Crítica de El menú por JPQP

Redactada: 2023-04-05
La gastronomía es algo que me apasiona. El como la alimentación se relaciona con la antropología y la historia (entre otras), dando lugar a recetas que evolucionan a lo largo del tiempo, o productos originales de una parte del mundo siendo ingredientes principales en recetas de otro lado del planeta, son cosas que me parecen fantásticas. Por ello me gusta cocinar y poder dar lugar a uno de esos tantos platos que han ido evolucionando a lo largo del tiempo, incluyendo en ellos mi toque personal.

La alta cocina (incluyendo cosas como la cocina molecular) por su parte, aunque me gusta como algo para admirar tanto desde el punto de vista del que cocina como del que consume, creo que se basa más en vender una experiencia, cobrando mucho más caro que los costes. Principalmente teniendo en cuenta el cómo se explota a tantos trabajadores en restauración.

Entrando en lo que es la ficción, la mejor obra que he consumido sobre el tema de la alta cocina (o la gastronomía en general) es El club de los gourmets de Tanizaki, donde el autor nos presenta un grupo de personajes hedonistas que adoran la comida. Aunque entra dentro de lo que es el eroguro, no acaba cayendo en un concepto simplón de que la comida que toman los gourmets resulte en un acto de canibalismo...

Esto lo digo porque con la sinopsis de The Menu, tenía la impresión antes de ponerme la cinta de que se reduciría a eso: el ingrediente secreto son seres humanos y, probablemente, los protagonistas iban a ser dicho ingrediente; mezclando el tema culinario con el clásico género de cacería humana.

Y me equivocaba, porque es cierto que no han ido a una idea tan básica; pero no por ello han aprovechado su concepto. La mayor parte del film, por como se presentaba todo el asunto, parecía que el terror sería mucho más sutil y del tipo psicológico, siendo incluso un film comparable a la obra de Tanizaki, sin embargo, al final, aunque no usan el canibalismo, acaban cayendo en recursos típicos y tópicos del horror.

He de decir que una obra que me hace ponerme de parte de los clientes millonarios, está haciendo algo extremadamente mal... El principal problema que tiene en este aspecto es el como el chef pretende venderse como parte de los trabajadores, cuando evidentemente está más cerca de esa clientela que desprecia que de sus empleados.

Los empleados por su parte tienen un fanatismo ridículo. Que podría entender como parte del humor negro y la sátira de lo duro que es el mundo de la restauración pero que, como alguien que ha trabajado en dicho mundillo, simplemente me parece absurdo e incluso algo ofensivo, convirtiendo a los trabajadores en simples herramientas de un tipo que, como dije, se considera parte de ese mismo grupo.

Realmente, todo esto lo podría pasar por alto porque no es la peor sátira que he visto. El humor, aunque no me ha hecho gracia la mayor parte del tiempo por lo irreal que parecía, sí me hecho reír de verdad en algunas escenas, y en las que no reído, llego a apreciar el intento; por lo tanto el problema no era en sí la idea presentada, sino su desarrollo.

Pero antes de pasar a este, diré las partes que sí funcionan y que de no haber sido por un guion absurdo y sobre todo un final completamente conveniente, me hubieran hecho dar una nota muchísimo mejor: por un lado las actuaciones, que en general, aunque la mayoría no acabe de brillar, funcionan para lo que se nos está presentando, y resultan creíbles; la excepción es Nicholas Hoult, cuyo personaje es una parodia de un ser humano y que en ese aspecto llega a dar el pego, pero habiéndole visto actuar en Skins y sabiendo cual es su verdadero nivel actoral, se queda muy corto incluso para una caricatura de persona. El otro elemento que funciona es la fotografía, en especial de las presentaciones de los platos, que pasa esa sensación de ambiente exclusivo que debe pasar una obra así y, a la vez, mientras se va construyendo la trama y no sabes muy bien por dónde van a ir los tiros, son planos de platos y personajes que ayudan a construir la tensión.

