Críticas de Gold, la gran estafa

Entre pillos anda el juego.

Soporífero ejercicio estadounidense que aborda fundamentalmente el ensalzamiento y elogio de los negocios del emprendedor y aventurero norteamericano hasta su caída por fraude y estafa.

Biopic del personaje llamado Kenny Wells que viene escoltado por la coletilla cada vez más habitual de ¨basada en hechos reales¨. Bueno, ¿y a nosotros, qué?

Por eso a mí no termina de entusiasmarme este género en el cine, que para fraudes, estafas y rapiñas al erario público ya tenemos más de las deseadas en nuestro país. Impunemente, además. Mordeduras entre reptiles. .ABURRIMIENTO SUPINO. ·1 sobre 5· ..PICARD..

Posiblemente sea la crisis financiera (recordáis eso de "no es una crisis, es una estafa") la que ha puesto el foco en ciertos niveles de la sociedad que antes pasaban más desapercibidos. En los últimos años unas cuantas películas nos han mostrado esas entrañas que se fueron ramificando y pudriendo dentro de las sociedades más florecientes; las primeras películas intentaban explicar desde la sorpresa (por ejemplo Margin Call), pero con el tiempo hemos asumido que nos engañaron, que se rieron de nosotros y han aparecido películas que así lo muestran y aprovechan ese tono socarrón (vease El lobo de Wall Street o la reciente War Dogs). Gold está más cerca de éstas últimas pero parece dar un paso más allá, aunque no tanto como para buscar la redención de los causantes. De inicio, el aspecto un poco "a lo Torrente" de McConaughey (ya no hace falta reseñarlo como el gran actor que es) marca una distancia con todos esos personajes de traje y corbata, pero también el modo en el que nos cuentan su historia, sus sueños, su fe deja claro que hay una honestidad en el personaje que no aparecía en los anteriores ejemplos. Sin embargo, no es una película para divertirse una vez abandonado el tono de comedia al que antes me refería, no resulta fácil empatizar con los personajes, ni emocionarse con sus altos y bajos, al fin y al cabo es un mundo que la mayoría no conocemos y con el que difícilmente nos podemos identificar. Así pues, es una buena película, resuelta con buena nota, pero el espectador debe tener claro qué va a ver, para no llamarse a engaños.

Es interesante ver a McConaughey interpretando a alguien tan desagradable. Es entretenida pero poco más.