Críticas de Siempre locos
En los años setenta lo era Strange Fruit. Vivían al máximo el estilo de vida rockero, groupies, drogas, tensión interna y un ex líder muerto por sobredosis. Incluso su desaparición fue glamorosa; cuando un rayo cayó sobre el escenario durante un festival al aire libre. 20 años después, estos antiguos dioses del rock se han hundido profundamente en la oscuridad cuando la idea de una gira de reunión se aloja en la cabeza de Tony, ex teclista de los Fruits. Tony se propone encontrar a sus antiguos compañeros de banda con la ayuda de la ex manager Karen para ver si pueden recuperar la magia y darse una segunda oportunidad.