similitudes con la maravilla de Mother! son claras, pero aquí el caos nunca termina de cuajar, son cárceles radicalmente diferentes. Un miedo sincero que es necesario abrazar tarde o temprano en la vida.

Jessie Buckley hace de Lucy, nuestra protagonista, que se traga todas las escenas sin masticar, desbordando carisma y un talento biológico para enamorar. En lo personal a sido una revelación maravillosa y deseo que siga entregándonos su don en muchas otras películas de esa calidad.
A pesar de las flores, y a pesar de ser una película casi perfecta, los últimos 10 minutos parecen ser cedidos a David Lynch para cerrar con la película. Estoy convencido de que otras personas también van a llegar a esta conclusión, y si salieran a confirmarlo lo creería, pues ya me lo planteo realmente. Lamentablemente no es un alago ya que rompe de forma muy violenta con todo el estilo narrativo, con la forma de presentar todo. Lo puedo comprender, lo puedo llegar a aceptar, y le puedo encontrar sentido objetivo, pero no terminan de gustarme las maneras, generan ciertas supuestas respuestas que al mismo tiempo desembocan en otras tantas dudas. Todo lo anterior a esos últimos 10 minutos son una obra maestra, perfectos, y agredir todo eso de la manera en la que lo hace repercute bastante, genera rechazo, decepcionando.