Crítica de Conan, el bárbaro por MartaPD

Adaptación a la gran pantalla del personaje clásico de la fantasía pulp, Conan el Bárbaro. La elección de Schwarzenegger como protagonista, en uno de los papeles que le dio su fama, es más que adecuada ya que es un personaje más bien unidimensional que no exige mucho interpretativamente y cuyo físico de dimensiones malsanas y artificiales encaja al 100% con los músculos llenos de anabolizantes de nuestro Arnold. Estamos ante ese tipo de fanasía heroica arcaica, de guerreros sangrientos y grandes hazañas, con una pompa rayana en el péplum que a veces cuesta tomarse en serio: su brutalidad hiperbólica, su busca constante de la épica, su intento de erotismo casi chabacano...

Sea como sea es un clasicazo, todo fantasía ochentera con sus pros y sus contras. Las actuaciones flojitas y las peleas un tanto lamentables, se ve todo el rato cómo le dan al aire con la espada y con los puños. Schwarzenegger para las poses muy bien, al fin y al cabo eso es lo que sabía hacer por su carrera en el culturismo, pero sus movimientos son toscos y cuando lucha es imposible creerse que sea un héroe de acción por mucho músculo que tenga. Podrían haberlo puesto a entrenar con la espada y currarse unas coreografías más chulas, ahí se nota mucho la época y lo mucho que ha mejorado este aspecto con los años y el trabajo de mejores especialistas. Son la gran ambientación y la espectacular banda sonora las que construyen la épica. Sobre todo la banda sonora, qué barbaridad de buena y cómo lo llena todo. Necesario porque Conan es más bien parco en palabras y no creo que diga más de 100 en toda la película.

Es verdad que a mí me gusta una fantasía no tan hipertrofiada y machirula, el tiempo no le hace ningún favor a este tipo de historias porque son sota, caballo y rey. Pero esto es lo que es, no le podemos pedir peras al olmo. Como adaptación es muy solvente, cumplidora y bien hecha. Seguramente sea y vaya a seguir siendo la mejor adaptación que se ha hecho de Conan al cine.