Redactada: 2020-11-26
La obra cumbre de John Waters solo podía rodarse en el mítico año 1974. El mismo año en que se reciclaron géneros como el erótico con "Emmanuelle" o el de terror con "La matanza de Texas", Waters realizó su obra más ambiciosa y más original.

Tras el relativo éxito de la memorable "Pink Flamingos", Waters cuenta con dos años después con casi el mismo equipo técnico y la anuncia casi como una continuación para mantener la expectación del que gustaba la primera parte de esta trilogía trash, una de las películas de culto más reconocidas de todos los tiempos que cuenta tanto con admiradores como detractores por todo el mundo.

En "Female trouble" todo se encuentra en un estado de gracia sorprendente atemporal, que toma como referencia la estética del todo de cine de culto que le gusta a su autor, imponiendo su estilo, su originalidad y ese sentido del humor tan negro y tan sucio, tan absurdo y tan divertido a la vez.

Dawn Davenport (Divine) es una mujer que escapa de casa de sus conservadores padres y queda embarazada. Dawn se autodefine como ladrona y granjera y comete actos delictivos con sus amigas del instituto.

El núcleo argumental surge cuando visita el salón de belleza "Barra de labios", donde conoce a su marido y a sus dos asquerosos fetichistas dueños que se aprovecharán de las ansías de fama y felicidad de la sufrida protagonista para llevar a cabo sus más perturbadas fantasías sexuales.


Un bombón envenenado, un cuento en el que se siente cariño por los personajes y en los que la comprensión del espectador cae en un huracán de contradicciones por sus acciones, y sobre todo por sus diálogos, tan impactantes a día de hoy como en su época, que no dejan de sorprender y revelar el verdadero genio que es John Waters.

Mítica la actuación de Mink Stole en el papel de la hija Taffy y el descubrimiento de sus padres en pleno acto sexual: la conversación entre ellos tan agresiva es de las mejores escenas que he visto en mi vida. Creo que ese personaje es clave en la película además de ser un secundario más que importante. Tanto el descubrimiento de su padre y su posterior conversión al Hare Krisna y su trágico final son una crítica a lo podrida que está la sociedad actual, tan conservadora y bienhechora en la superficie.

Porque de eso va esta película, de lo podrido bajo la máscara de la moralidad, de la gente que se aprovecha de la ignorancia de los demás y que termina con el final del espectáculo que es la vida de la protagonista, discuro de agradecimiento final incluido.

Es cuando se cierra el telón y la sociedad del bien estar es totalmente puesta en duda.
Guion
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Interpretación
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