Kung Fu contra los 7 vampiros de oro (cuyo título original en inglés es "The Legend of the 7 Golden Vampires" lo que se podría traducir por "La Leyenda de los 7 Vampiros Dorados") es una película de 1974 de fantasía oscura, artes marciales al más puro estilo setentero y terror al más puro estilo de la Hammer, dirigida por Roy Ward Baker.
Este es de hecho el noveno y último filme en la serie de Drácula de la Hammer y tiene como no podía ser de otra forma al gran Peter Cushing en el papel de Van Helsing y a los expertos en artes marciales David Chiang como el valiente Hsi Ching y Shih Szu como su intrepida hermana Mai Kwei.
Mi única pega en cuanto a esta película es que siendo la última de Drácula de esta legendaria productora de películas de terror este no sea interpretado por mi admirado Christopher Lee.
***contenido con spoilers***
En cualquier caso a mi esta película me ha gustado bastante porque me ha parecido una mezcla muy peculiar, con momentos oscuros, momentos bizarros, otros de la serie B más auténtica con su cutrez incluida, buenas dosis de acción, algo de terror, y que aunque solo sea por su originalidad merece ser vista.

Kung Fu contra los 7 vampiros de oro es una película, en la que, como su nombre indica, se enfrentan unos luchadores especialistas en Kung Fu contra unos vampiros de un culto.

Tenemos a un joven aldeano que le pide ayuda al mismísimo Van Helsing (al que da vida Peter Cushing nada menos) para que le acompañe en una expedición de especialistas de este arte marcial para dar caza a estos los vampiros.

Recomendada por mi colega el del cine cutre, me encuentro con una película que por aspecto debe tener más años que el Sol, todo (desde la imagen, las peleas, los vampiros...) tiene ese aroma a cutre, que junto con la música también de su época, hasta le otorga cierto encanto a la película. Pero debe ser una película vista con la mente muy abierta y predispuesta a esto. Yo personalmente no la recomiendo, pero está claro que tiene su público.

Guardaba un buen recuerdo de ella y al volver a verla, tras muchos años, ha resistido al paso del tiempo, con sus matices y su aroma a serie Z, pero me ha vuelto a divertir con la inverosimil mezcla de vampiros y artes marciales. No sería una de las 100 películas que salvaría del fuego, pero la vería un par de veces encantado antes de quemarla.