Ya sé que Tom Cruise tiene un ego más grande que él mismo, pero precisamente por ese tamaño de Playmobil, no puedo creerme que haya cuatro tíos apaleados nada más empezar la película y que digan que los ha derribado en un segundo. Por muy en forma que esté, y por mucho que haya que reconocer sus capacidades físicas para hacer todo lo que hace en cada una de sus películas, y correr los kilómetros que corre, me cuesta un poco creerlo, porque no es el típico héroe de acción capaz de hacer algo así.

Tras esto se relaciona con otra comandante a raíz del caso en el que estaba trabajando y es ahí cuando empieza realmente la trama de esta película, cuando ella es arrestada y a él le tienden una trampa para que no meta las narices donde no le llaman, algo en lo que es experto. Esto dará lugar a una serie de persecuciones, asesinatos, intentos de ello, investigaciones... que además se complicará por la presencia de quien dicen que es la hija de Reacher, que se ve implicada en todo el asunto porque ven que él muestra interés en ella y saben que ahí pueden hacer daño. Y además, como parece costumbre en las historias de Reacher, tendremos casos de corrupción en el gobierno y en el ejército.

Ofrece exactamente lo que se espera en una película de estas características en cuanto a acción, tiroteos, persecuciones y demás, pero no resulta nada original con respecto a la primera entrega, es más de lo mismo. En cuanto a la trama, me ha resultado algo menos confusa que la de la anterior, pero aun así sigue siendo una sucesión de cosas enrevesadas no demasiado interesantes sólo para justificar por qué los malos son tan malos, cuando lo más interesante son esas constantes amenazas y sensaciones de peligro, junto con las carreras que se echan, incluso sin saber por qué los persiguen, en realidad me da igual. Y esa duda que había durante toda la película acerca de ese personaje, se resuelve de manera a la vez predecible y decepcionante, es la típica niña que le ponen al protagonista para que proteja de los malos pero le tenían que añadir la excusa que queda en nada.

Aparte del obvio protagonista Tom Cruise, aquí su acompañante femenina y medio interés amoroso es Cobie Smulders, y se une a ellos Danika Yarosh, aunque el nombre que importa más es el de uno de los malos, Robert Knepper, el encantador T-Bag de Prison break.

Un entretenimiento para pasar el rato, aunque se hace un poco larga y se notan los momentos en los que no hay acción, pero no está del todo mal para echar un par de horas. Le pongo la misma nota que a la primera porque tiene cosas que me han gustado más pero también demasiadas que se parecen a aquella y no sorprenden, así que al final se queda más o menos igual, sin más.