Críticas de Estoy pensando en dejarlo

Pienso el el final, el titulo objetivo de esta obra a pesar de ser un traducción errónea del mismo, es, sin duda, el que mejor define a la obra, tanto en el contexto de la trama como el final que expone; sumado a que uno reflexiona sobre su propio destino y el fin del mismo.

Kaufman nos proyecta una pesadilla, una larga, extensa, cansada, un REM que, cuan Genio Maligno, nos genera una falsa sensación de control. Un limbo entre el sueño y la realidad, deseando saber hasta donde nos llevara.
Las similitudes con la maravilla de Mother! son claras, pero aquí el caos nunca termina de cuajar, son cárceles radicalmente diferentes. Un miedo sincero que es necesario abrazar tarde o temprano en la vida.

Jessie Buckley hace de Lucy, nuestra protagonista, que se traga todas las escenas sin masticar, desbordando carisma y un talento biológico para enamorar. En lo personal a sido una revelación maravillosa y deseo que siga entregándonos su don en muchas otras películas de esa calidad.
A pesar de las flores, y a pesar de ser una película casi perfecta, los últimos 10 minutos parecen ser cedidos a David Lynch para cerrar con la película. Estoy convencido de que otras personas también van a llegar a esta conclusión, y si salieran a confirmarlo lo creería, pues ya me lo planteo realmente. Lamentablemente no es un alago ya que rompe de forma muy violenta con todo el estilo narrativo, con la forma de presentar todo. Lo puedo comprender, lo puedo llegar a aceptar, y le puedo encontrar sentido objetivo, pero no terminan de gustarme las maneras, generan ciertas supuestas respuestas que al mismo tiempo desembocan en otras tantas dudas. Todo lo anterior a esos últimos 10 minutos son una obra maestra, perfectos, y agredir todo eso de la manera en la que lo hace repercute bastante, genera rechazo, decepcionando.

La última paranoia de Charlie Kaufman se siente un poco como una fábula contada por alguien que se ha perdido(o sumergido demasiado) en su propio estilo narrativo. Si bien en sus anteriores trabajos(sobretodo como guionista) nos deslumbraba su inusual manera de contar una historia sobre el amor o la identidad(sus dos temas favoritos), en esta última película la verdad es que el lenguaje propio del autor solo lo va a entender él mismo y unos pocos iluminados. Para el resto de los mortales estaremos 2 tercios del largometraje preguntándonos; ¿Qué cojones está pasando?

Interesante propuesta, pero repite la misma fórmula que lleva haciendo desde "Cómo ser John Malkovich", aunque sin la frescura ni la originalidad de esta.

Película no de fácil lectura, le hacen falta buenamente dos visionados para encajar bien las piezas. Empieza con una premisa simple, una chica que va a conocer a los padres de su novio pero lo que ella está pensando en realidad es que quiere cortar con él. Y a partir empieza a enrevesarse a veces de una manera más sutil, a veces menos. Lo mejor es no contar mucho más.

Yo entiendo la división de opiniones que genera esta película. A mí me gusta porque considero que el director está llevando un ejercicio artístico de contar una historia sin dejárselo todo mascado al espectador pero en la que los elementos para entenderla están presentes y tanto los diálogos como las situaciones y el ambiente aportan información. Mi tipo de movida básicamente.

Buena ida de pinza y de surrealismo por parte de Charlie Kaufman, aunque conociendo su carrera como guionista y director, unas veces con mayor o con menor suerte, no debería extrañar.

Estoy pensando en dejarlo, no es para todo el mundo, es una película pausada, donde priman los diálogos largos, más o menos profundos y filosóficos, pero a la vez, con algunos momentos demasiado pretenciosos, que van dejando la sensación de no saber qué está pasando, ayudado por ¿saltos temporales? bastantes extraños, aunque es verdad que esa parte de los padres es la más interesante, pero que aun así sigues viendo con la esperanza de que al final todo este galimatías sea explicado, pero por desgracia no va a ser el caso. O yo por lo menos tuve que buscarlo al terminar de verla.