Críticas de Urotsukidôji. La leyenda del señor del mal

Todos sabemos que el mundo del anime es un lugar mágico en el que cualquier cosa, por muy loca o disparatada que sea, tiene cabida. Y claro, los que somos aficionados a la animación japonesa ya hemos visto de todo y es complicado que algo nos sorprenda, o al menos eso pensaba yo hasta que he descubierto 'Urotsukidôji', un clásico de culto que gira en torno a la figura del Chōjin, un ser supremo con un miembro viril descomunal y una libido fuera de control que se reencarnará en un humano para, según la leyenda, unificar las tres dimensiones que componen nuestra realidad: la de los humanos, la de los hombres-bestia y la de los demonios. Para rematar, el Chōjin renacerá en una universidad donde toda la chavalada está con las hormonas por las nubes, dando lugar a una apocalíptica explosión de violencia explícita y sexo desenfrenado.

Como cabría imaginar con ese argumento, la historia y sus personajes son más sencillos que el mecanismo de un ladrillo, y donde 'Urotsukidôji' destaca realmente es en su provocativa propuesta y en la espectacularidad visual de una animación que no se corta un pelo. La combinación de estos elementos nos permite disfrutar con todo lujo de detalles de un festival de casi dos horas de sangre, vísceras, tentáculos fálicos, genitales de todo tipo y épicas peleas cuyo trasfondo parece reducirse al clásico "a ver quién la tiene más grande". Personalmente, creo que a la trama le falta algo de miga y que le sobran algunas fumadas importantes, pero aun con todo no deja de ser un film de culto que hará las delicias de todos aquellos que quieran ver algo rompedor lleno de acción, desnudos y personajes cuyos poderes son la polla (literalmente).