Una película que recuerda bastante a Bajo la misma estrella, por el tema adolescente y por los protagonistas enfermos, además del evidente romance. Aunque no es nada nuevo y es bastante predecible, conciencia bastante no sólo en cuanto a la enfermedad de ambos personajes, sino también sobre aprovechar la vida al máximo, no dejarse hundir ni siquiera por algo tan gordo, hay que vivir y hay que estar cerca de las personas que nos importan. Ahora es incluso más relevante por la situación actual y por los dos metros de distancia. Es de las de soltar la lagrimita en algunos momentos, aunque es probable que también te haga sonreír en otros.

Bueno, pues vemos como una chica con una complicación de salud, intenta llevar su vida de la mejor forma posible, con su organización y demás, pero aparece un chico que le empieza a romper esos esquemas que tenía establecidos. Es una historia que ya hemos visto mil veces, y de hecho se ve venir muchas cosas, pero aquí la clave sería ver lo que es el camino que se va tomando en la película hasta llegar a ese final. Un camino en el que prima los detalles, los buenos mensajes y que te dejará pensando en tu propia vida.

Hay algún mensaje en especial que destacaría en estos momentos, sería el de tener contacto con tus seres queridos, precisamente que ahora en la actualidad hemos pasado y aún pasamos por éstos difíciles momentos en el que el contacto con muchos de ellos ha sido prácticamente nulo. No supimos valorar lo que teníamos hasta que tuvo que pasar algo así para ver esos detalles, esas simples cosas que hacíamos a diario, era lo que nos hacían felices.

Hay una mezcla de drama, romance....pero a la vez te deja también con buenas escenas , ya sea con ese cumpleaños , y con ese final que sin duda algo te hace sentir por dentro. . También me ha gustado lo que es la música que han ido utilizando en general, así como la actuación de Haley Lu Richardson.

Desde el minuto cero sabemos como va a terminar todo.

Un nuevo trabajo de Cole Sprouse que no deja de ser la típica adolescente que ya sea un personaje o en este caso los dos, tienen que luchar con alguna enfermedad dura y que no tiene cura, para que la historia sea más dramática y llegue al público joven y no tan joven a concienciarnos de, no la enfermedad en sí, o al menos en este caso no, si no, del aprovechar lo que tenemos y disfrutar de momentos pequeños de nuestro día a día.

Entrando en materia de la actuación de los actores, llegan al nivel adecuado para encariñarte de cada uno de los personajes que salen en la historia. Y podemos hacer mención especial a Cole Sprouse que tanto en esta película, como en su personaje de Riverdale, acaban teniendo el mismo parentesco respecto a la actitud que tiene. Por un lado es bueno, porque esa actitud le viene que ni pintada, pero por otro lado, acabaría siendo mala, ya que puede ser que terminen encerrándolo en un tipo de personaje. Ya les ha pasado a varios actores desde sus comienzos, aunque sean populares por el “Fandom”, pero por mucho que intenten salir de ese personaje, acaban dándose un “batacazo” y todo por culpa de su propio “fandom”. En cualquier caso, referente a este proyecto, lo hace genial, dando más de sí en las escenas con más drama. Y lo mismo se puede decir de Harley Lu, que es la otra mitad de esta relación tan peculiar.

Refiriéndonos a la trama principal, es lo ya comentado, no deja de ser la típica adolescente en el que es difícil que se te escape una lágrima. Y en esta película no ha sido de menos, teniendo un final de lo más tenso y triste que puedes llegar a ver en este tipo de filmaciones. Donde cada personaje hace su trabajo a la perfección y consiguen que te llegue a lo más hondo.

Si, voy a decirlo libremente, sin temor alguno, de que esta película se puede ver e incluso puede llegar a gustarte.

Cuando salió la película en su momento no quise verla porque sé cómo es la fibrosis quística y no es nada agradable. Pero al ver quién era una de las autoras del libro cambié de opinión.

Los personajes son adorables, solo quieres abrazarlos y protegerlos. Sí que es cierto, como suele pasar en las adaptaciones, hay subtramas que quedan faltas de profundidad y algunos personajes quedan más pobres de desarrollo que otros. Pero bien.

Quién la vea ya sabe a lo que viene. Y además no muestra nada mal lo que es la enfermedad, y lo que es vivir en riesgo de contagiarte de un microorganismo que puede matarte. Aunque después del COVID se entienden aún mejor estas cosas.