Ahora bien, la trama no se aguanta, y no hay por donde cogerla. El planteamiento de que el chef quiere hacer una última cena en la que mata tanto a sus clientes, como a sus empleados, como a su jefe, como a él mismo, destruyendo de paso su restaurante , es absurdo porque no hay una motivación para decidir hacerlo ahora y no antes; además se deja caer un cierto cliché de todos son culpables de algo para estar esa noche ahí, pero llegando a al típico personaje de «yo es que pasaba por ahí», cuya culpabilidad en comparación con el resto es nula .

Aunque sin lugar a dudas lo peor es el final. Una vez sabemos bien de qué va la cosa, empiezan a tener lugar situaciones absurdas que no llevan a nada: la cacería de los varones , no aporta nada absolutamente nada además de añadir precisamente una escena de cacería humana ; el que la protagonista sea escogida para ir a por el barril, lo que la permite hacer la llamada por radio , es otra escena que no aporta nada excepto tener una escena de pelea contra uno de los villanos ; que además las interacciones entre el chef y la protagonista no tienen el menor sentido en general, él le plantea la cuestión de si ella es parte de los suyos o forma parte del grupo de los clientes ricachones (absurdo porque como dije, el chef es parte de los ricachones), lo que explica que la escoja para buscar el barril, aunque además de no llevar a nada como dije, como ella bien apunta, no hay diferencia entre ningún grupo si todos van a morir ; luego está el paripé del guardacostas que en realidad es otro de los cocineros , que no tiene sentido por varios motivos: si tenía que morir también, ¿qué hubiera pasado si nadie hubiera llamado a la radio? (cosa normal porque no estaba planeado); ¿si ha dejado un bote es que realmente venía del continente? ¿Y para qué dejar una lancha que se podría usar para escapar?...

Aunque, sin lugar a dudas, la situación más absurda de todas es el plan de la protagonista. De primeras, que pueda llevar a cabo el plan es por la casualidad de haber tenido la oportunidad de entrar a la casa del chef e ir a la habitación secreta, como para saber que el chef trabajó en una hamburguesería; aunque la manera en que este decide responder ante la protagonista hablando mal de su comida tiene sentido por cómo se ha planteado todo, no tiene ninguna lógica que simplemente la deje escapar porque decide no acabarse su hamburguesa, porque precisamente la escena anterior es este diciéndole que se ha dado cuenta de que ella forma parte del grupo de la clientela, así que el que ella sea un cliente desagradable no debería hacerle creer lo contrario; luego se junta con lo anteriormente mencionado de que pueda acceder a una lancha para escapar de la isla, y por si fuera poco, todos los demás mueren en la ridícula escena en la que los clientes, por algún absurdo motivo ahora están fascinados con el chef al que hasta diez segundos antes estaban temiendo .

Luego también hay un montón de elementos de los diferentes personajes que se plantean y no tienen resolución alguna porque solo sirven para dar una mínima profundidad a los mismos y para funcionar como parte del terror inicial haciendo que el chef sepa cosas de estos que no debería saber nadie.

En definitiva, es una concepto interesante pero completamente mal llevado; grandes actores dando lugar a actuaciones mediocres; un uso de la cinematografía que sin ser algo brillante hacía de esta una película merecedora de más nota, pero con un guion que hace aguas por todas partes.

Si eres un apasionado de la gastronomía es una obra interesante para ver, pero sabiendo que no es una buena obra. Es mucho mejor que si quieres una buena obra leas la novela corta de Tanizaki.
Guion
2 ✮
Banda sonora
3 ✮
Interpretación
4 ✮
Efectos
3 ✮
Ritmo
4 ✮
Entretenimiento
4 ✮
Complejidad
3 ✮
Sentimiento
3 ✮
Duracion
4 ✮
Credibilidad
3 ✮
Fotografía
4 ✮
Dirección
3 ✮

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