Segundo largometraje como director de William Eubank y segundo fumadón que se ha marcado el amigo. Este hombre no para. Si en su debut cinematográfico, 'Love', Eubank ya fundió los plomos de más de un cerebro con su críptico y ambiguo desarrollo argumental, en 'The Signal' vuelve a hacer lo propio aunque, eso sí, cambiando la temática de la soledad espacial por aspectos algo más cercanos como los de la identidad, la percepción de la realidad o la naturaleza de la propia existencia. Quienes acabarán en medio de semejante berenjenal filosófico serán Nic, Haley y Jonah, tres estudiantes que están siguiendo la pista de un hacker y que, tras haber localizado su supuesto escondite, se ven envueltos en una situación que cambiará totalmente tanto sus vidas como el propio devenir de la película. Una vez pasado ese punto, 'The Signal' se convertirá en un juego mental constante donde la inquietud, la tensión y el miedo irán en aumento al tiempo que los giros de guion mantienen un halo de misterio cada vez más denso y confuso.

Ahora bien, tanto giro también puede acabar lastrando bastante el desarrollo de cualquier película y, de hecho, es algo que en 'The Signal' es especialmente significativo. De road movie pasamos a thriller psicológico, luego a ciencia ficción con toques de terror y finalmente a cine de acción al más puro estilo Michael Bay, con cosas explotando muy fuertemente pero a cámara muy lenta. Este vaivén de géneros no sería tan desconcertante si al menos hubiera cierta coherencia interna entre la presentación y el desenlace, pero en lugar de eso encontramos un puzzle donde el bueno de Eubank nos ha quitado algunas piezas, nos ha metido otras de otros puzzles —se aprecian elementos de 'THX 1138', 'Dark City' o 'Matrix'— y nos ha dejado solos ante el peligro para que lo resolvamos. Y, como dice el prota en cierto momento de la película, "Esto no tiene sentido".

Aun con todo, su cuidada puesta en escena y su buen manejo del suspense hacen que, al menos, sea una experiencia curiosa para todos aquellos fans de la ciencia ficción más fundecerebros. Aunque sea solo para quedarnos mirando las piezas del puzzle durante hora y media.

Al principio es una road movie con tres jóvenes yendo a descubrir a un hacker que les está tocando las narices. Para mí esto ya era interesante y no me habría importado que siguiera por ese camino, pero no, no iba por ahí la cosa, venía algo muy diferente.

La idea es interesante e intrigante, pero se le ve el plumero demasiado pronto. Confieso que no había caído en lo de Damon / Nomad, pero lo demás estaba muy claro. El problema es que aunque es medio curiosilla, hace aguas por todas partes, tiene cosas muy inconsistentes o demasiado convenientes. Es decir, que vaya en silla de ruedas arrastrando una camilla, ya de por sí me resulta bastante difícil de creer, pero que se crucen con dos personas y nadie los vea ni se entere de nada sólo porque se queda muy muy quieto... Mira, si eso no le funciona a Drax, a estos tampoco. O que en el ascensor haya un botiquín, muy conveniente. Tampoco entiendo esa persecución como un loco al camión cuando se ve claramente como Haley se sube solita. Supongo que tenemos que dar por hecho algo como que se ha quedado dormida y el otro la secuestra, o qué sé yo, pero flojea bastante.

Los efectos tampoco son los mejores del mundo, en algunos momentos las piernas de Nic pueden resultar medio creíbles, sólo medio, pero las manos de Jonah ni de broma, prácticamente se le ven los guantes.

En general es un sí pero no, tiene cosillas interesantes, se deja ver, pero tiene muchos fallos, es bastante irregular y no termina de explotar más que como película entretenida para echar un rato y olvidarla en cuanto llegan los créditos.

Una lástima, tenía una pinta acojonante.
Pero por desgracia para el avido devorador de ficción este proyecto se queda a medias.
El problema quizás reside en el abismo que existe entre el apartado visual, excelente en este caso y la forma de contarlo, que nos deja un enorme vacío.
Y no hay que esperarse al final para observar que es un cuento inconcluso, a cuartos de película ya cae en la especulación y cuando aparecen los créditos finales a uno le queda la retina extasiada pero la mente todavía busca los trozos del puzzle que le faltan, o quizás es que han sido abducidos.
Habrá que seguir de cerca a este director, quizás en la próxima baje pretensiones visuales y profundice más en cómo contar una historia.

William Eubank (Love, Paranormal Activity: Allegados) escribe y dirige "The Signal", un confuso thriller de ciencia ficción.

"The Signal" comienza presentándonos a tres amigos universitarios, Nic, el tópico joven protagonista carismático, y Jonah y Haley, su mejor amigo y su novio. En un intento de confundirnos, el principio de la película se nos presenta como una road movie de amigos que persiguen esa "señal" misteriosa que da nombre a la película, para poco después llevarnos a un sitio cerrado, desconocido, y contando y mostrando solo lo que al director le interesa, para genera la intriga y la tensión a través de la claustrofobia y del miedo a lo desconocido... pero sin demasiado éxito, para acabar en un final que es mas previsible de lo que debería.

La sensación al acabar de verla fue de decepción, porque durante toda la película parece que va a arrancar algo realmente interesante, pero nunca llega, como si no hubiese sabido contar la historia con todo su potencial. Además, se ve claramente que comenzó como lo que es, una humilde cinta independiente, pero acaba copiando todos los tópicos de un "blockbuster".

Eso si, hay que reconocer, que para ser una propuesta independiente, la fotografía, la dirección visual, y los efectos especiales son impecables, incluso mejor que algunas cintas de Hollywood.

"The Signal" podría haber sido una buena película "palomitera" de ciencia ficción, pero se quedo algo pretencioso. Si eres fan de ciencia ficción podría gustarte, pues no deja de ser original.