¿Quién no ha soñado alguna vez con volver atrás en el tiempo? Regresar a un momento del pasado que no salió como esperábamos, hacer algo diferente y cambiar el futuro. El nuestro, claro, al de los demás que le den. Que espabilen y aprendan a viajar también ellos en el tiempo. Pues esa es básicamente la premisa de la que parte 'Una cuestión de tiempo', una comedia romántica donde nuestro protagonista, Tim Lake, descubrirá que ha heredado el mismo don para viajar en el tiempo que todos los hombres de su familia. Una propuesta ciertamente original dentro del género donde el componente de ciencia ficción es mínimo —aunque esencial— y en la que se combinará bastante humor, un chorrito de drama, unas gotas de viajes temporales y mucho, mucho azúcar. Muchísimo azúcar. El suficiente como para enamorar a muchos e indigestar a otros.

Pero, dejando de lado preferencias personales, vayamos a lo importante, al turrón: los viajes en el tiempo y sus consecuencias. La gran mayoría de películas de esta temática tienen una moraleja y 'Una cuestión de tiempo' no iba a ser una excepción, aunque creo que lo hace de una manera más que cuestionable. El protagonista no duda ni un instante en utilizar sus nuevas habilidades para ir atrás en el tiempo, interactuar con la chica de sus sueños, obtener información sobre ella y aprovecharse de todo esto para enamorarla. Técnicamente no es él quien la enamora, sino una versión idealizada de sí mismo que ha ido forjando en torno a los gustos de ella, de modo que todo es una gran farsa que la película, obviamente, disfraza bajo su fachada de comedia romántica. Por si fuera poco, el protagonista no aprende nada de las situaciones en las que usa el viaje en el tiempo para repetir momentos, sino que solo aprende de los momentos que NO puede cambiar, como la muerte de su padre. Es decir, solo se cuestiona aquellas cosas en las que sus poderes no le sirven de nada, mientras que en el resto de casos no le importa haber manipulado a la gente porque se salió con la suya.

En definitiva, mejor como comedia que como drama y romance, sobre todo porque presenta muchos elementos cuestionables que hacen que su propia lección moral final pierda peso (por mucha música de piano que le pongan). Y en tema de paradojas e incoherencias ni siquiera voy a entrar porque también las hay a patadas. Para mí, pasable sin más. Para una tarde en la que se quiera morir de sobredosis de azúcar puede estar bien.

¡Diferente!

Una cuestión de tiempo es una película romántica y original. La historia va del joven Tim Lake, que un día descubre que los hombres de su familia tienen el poder de viajar en el tiempo. Al principio le parece divertido y empieza a beneficiarse pero, – A parte de descubrir que es mejor vivir el día a día con todo lo que esto conlleva – pronto descubrirá que sus acciones tienen precio.

Personalmente, en su momento me gustó muchísimo. La historia era diferente, creativa y fresca. No había visto muchas películas románticas que además trataran el tema del viaje en el tiempo y gracias a esa combinación vemos escenas que son realmente divertidas – Como la primera vez que se acuesta con Mary – o tristes – Cuando habla con su padre que está muerto o cuando intenta ayudar a su hermana del ex maltratador – que marcan la diferencia.

También es cierto que la última vez que la vi, me resultó bastante empalagosa y aunque me sigue gustando la historia… a mi capacidad emocional de ladrillo, le resultó demasiado ñoña, larga y dramática; esto no quiere decir que sea mala, porque no lo es ni de lejos, simplemente que prefiero otro tipo de películas.

Por otro lado las interpretaciones de Rachel McAdams y Domhnall Gleeson, aparte de por ser los protagonistas, son bastante buenas y se complementan bien.

Si no la has visto, te la recomiendo.

La he tenido que volver a ver porque la vi hace años y la tenía muy difusa, de hecho recordaba que era bastante mala (creo que porque la confundía con Más allá del tiempo, en la que también sale Rachel McAdams con Eric Bana, esa juraría que sí es mala a rabiar). Me ha parecido muy bonita y encantadora, con sus puntos de comedia y su parte de drama además del evidente factor romántico.

El protagonista, desesperado por conseguir novia, ya que es su principal objetivo en la vida y él mismo lo reconoce, utiliza el don que tienen los hombres de su familia para hacer trampas, las cosas como son. Pero a quién no le hubiera gustado más de una vez y más de dos volver atrás en el tiempo y no decir tal cosa o actuar de tal manera en determinada situación.

Me había gustado el momento en el que decide volver atrás para que su hermana pueda ser feliz aun a riesgo de que, por hacer las cosas de manera diferente, su propia vida pudiera cambiar. Y aunque entiendo que claro, era su hija y ya le tenía un cariño evidente, por una parte me parece mal que, habiendo puesto por primera vez la felicidad de otra persona por delante de la propia, decida que vuelva a sufrir sólo porque de repente tiene un hijo. Aun así, me alegro de que al final todo se solucionara sin tener que cambiar nada por el camino.

La decisión a la que se tiene que enfrentar al final es muy dura, pero gracias a ella vemos una escena preciosa, y qué mejor manera de despedirse de su padre, y realmente es la decisión que tenemos que tomar todos en situaciones así, sin tener poderes, que es la de seguir adelante con nuestra vida por muy duro que resulte.

Una pelicula agradable, romántica, está muy bien. Los protagonistas tienen buenas actuaciones.