Película dramática dirigida por Achero Mañas, muestra al espectador una historia cruda sobre el maltrato infantil algo que ocurre en muchos hogares españoles, pero no solo se queda en esta historia dura, también tiene su parte positiva una historia donde la amistad es el eje para salir de un agujero muy oscuro.

Pablo es un niño de doce años apodado el bola que es interpretado por Juan José Ballesta. Pablo es un niño retraído, con una mirada que refleja un miedo y una tristeza que va más allá de su edad. Vive en un entorno familiar muy complicado, dominado por un padre autoritario y violento que impone un régimen de terror silencioso en su casa. Las escenas de maltrato hacen que el espectador perciba la tensión y el dolor que se sienten en cada gesto, cada golpe, cada silencio y especialmente en los ojos tristes de Pablo, el bola.

La llegada de Alfredo a su vida es un soplo de aire fresco, un amigo necesario para escapar de las garras de su padre. Alfredo representa todo lo que le falta a Pablo, una familia cálida, abierta y cariñosa, donde la comunicación fluye y el afecto es palpable, pero con una vestimenta y estilo de vida diferente a la que suele ser lo clásico en las familias. La amistad entre ambos niños se convierte en el eje central de la película, mostrando cómo el apoyo, la confianza y el sentirse aceptado pueden ser herramientas fundamentales para afrontar las adversidades. A través de Alfredo y su familia, Pablo empieza a poder respirar un ambiente limpio de violencia, se siente libre, una alternativa al infierno que vive en casa. Las escenas en la casa de Alfredo, llenas de risas y naturalidad, contrastan brutalmente con la atmósfera violenta del hogar de Pablo. También otro mensaje que transmite la película es que las apariencias muchas veces engañan, la familia de Pablo aparentemente es una familia normal, clásica, de las llamadas de toda la vida, y la familia de Alfredo con sus vestimentas, tatuajes, parecen que no son una familia normal, que seguro que tienen sus taras y al final es todo lo contrario.

La película construye un ambiente crudo y realista, ambientada en un barrio obrero del día a día. El espectador se convierte en un testigo silencioso de la vida de estos personajes, permitiendo al espectador conectar emocionalmente con su sufrimiento y sus pequeñas victorias.

El Bola no es una película fácil de ver, es dolorosa, sientes cierta impotencia y rabia de las situaciones vividas por Pablo y te deja una sensación de cierta tristeza. Sin embargo, es una película necesaria. Aborda un tema tan delicado como el maltrato infantil con una honestidad brutal, una denuncia necesaria obligándonos a reflexionar sobre la invisibilidad de estas situaciones, porque siempre suelen ocurrir de puertas para adentro.

Con respecto a las interpretaciones, Juan José Ballesta está sublime, actuación memorable y sobrecogedora, que le abrió las puertas de par en par del cine español, donde ganó, con creces, el premio Goya al mejor actor revelación. Sin duda su actuación está muy por encima del resto, sin desmerecer al resto del elenco donde están en general notables. En la película podemos encontrarnos a Alberto Jiménez que es el padre de Alfredo, Ana Wagener, Manolo Caro... entre otros.

En resumen, El Bola es un peliculón del cine español y muy necesario para contar un testimonio desgarrador sobre la violencia infantil, pero también el poder salir de esa vorágine de violencia gracias a la amistad y al apoyo de un buen amigo y su familia.

P.D. Otro punto a favor es que no llega a la hora y media, cortita y al pie.

Desgarradora película, El Bola sin duda consigue llegar a los espectadores con mucho éxito.
Muy bien interpretada por Juan José Ballesta que tiene una gesticulación facial de matrícula.
El final parece algo precipitado en un principio, pero creo que el objetivo de la película queda más que conseguido con esos 88 minutos, no era necesario añadir más metraje, el mensaje está completo.
Una de las mejores películas españolas que he visto, totalmente recomendada.