Look back. Echar la vista atrás, ver el camino recorrido y soñar, aun sabiendo que jamás será posible, con poder cambiar el pasado. Es algo que solo tiene cabida desde el mundo de la imaginación o, dicho de otro modo, desde el desbordante prisma que ofrece la creación artística. Desde ese mágico lienzo de infinitas posibilidades que nuestras dos protagonistas, Fujino y Kyomoto, utilizan como medio para evadirse de la rutina diaria y, de paso, añadir algo de luz al aburrido periódico escolar. La primera lo hace por pura diversión y disfrutando de la admiración de sus compañeros; la segunda, en cambio, no solo parece mucho más preocupada por perfeccionar su técnica, sino que además se mantiene completamente ajena al adictivo influjo de los elogios. Dos estilos, dos formas totalmente diferentes de sentir el arte y una misma pasión —la de plasmar las ideas en imágenes— que unirá ambos extremos en esta pequeña gran historia sobre la amistad, la autosuperación y todos esos colores, sean cálidos o grises, que hacen de la vida la impredecible y maravillosa sucesión de trazos que es.

La película, basada en el manga homónimo de Tatsuki Fujimoto —autor de 'Chainsaw Man'—, toma esa dicotomía y la traslada, a modo de retrospectiva vital, a un emotivo viaje tanto por todo aquello que hace que crear algo merezca la pena como, a su vez, por las muchas dificultades que dedicarse a ello conlleva. Por todo el sacrificio, las decepciones y las horas sin dormir, pero también por los éxitos, las alegrías y la realización personal. Por lo bueno y lo no tan bueno. Por lo que entregar tu vida al arte significa y por ese sentimiento liberador, aquí elevado casi a catarsis emocional, que supone el expresar tu dolor a través de un cúmulo de líneas. Todo el poder reparador del arte reflejado en una preciosa, desgarradora y bellamente animada película que apenas necesita una hora para llegar al corazón. Breve pero intensa, como la propia existencia y todo cuanto es capaz de dejar huella en nosotros con el discurrir de unos pocos trazos. Y es que, al final, todo en la vida es sueño y los sueños, arte son.

La sinopsis no te prepara para esta historia de amistad, creatividad y cambios de rumbo inesperados. Dos jóvenes 'mangakas' luchan por su sueño mientras sus caminos se cruzan para animarse a mejorar, dos chicas con personalidad muy distinta que en otras circunstancias no habrían hablado entre ellas.

Es mejor no saber más para no perder el factor sorpresa, pero es una historia sorprendenete y un poco onírica que emociona. La película termina y sigues pensando en Fujino y Kyomoto.

Por fin he podido ver 'Look Back', uno de los fenómenos anime del año, y en su breve metraje hay suficiente trama y un gran tacto para encandilar. Aunque también es cierto que su final se recrea demasiado y, que estando bien, tampoco es nada del otro mundo.

PD: Otra hazaña más para Yumi Kawai que pone voz a su protagonista!

Hay que reconocer que el fallo ha sido verla en grupo y no poder disfrutarla del mismo modo que si se hubiera visto solo, como de forma más intima. Al haberlo hecho en grupo, el aura del ambiente como que no encajaba con la película, pues el cuerpo te pide algo más dinámico, entretenido y aquí no lo es. Quizás hubiera sido mejor cualquier película de comedia, acción, miedo, etc. Si que yo avisé a los pocos minutos de ver otra opción ya que veía venir el panorama, pero a veces la gente es masoca y ya quisieron ir con todo xD

Es una película "rara", diferente pero de las que podría gustarte encontrar así de repente. Como alguna pega podría decir esos momentos de silencio en los que a veces se hacía larga la escena. Además de poder ser confusa en algún momento pero esto sin ser un mayor problema.

Como cosas positivas podría decir esos mensajes en los que se ve esa lucha por hacer lo que te gusta, la amistad en la que a veces no nos damos cuenta como una persona puede hacerte avanzar de alguna manera, etc.

Es una película emotiva, con una buena animación, y como consejo, verla para ti en un rato que tengas.