Biopic sobre el niñato de Sibenik en el que se recorre la vida de Drazen Petrovic desde que es pequeño hasta que se convierte en una megaestrella del baloncesto, alternando imágenes de archivo de los partidos, con otras propias de la película.

Para algunos el mejor jugador europeo de baloncesto, para otros un jugador insoportable, con un ego desmesurado y provocador.

Esta película, con aire de telefilm, blanquea bastante ese carácter tan problemático, aunque siendo de producción croata, es normal, y se centra más en su vida privada y escarceos amorosos, que en lo deportivo, lo que hace que muchos acontecimientos de su carrera deportiva, queden fuera de la película. Tampoco ahonda casi nada en la guerra de Yugoslavia y de como afectó a la relación con sus compañeros de selección, que a la postre acabaron siendo rivales, tanto dentro, como fuera de la cancha, como fue el caso de Vlade Divac.

Además, ese aire de película de tarde se nota en las actuaciones y en unos actores no muy convincentes, aparte de que se parecen como un huevo a una castaña.

Sirve como curiosidad para quien le guste el baloncesto y poco más.

Biopic sobre el niñato de Sibenik en el que se recorre la vida de Drazen Petrovic desde que es pequeño hasta que se convierte en una megaestrella del baloncesto, alternando imágenes de archivo de los partidos, con otras propias de la película.

Para algunos el mejor jugador europeo de baloncesto, para otros un jugador insoportable, con un ego desmesurado y provocador.

Esta película, con aire de telefilm, blanquea bastante ese carácter tan problemático, aunque siendo de producción croata, es normal, y se centra más en su vida privada y escarceos amorosos, que en lo deportivo, lo que hace que muchos acontecimientos de su carrera deportiva, queden fuera de la película. Tampoco ahonda casi nada en la guerra de Yugoslavia y de como afectó a la relación con sus compañeros de selección, que a la postre acabaron siendo rivales, tanto dentro, como fuera de la cancha, como fue el caso de Vlade Divac.

Además, ese aire de película de tarde se nota en las actuaciones y en unos actores no muy convincentes, aparte de que se parecen como un huevo a una castaña.

Sirve como curiosidad para quien le guste el baloncesto y poco más.